Taehyung.
¿Alguna vez lo has sentido? Aquel mareo involuntario que te obliga a aspirar con fuerza para intentar mitigar el nauseabundo sabor de la desesperanza. El hormigueo en tus manos que no desaparece incluso si las frotas con insistencia por lo bajo de tu camisa, o la niebla en tus pupilas que te hace perder el equilibrio. ¿Lo has sentido?
¿Has sentido infame huracán que arremolina tus emociones y las hace correr con violencia por todo tu cuerpo, erizando tu piel, y aturdiendo tus sentidos hasta que se apoderan completamente de ti, cada parte de ti, para después instalarse brutalmente en tu pecho, oprimiéndolo tanto que sientes tus pulmones pequeños e imposibilitados para llenarte del oxígeno que quizás te facilitaría pensar con más claridad?
Quizás te has enfrentado al ardor provocado por tus lágrimas acumulándose en las esquinas de tus ojos hasta que llega un momento en el que ya no puedes retenerlas más, y la inmensa necesidad de salir gritando, de suplicar por una ayuda que jamás llega, porque te das cuenta de que sin importar el gentío a tu alrededor estás solo, siempre has estado solo, agonizando y sufriendo una tortuosa vida que realmente no quieres, que no pediste y que no disfrutas.
Estás a punto de morir, lo sabes, pero no quieres hacerlo, involuntariamente te niegas a abandonar un plano que no nota tu presencia, que no valora tu existencia y no sufriría tu ausencia.
¿Qué tan malo sería morir ahora? Después de todo, lo haré algún día, pero quizás sí es mi mano quien sostiene la soga podría irme con la satisfacción de que fuí yo, quién acabó con mi propia miseria.
»Mi decisión, mi decisión, mi decisión.«
Me repito constantemente para convencerme a mí mismo, y quizás a ti, de que esto es lo mejor que puedo hacer por mí, incluso si te parece ridículo o desesperado.
Tal vez mi padre lloré mi muerte y se sienta tan culpable que su alma se desgaste. Quizás Hoseok extrañe mi presencia y desate su furia en un inocente y distraído ser que le cruce enfrente.
Pero, ¿Él me echará de menos?
Sé que no lo hará, y eso es lo que más me duele. Duele tanto que no puedo soportarlo más.
¿Qué placer puedo encontrarle al vivir si el único hombre al que amo me desprecia de tal manera? ¿Cómo podré llegar a conciliar el sueño si en cada una de mis noches estallo en llanto, y mis sábanas se sienten frías y desoladas, vacías? ¿Pueden mis labios suplicar por un beso más incluso si él gira su rostro para negármelo? ¿Qué será de mi pobre corazón si continúa ignorando mis palabras, mi presencia y mi amor?
Tengo claro que jamás fuí fuerte, mucho menos valiente, pues el mundo me enseñó que no soy digno de amor. Mi extraña naturaleza, mi preciosa naturaleza me ha condenado a recibir cientos, por no decir miles, de comentarios que sobrepasan la crueldad y la decencia. Me excluyeron y me hicieron sentir asqueroso en mi propia piel.
Sin mi madre a mi lado, sin sus brazos protectores, consuelo y consejo, desde niño me sentí insuficiente, ajeno a mi realidad. Mi padre cuidó de mí como bien pudo, aunque nunca fue suficiente pese a lo agradecido que estoy por ello, sin embargo yo quería volar, extender mis invisibles alas y planear por el vasto cielo como las aves que veía por mi ventana. Alejarme de todo y todos para demostrarles que no soy tan frágil como me creyeron; pero, una vez más al intentar salir de mi jaula dorada, caí en picada por lo débiles que fueron mis extremidades.
Fracasé. Lo arruiné.
Únicamente quería ser uno de ellos, reír hasta que mis mejillas se entumecieran y el llanto brotara de tanta alegría. Por las noches anhelé encontrar un lugar al cual pertenecer, sentirme amado, escuchado y valioso. Sólo quería sentirme vivo.
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FATE
Fanfiction¿La venganza es tan dulce como dicen? ¿Cómo pudo un corazón tan puro llenarse de tantas espinas? En un mundo donde ser un doncel es considerado antinatural; el apuesto príncipe heredero de un reino en desdicha, se ve obligado a contraer matrimonio c...