Capítulo 7: Viendo rojo

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Antes de llegar a la barra, New sacó a su mejor amigo a la pista de baile. Mis ojos viajaron a su camisa de seda negra, deteniéndome en esos pezones rosados. Tenía buenos movimientos, le admitiría eso. Un pensamiento sexual apareció en mi mente, y tuve que apartar la mirada. The Red Door estaba bastante lleno. Algunas caras nuevas, pero en su mayoría clientes habituales.

Cualquier persona nueva entrando era como carne fresca para aquellos de nosotros que no tenían la imaginación para otra cosa que presentarse en el bar cada fin de semana. Especialmente chicos que lucían como Krist y New. Pedí una cerveza, bebí la mitad de ella, y luego regresé mi atención a la pista de baile.

Mirar fijamente no fue a propósito, sobre todo sabiendo que probablemente tenía la misma expresión en mi cara que cada idiota que los miraba. La canción terminó, y Krist empujó a New de nuevo a la barra. Estaban jadeantes, sonrientes, y sólo lo suficiente sudorosos como para lucir atractivos.

—Así va a ser toda la noche, New. Sólo ignóralos. —dijo Tay. La cara de New estaba jodida con disgusto, mirando detrás de mí. Podía imaginar quién estaba allí. No podría haber sido Gun. Él no era de los que esperaban en los laterales.

—Parece que hay una bandada de buitres —dijo New despreciativamente.

Miré por encima del hombro, y tres de los chicos de la hermandad de Joss se encontraba parados hombro con hombro. Otro de ellos se paró junto a mí con una sonrisa brillante. Todos sonrieron cuando hice contacto visual, pero rápidamente me di la vuelta, bebiendo la última mitad de mi cerveza. Por alguna razón, los chicos que actuaban de esa manera a mí alrededor ponían a New de bastante mal humor. Sin embargo, no podía estar en desacuerdo con su referencia de buitre.

Encendí un cigarrillo y luego pedí dos cervezas más. El rubio a mi lado, Cap, sonrió y se mordió el labio. Hice una pausa, sin saber si iba a llorar o abrazarme. No fue hasta que Lay destapó y deslizó las botellas por encima de la barra que supe por qué tenía ese aspecto ridículo en su cara. Tomó la cerveza y comenzó a tomar un trago, pero se la quité antes de que pudiera, y se la entregué a Krist.

—Uh... no es para ti. —Cap pisoteó hasta reunirse con sus amigos. Sin embargo, Krist parecía perfectamente conforme, tomando tragos de tamaño enorme.

—Como si yo fuera a comprar una cerveza un chico cualquiera en un bar —dije. Pensé que eso se añadiría a la diversión de Krist, pero en su lugar alzó la cerveza con una mirada amarga en su cara. —Tu eres diferente. —dije con una media sonrisa. Chocó su botella contra la mía, claramente irritado.

—Por ser el único chico con el que un chico gay, que no tiene ningún estándar, no quiere dormir. —Tomó un trago, pero le quité la botella de su boca.

—¿Lo dices en serio? —Cuando no respondió, me incliné más cerca para un mayor efecto. —Primero que nada... tengo estándares. Nunca he estado con un chico feo. Nunca. En segundo lugar, quería dormir contigo. Pensé en tirarte sobre mi sofá de cincuenta maneras diferentes, pero no lo hice porque no te veo de esa manera. No es que no me atraigas, simplemente creo que eres mejor que eso. —Una sonrisa presumida se deslizó por su rostro.

—Crees que soy demasiado bueno para ti.

Increíble.

Él realmente no lo entiende.

—No puedo pensar en ningún solo chico que conozca que sea lo suficientemente bueno para ti. —La petulancia se disolvió, reemplazada por una conmovida y agradecida sonrisa.

—Gracias, Sing —dijo, poniendo su botella vacía en la barra. Él realmente podía poner a todo mundo en su lugar cuando quería. Normalmente, lo llamaría descuidado, pero se conducía con tal confianza... no sé... todo lo que hacía era caliente. Me levanté y agarré su mano.

Caminando junto a ti [PERAYA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora