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Versión sin censura disponible en INKSPIRED.
════ ∘◦❁◦∘ ════El doncel dejó escapar una risita coqueta, y extendió sus brazos al aire. Jeon sin decir nada más, se lanzó al cuerpo del castaño, y lo tomo de la cintura para rodar en la cama, dejándolo a él contra el colchón.
– Te amo mucho Jungkookie. — susurro sobre sus labios. — Me haces tan feliz...
El pelinegro acortó la distancia, y se inclino para dejar besitos tronados en sus labios sin poder evitar la sonrisa que salía tan tonta de su interior complacido por sus palabras. — Yo te amo más, pequeño ángel, mucho, mucho más.
– No Jungkookie, yo siempre te amaré más.
– Puedo dejarte ganar cualquier cosa, precioso doncel, pero en esto no pienso ceder jamás, porque tú, mi bella flor blanca, eres el motivo de mi entera existencia, de mi felicidad y preocupación; eres tú el ser más divino que ha pisado esta tierra, y yo soy tan afortunado por tenerte así, entre mis brazos, para la eternidad. Dime esposo mío. ¿Cómo podría no amarte?
Las mejillas del castaño se tiñeron de carmín, y cohibido por las hermosas palabras de su amante, escondió su rostro en el cuello ajeno. — No digas cosas como esas tan a la ligera, Jungkookie, me haces sonrojarar.
Con sus brazos como cuerdas, fuertes y firmes en su cintura, Jeon se atrevió a llevar su nariz a la cabellera contraría, y aspiró descarado su aroma. - Te ves precioso cuando te sonrojas, mi amor, tus mejillas parecen unas tiernas manzanas que estoy dispuesto a morder.
– ¡Jungkookie! ¡Eso sería canibalismo! — chilló en protesta. — No puedes simplemente darme una mordida como si fuera una fruta. ¡Soy un humano! ¡Soy tu esposo!
La risa de Jungkook brotó genuina desde su diafragma, y soltando ligeramente su agarre, dirigió su diestra al rostro ajeno para obligarlo a mirarlo. - Y por eso mismo es que quiero y puedo darte las mordidas que quiera, porque eres mío, mío, mío.
– Soy tuyo Jungkookie. ¿Tú eres mío? — preguntó con timidez.
– Soy enteramente tuyo, mi precioso y pequeño jazmín...
El suave y gentil susurro de su nombre ser llamado por los labios de una mujer, provocaron que sus ojos se abrieran de golpe, e inmediatamente se encontró extendiendo sus palmas por el colchón, en busca del doncel castaño con el que no había parado de soñar desde que falleció, y como todas las veces no logro encontrar más que vacío y frío ocupando su cama.
Su corazón se apretó ante el recuerdo de su sueño, y deseó que fuera real. Sus lágrimas se acumularon con tristeza en la esquina de sus ojos, y se permitió soltar un grito rabioso cuando la impotencia disipó su pena.
Apretó sus cabellos negros con fuerza, intentando diluir de alguna manera el dolor en su corazón, hasta que se vio preso de unas cuantas miradas curiosas.
– Alteza. — saludaron las criadas al verlo sentarse en la cama. — Buen día.
Jeon suspiró con fastio mientras limpiaba sus lágrimas con la manga de su pijama. ¿Que de bueno tenía un día más sin él?
– Buen día. — fue lo que respondió. — ¿Qué hora es?
La mujer más grande entre el personal dió un paso al frente, y se inclino nuevamente en una reverencia. — Las cinco de la mañana, alteza. Hemos venido más temprano ya que el parlamento estará aquí a las siete en punto.
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FATE
Fanfiction¿La venganza es tan dulce como dicen? ¿Cómo pudo un corazón tan puro llenarse de tantas espinas? En un mundo donde ser un doncel es considerado antinatural; el apuesto príncipe heredero de un reino en desdicha, se ve obligado a contraer matrimonio c...