"nunca entenderás la forma en la que vivo, a menos de que te toque pasar por lo mismo"
"o donde el amor y la amistad rompe las barreras de la clase social"
[❤️]; chilensis.
[❤️]; no se intenta criticar ni ofender a ningún estatus social.
[❤️]; hay...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Seis y media de la tarde, RenJun había llegado del liceo y se había quedado dormido en el sillón. Últimamente su mente vivía ocupada, en su cabeza mil historias de su vida le recorrían, ¿cómo habría sido si no hubiera conocido a su actual novio? ¿lo habrá querido en algún momento? ¿cómo va a reaccionar cuando le termine?
Sabía que no estaba bien ocultar lo que sentía, pero al menos con Donghyuck podía conversar sin sentirse juzgado. El chico parecía entenderlo a la perfección, asumía que vivió una relación similar a la de él.
Tal vez no con un gringo de ojos claros, pero sí un desatinado con aires de rey.
— ¿Hijo? — la voz de su madre lo hizo despertar, se removió para hacerle saber que le escuchaba — ¿Comiste? ¿No quieres una taza de té? —.
RenJun sonrió mientras se sentaba.
— Estoy bien, mamá, pero te puedo acompañar con la taza de té, si eso quieres. —.
Tiffany le sonrió y se levantó para ayudar a poner la mesa, la señora Hwang llevaba el hervidor y el menor se sentó junto a ellas, si bien no tenía mucha hambre, jamás se perdía la hora del té.
Le resultó muy raro los primeros días viviendo con su abuela, ella no cenaba como en su familia, tampoco tenía una nana que hiciera todo, pero la verdad es que nada de eso le molestaba.
Y si bien la ubicación de la casa no era la mejor —ya que se escuchaban los autos pasar durante casi todo el día—, el hecho de que sólo fueran tres personas en esa casa lo hacía un lugar pacífico.
Eso incluía a la pequeña sofi, esa gatita era adorable.
— ¿Alguna noticia de tu marido? — preguntó su abuela, a penas sirvió el agua hervida en las tazas.
— De él nada, pero sí de mi abogado. —.
— El divorcio va sí o sí, entonces. —.
Tiffany asintió, mirando de reojo a su hijo.
— Me voy a juntar con Riquelme en dos días, veremos todos los puntos a tratar para ver que hay que discutir con Siwon. —.
— ¿Crees que quiera nuestra custodia? — RenJun preguntó, mirando la taza de té con mucha atención — ¿O que debería aprender tarot? —.
Su abuela rió, Tiffany suspiró para luego darle la mano.
— Para mí, ambas son correctas, tu papá los ama, ¿sí? — le sonrió — Como sea que se dé, ustedes tienen el derecho de escoger con quién querrán vivir, yo respetaré sus decisiones. —.
— Y sobre el tarot... — dice la señora Hwang — Yo te puedo enseñar, mi niño. —.
— ¿En serio? —.
— Hijo, tu abuela era catalogada como una bruja negra cuando vivíamos en estados unidos. — Tiffany rió.
— Y eso que rechacé hacer amarres y esas cosas, pero aún así me miraban feo, luego andaban las viejas de plata pidiendo que les lea las cartas. — ella también rió — Que buenos tiempos aquellos. —.
