Omega Aberration [YOONMIN]

21. Alpha instinct

Jimin se despertó con un raro malestar en el vientre, aún con los ojos cerrados olfateo a su alrededor sintiendo el aroma de Yoongi impregnado en las sábanas. El aroma a eucalipto invadía por completo su cuerpo haciéndolo sentir demasiado confortante y seguro, tan en paz que solo se acurrucó cubriéndose con las sábanas suspirando satisfecho.

Era raro sabiendo que ningún omega marcado podía resultarle agradable el aroma de otro alfa que no fuese la pareja quien lo marco.

Haciéndose bolita en las mantas demasiado somnoliento como para ponerse a pensar lo que hacía dejó fluir su aroma sintiéndose satisfecho cuando ambos se combinaron creando un fresco aroma que lo hizo sonreír.

Jimin arqueó la espalda cuando un espasmo recorrió su vientre y algo húmedo mojo su ropa interior. Fue ahí cuando de golpe la consciencia llegó a su mente haciendo que abriera los ojos de golpe dándose cuenta que estaba abrazando la almohada de Yoongi y que tenía las sábanas a su alrededor cubriéndolo.

Frunciendo el ceño confundido por el punzante dolor en su vientre se asustó al sentir su lobo alterado en su interior. No solo era el lubricante que invadió su entrada, ni el dolor en su vientre sino ahora su lobo pedía insistentemente salir en busca del alfa que lo marcó creando un sentimiento ansioso en su pecho.

Asustado por eso abrazo su vientre esperando calmarse, la marca en su cuello ardió de forma dolorosa haciéndolo jadear totalmente adolorido. No estaba excitado, ni tampoco caliente, solamente el dolor lo invadia de forma tan fuerte e incómodo. Un espasmo recorrió su cuerpo entero, no sabía que le ocurría pero no podía ser posible que los episodios que antes había tenido con su lobo volvieran.

– No puede ser. – murmuró sintiendo su respiración agitarse al estar luchando con su lado lobuno. No quería que saliera, no quería que pidiera por Hyuwon ni que lo necesitará.

No le gustaba ser un omega que necesitará de alguien.

Jimin solo intento controlar a su lobo esperando que se calmará, olvidando por completo que todo se debía al pre-comienzo de la temporada de celo de los omegas.

La temporada de celo en alfas y omegas era dos veces al año, temporada en dónde la mayoría de población omega era fértil y si no tenía pareja debía cuidarse de cualquier alfa que quisiera violarlo.

Jimin paso varios celos solo, siendo cuidado por su madre quien evitaba que saliera de su habitación o hiciera algo tonto. Sobretodo se encargaba de hacerle tés que relajaban a su lobo recordándole que cuando estuviera casado con su alfa podría recibir su ayuda y así todo dolor desapareceria.

Antes de que los días de apareamiento llegarán a su cúspide dónde ningún omega o alfa tenía la completa racionalidad de su mente, los omegas días antes sufrían dolor en su vientre o cuerpo entero además de un exceso de lubricante que les hacía saber que los días de celo estaban cerca.