Omega Aberration [YOONMIN]

5. Pain

Todo dió un giro inesperado con solo el pasar de una semana; Hyuwon había cambiado su horario de trabajo y ahora llegaba más temprano a casa, pero lo que era demasiado extremista es que contrato un alfa de seguridad para que lo estuviera vigilando durante las horas que se iba. Fuera de su casa se encontraba aquel hombre haciendo que durante el día se pusiera ansioso al saber que había alguien más aparte de él.

Jimin no sabía cómo llevar su vida ni cómo retomar su plan que parecía intacto desde que se enteró de su embarazo; quería largarse de ahí antes de que la temporada de apareamiento llegará y antes de que su pancita creciera más y le fuese imposible correr o hacer movimientos bruscos.

Esperaría paciente el día correcto para huir de ese alfa y que no lo encontrará más, porqué después de días de pensarlo supo que a pesar de todo debía volver a tomar sus esperanzas del suelo y decidirse en huir de ahí, pues él era el único que podía salvarse a sí mismo.

Hyuwon llegó sobre las cuatro de la tarde perturbado a Jimin quien aún no había realizado la cena y hasta el momento se encontraba bañándose de forma tranquila.

La puerta del baño se abrió bruscamente haciendolo exaltarse por el fuerte aroma a limón y alcohol que se  comenzaba a expandir en todo el lugar.

Él alfa tenía los ojos oscuros y dilatados, parecía fuera de sí por lo que sabía lo que se avecinaba. No lo habían hecho en semanas por lo que estaba asustado por lo que podría pasar al ser tomado por un alfa borracho y excitado.

Cerrando la llave del agua, con calma y lentitud tomó la toalla de baño y la enredo en su cuerpo intentando quitar la vista del alfa de él. Era incómodo y le daba asco que lo viese así, pero no había otra opción.

– No te pedí que te taparas, ¿O sí?– la voz amenazante y baja hizo que su piel se erizara, comenzando a temer por lo que haría decidió solo obedecer en silencio. – Así es. Debes ser obediente con tú alfa. Recuerda, solo eres un cara y cuerpo bonito.

Él alfa se acercó hasta él, sintió su nariz en su cuello y solo pudo temblar levemente. No debía alejarse ni hablar solo dejarse llevar aunque no le gustará.

– Tienes un rico aroma. Ahora, irás a la cama y te pondrás en cuatro. Mas te vale lubricar sino quieres lastimarte.

Obedeció de forma automática y aunque no pudiese lubricar. Con el rostro contra la almohada quiso intentar excitarse para que ese alfa no lastimara su interior, pero no pudo, por más que quisiera no podía lubricar ni sentirse caliente como cuando entraba en celo, pues se sentía triste.

Sollozando por lo bajo, solo arqueo su espalda exponiendo su trasero y protegiendo su vientre. Sería una larga noche.

Había dolido tanto como la última vez. No podía dejar de llorar desde que entró al baño a limpiarse, está vez ni siquiera hablo o intento detenerlo solo se quedó callado hasta el final empinando su rostro contra la almohada y pensando en otra cosa. Pero eso no quitaba el hecho de que Hyuwon no hubiera dejado marcas en su cuerpo.