"nunca entenderás la forma en la que vivo, a menos de que te toque pasar por lo mismo"
"o donde el amor y la amistad rompe las barreras de la clase social"
[❤️]; chilensis.
[❤️]; no se intenta criticar ni ofender a ningún estatus social.
[❤️]; hay...
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— No pensé que volvería a esta casa tan luego. — RenJun dijo y tomó asiento en la cama de Jeno.
— Igual no pedí permiso pa' invitarte. — rió — Pero no va a haber nadie hasta las cinco, más o menos. —.
Jeno se sentó a su lado y tomó la mano ajena disimuladamente.
— Mmh, tu mamá no parece ser estricta, incluso yo estando aquí no creo que te rete, pero de igual forma debo volver antes de las cuatro, mi abuela sí que es protectora. —.
— ¿Y no quieres que te vaya a dejar? Tipo, para que no se preocupe tanto la 'eñora. —.
RenJun sonrió y terminó por entrelazar sus dedos con los del pelinegro.
Le había parecido adorable.
— Gracias, pero no hace falta, pediré un Uber y así ninguno se caga de frío. —.
— Bueno, como usté' quiera. — le sonrió de vuelta — Ven, siéntate acá. —.
A penas palmeó sus muslos, RenJun se sonrojó.
Pero no se opuso.
— Tengo unas ganas de comerte enterito. — le susurró de cerca — Estai' terrible rico. —.
— Jeno~ — rió con timidez — No me digas esas cosas. —.
— ¿Porqué no? — lo abrazó por la cintura para comenzar a besarle el cuello.
RenJun sintió un escalofrío recorriendo su espalda.
— Ahm, m-me da cosa. — habló con dificultad.
— ¿Y los besitos te gustan? — continuó con su tarea, sonriendo para sí mismo al escuchar los suspiros del más bajo.
— S-Sí. —.
— Mmmh, ¿y aquí atrás? — subió hasta besar tras sus orejas.
RenJun se alejó al sentir un espasmo.
— ¿Qué pasó, mi wachito? —.
— A-Ah, no sé, me dió algo raro y me asusté. — contestó nervioso.
— Cosa más linda. — rió levemente — Te está gustando, es por eso. —.
— Oh.. —.
— ¿Quieres que siga? Porque si tu me lo pides, me detengo aquí. —.
Lo miró a los ojos por unos laaaargos segundos, tenía las pupilas muy dilatadas y la respiración acelerada. Se le hacía una increíble vista.
— Sigue. —.
Jeno sonrió y decidió no perder más tiempo, posó sus labios sobre los de RenJun e inició un beso salvaje, con cuidado —y mucho cariño—, le quitó la chaqueta, para luego dejarlo lleno de marcas por todo su pecho, luego lo recostó de espalda sobre la cama para quitarse su propia ropa hasta quedar sólo con su buso Adidas en la parte inferior de su cuerpo.
