Los matrimonios entre familia, son algo de todos los días. Mientras no fueran hermanos, no importa si comparten apellido. Entre más pura se conserve la sangre de su linaje, mucho mejor.
¿Y entonces por qué Hoseok jamás pidió la mano de Taehyung?
La respuesta es más simple de lo que parece, pues el hombre de piel blanca, no considera su alma lo suficiente digna para unirla con la del doncel.
Taehyung es simplemente el ser más bello en toda la extensión de la palabra, su alma, su esencia y su corazón, son tan puros como para pretender alcanzarlo, corromperlo y ensuciarlo por las manos que tan manchadas de carmín están.
Desde que fue elegido por su tío, Kim Namjoon; sabía que podía darle una vida digna, que a su lado nada podría faltarle. Estaba dispuesto incluso de perdera vida por él, de vivir mil vidas más sí es a su lado, si sus preciosos ojos topacio brillan para él, y solo para él.
Ha estado enamorado de su primo el tiempo suficiente para saber, que todo en él brilla, que su piel es suave como la seda, y su cabello rizado y rebelde como el agua del río fluyendo y chocando contra las rocas. Que su voz se corta cuando algo le duele, y que llena sus mejillas como una tierna ardilla si la comida en su plato es su favorita. Que adora cantar mientras toca el piano, y que borda hasta ver sus preciosos dedos sangrar cuando está estresado. Que llora en silencio y se rompe cuando piensa que nadie lo ve. Que se esconde el mundo cuando esté lo hiere a profundidad.
Lo sabe todo de él, sus anhelos y más grandes sueños; sus tristezas e inseguridades; su mal humor y arranques de ira. Kim Taehyung, es tan interesante como los astros del cielo, sublime, perfecto y etéreo.
Y ahora mismo no sabe que hacer, no soporta el ardiente dolor en su pecho cada que ve su sonrisa geométrica brillar para un hombre indiferente. Ese hombre que le ha arrebatado el amor más grande y puro de su vida.
Lleva un tiempo viviendo en el palacio junto a su pequeño castaño, está junto a él más tiempo del que pasa con su esposo. Lo ha visto quedarse dormido mientras lo espera, lo ha notado perder el brillo de sus ojos cuando esté no llega a las citas que le prometió; lo ha atrapado tragandose su tristeza para él mismo, y lo ha escuchado llorar cuando piensa que se ha ido.
Lo rompe, lo jode, pero no se siente capaz de hacer nada. Su cabeza sigue queriendo buscarle una excusa a esos tratos tan indiferentes, a esas miradas frias y fastidiadas que el pelinegro le da cuando Taehyung le plática su día.
Lo jode, le arde ver cuando el príncipe le roba pequeños y discretos besos a los labios que tanto añora.
La resignación es la zona en la que se ha mantenido oculto, la cobardía no le permite salir del agujero tan profundo de su dolor.
Pero está tarde, todo ha dado un giro inesperado.
Su niño no está por ninguna parte.
Taehyung desapareció...
[...]
La mañana pinta con entuciasmo el cielo, y todo parece indicar que será el día perfecto.
Se ha mantenido en la tina de su baño el tiempo suficiente para empapar su piel de aroma a jazmín, se ha aplicado un tratamiento en el rostro, y ha pedido que lo maquillen, peinen y arreglen de manera especial.
El vestido que luce en su cuerpo es precioso y sutil, con las costuras adecuadas, en los lugares correctos, destacando la finura de su estrecha cintura, y lo ancho de sus caderas.
El color rosado aperlado de la prenda hace destacar lo acanaledo de su piel, y porta joyería fina de oro en su cuello y orejas.
Esta perfecto, se ve perfecto.
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FATE
Fanfiction¿La venganza es tan dulce como dicen? ¿Cómo pudo un corazón tan puro llenarse de tantas espinas? En un mundo donde ser un doncel es considerado antinatural; el apuesto príncipe heredero de un reino en desdicha, se ve obligado a contraer matrimonio c...