Amar A Escondidas (Countryhumans - Perú x Todos?)

✧•Capítulo 24: Placer En El Pecado•✧

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Perú buscaba a Israel con la mirada, y cuando finalmente lo encontró, caminó con paso firme hacia él, siguiéndolo de cerca, hasta que se fue por uno de los pasillos, entonces, el blanquirrojo lo tomó de la mano con suavidad, llamando su atención al mostrar melancolía en sus ojitos.

- ¿Perú? ¿Qué haces aquí? Ahora estoy bastante ocupado, lo que sea quieras hablar puede esperar.

- No creo que quieras eso.

- ¿Disculpa?

- ...Perdón, solo quería disculparme en nombre de mis vecinos, sé que están haciéndote enojar, y con lo mucho que te esforzaste... creo que mereces más reconocimiento, no más estrés del que tienes por haber organizado todo este evento para el resto; Israel... creo que te debo algo, ¿no es así?

- ...Supongo que sí.

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El peruano había conseguido llevarlo a un baño, y asegurándose de que no había nadie, cerró la puerta con seguro, acercándose a Israel, mientras iba quitándose su abrigo.

- ¿P-Perú?

- Te dije que sería para otro momento, cuando lo planearas mejor, pero estás tan ocupado con Arabia, Irán, e Irak dando inicio a los actos, que te estresas y agobias con facilidad, no me parece un juego justo, además, rescataste a Colo, Vene, Argentina, y a mí de UK... tómalo como una muestra de agradecimiento.

Israel trago saliva al ver lo cerca que tenía al peruano, sintiendo su cara enrojecer por segundo. - Chile fue quien nos avisó a Siria y a mí, sin él, probablemente habríamos llegado cuando terminaran de hacerles algo peor; el crédito no es solo mío.

El blanquirrojo quedó en silencio por unos segundos, y luego volvió a hablar. - Pienso agradecerle a Chile después, ahora estoy concentrado solo en ti~ - al decir eso, tiró su abrigo y camisa hacia el lavamanos, quedando solo con la corbata y guantes, mientras iba acariciando los hombros del israelí. - Descuida, no morderé, a menos que lo desees~

El corazón de Israel latía con fuerza, al mismo tiempo que sentía su cuerpo calentarse. - Perú, detente, hablo en serio.

- ¿No quieres? ¿por qué? ¿acaso mi cuerpo ya no te excita lo suficiente? ¿qué no es esto lo que querías desde el principio? Cuando me acorralaste, y frotaste tu pene contra mi trasero; lo recuerdo perfectamente, tan marcado y grueso~

El rostro de Israel estaba rojo a más no poder, teniendo su respiración pesada, además, de sentir su pene ponerse duro, haciendo gran presión contra su ropa. - E-eso fue antes de todo lo ocurrido.

- Aún así, sé que no se te quitan las ganas, vamos~ dime la verdad. - Perú se dio la vuelta, quitándose el cinturón y bajándose lentamente el pantalón, meneando sus caderas.

Esa acción tentó al asiático a querer manosearle y apretarle el trasero, e incluso si hacía todo el esfuerzo para resistirse al cuerpo tan sexy del sudamericano, por su cabeza no pasaba otra cosa que no fuera penetrarlo una y otra vez, disfrutando de sus gemidos y su apretado ano, hasta dejarlo chorreando de su semen por todos lados.

- Perú, en serio estoy bastante ocupado con... con... es por...

- Israel~ ¿seguro que no quieres~? Tú solo no tienes que hacerte cargo del evento, que los demás hagan su parte, tú mereces liberar esa irá y estrés, tal vez... con algo de dominación sobre otro country~

Fue esa palabra... su punto de quiebre.

Antes de que el peruano pudiera reaccionar, el blanquiazul lo tomó del hombro, girándolo bruscamente hacia él, para enseguida sujetarlo con firmeza de la cintura, apretándolo y atrayéndolo hasta chocar sus miembros. - ¿Eres consciente de lo que sucederá?