Amar A Escondidas (Countryhumans - Perú x Todos?)

🦋⃟𓏲๋࣭࣪˖𝆺𝅥 Capítulo 2_Tormenta interna 🦋⃟𓏲๋࣭࣪˖𝆺𝅥

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Al entrar, Perú se enfocó en encontrar con la mirada a ese extraño país, sin embargo, con la multitud que había en ese momento, era complicado, y, también confuso. En los anteriores años no asistían tantos países, incluso a veces eran solo sesenta o cuarenta los que venían por cortesía y/o respeto.

¿Qué sucedió hoy para que decidieran asistir? y, más importante, ¿por qué ONU nunca asistía a esto? Después de todo, había sido su idea, debía estar aquí dando el ejemplo, ¿verdad?

— Venir con ellos fue lo más difícil que hice en toda mi vida, weón. — comentó el chileno. — Creo que habría sido más fácil y agradable escuchar a Bolivia darme sus razones de porqué merece tener mar. — siguió, jalando al bicolor hacia una mesa con bocadillos y bebidas alcohólicas.

— Idiota, suéltame la muñeca.

Lo ignoró. — Tampoco tenía planeado hablarles, ya reconozco las malditas máscaras que utilizan para venir, quería mantenerme lo más lejos posible.

— Oye...

— Pero los estúpidos de Argentina y México discutían en la entrada y no podía pasar.

— Oye.

— Luego Brasil apareció y me ayudó a quitarlos de en medio, pero los dos weones no querían quedarse solos y nos siguieron.

— ¡Oye!

— Luego Brasil estaba... estaba abrazándote por detrás, ¿que tanta confianza le diste a ese pico grande y venoso para que pueda tocarte así sin que tú lo golpees?

— ¡¡Huevón hijo de puta, escúchame!!

— ¡¡!! — se detuvo en seco, parándose delante de la mesa con bocadillos, con los demás countrys viéndolos confundidos por el repentino grito. — Ah, jaja, a-así me dice de cariño, él nació con una lengua afilada, pero no es que diga las cosas con mala intención, simplemente no sabe medirse. — Chile pasó su brazo alrededor de la cintura de Perú, atrayéndolo más y girándolo para dar la espalda al resto de países. — Si querías decirme algo, bastaba con hablar y no gritar.

— ...Realmente te detesto.

— ¡! ¿Así? El sentimiento es mut-... olvídalo, no quiero pelear contigo esta noche.

— Escucha, felicito tu paciencia frente a Argentina y México, ¿pero debo recordarte que necesito socializar con countrys nuevos? — quitó el brazo del contrario con algo de brusquedad, alejándose unos pasos, poseyendo una mirada de notable indiferencia y desagrado en sus ojos carmesí. — Hablamos luego, tal vez cuando empiece el segundo acto, ahora... ahora quiero estar lejos de ustedes.

— ...Comepaloma, yo no sé qué te hizo Argentina, pero-

— Nos vemos después.

Rápidamente se alejó del tricolor, caminando a paso veloz mientras iba perdiéndose de su vista en la gran multitud de países.

— ¿De qué me perdí? — preguntó de repente el brasileño, acercándose a la mesa y tomando uno de esos deliciosos mini pays hechos de puro chocolate, con crema blanca y trozos de fresa decorándolo. Entonces, vio cómo el peruano iba perdiéndose entre el resto, al parecer, molesto. — Mejor dicho, ¿qué hiciste esta vez? ¿lo insultaste?

— Claro que no, yo solo... no sé que hice mal esta vez, de cualquier modo, no puede estar ni cuatro jodidos segundos a mi lado sin sentirse incómodo e irse.