Omega Aberration [YOONMIN]

10. Diet

Jimin se había aseado de forma lenta y sin usar tanto sus manos. Fue un desafío demasiado difícil, y aunque necesito un poco de ayuda de Yoongi al ponerse las bolsas de plástico en las manos y en abrir la puerta, se sentía satisfecho con el resultado.

Saliendo del baño, secó su cabello un poco. Tan solo dejo la toalla en el baño, su mente quedó en blanco al no saber que hacer.

No sabía si él podía comer junto con él alfa, aunque lo había invitado a comer tenía miedo de bajar y hacer algo mal delante de él y ser regañado.

Yoongi le había dicho que él no se dejaba llevar por estereotipos y odiaba las jerarquías, pero no estaba seguro de creerle, en su experiencia los alfas no eran personas confiables.

El hambre lo venció y comenzó a bajar  con lentitud las escaleras, se sentía ansioso que no se dió cuenta del fuerte latido de su corazón hasta que llegó a la sala de la casa viendo al pequeño cachorro dormido en un amplio sillón con cobijas a los lados.

Lo vio por segundos y ansió cargarlo sobre su pecho. Era tan pequeño y bonito que hasta ese momento se dió cuenta viendo con lentitud el rostro del bebé, del gran parecido que tenía con Yoongi. Salió de sus pensamientos cuando escucho ruido en la cocina, Jimin encamino sus pasos hacia ahi  viendo al alfa poner algunos platos en la mesa.

Tuvo el impulso de quitarle todo de las manos y decirle que él serviría, pero no sabía cómo él se tomaría eso así que solo se quedó parado en medio de la cocina esperando otra orden.

– Ya casi termino. Puedes sentarte en lo que sirvo. – dijó Yoongi haciendo que Jimin se pusiera algo nervioso al saber que un alfa le serviría comida.

Acción que nunca había sucedido desde que tenía memoria.

– Puedo servirme yo mismo, si quieres puedo servirte a tí también. – expresó con rapidez Jimin dando un paso hacia adelante.

Yoongi volteo hacia él haciendo que sin querer mirara al suelo, ya que podría molestar al alfa.

– ¿Ya viste tus manos? – la suave voz del contrario logro sacarlo de sus pensamientos y solo ver sus vendadas manos que ni siquiera podía mover del todo. – No hay problema. Solo siéntate, no me pasará nada si yo te sirvo la comida.

Y era verdad, pero no se supone que fuera así. Él era omega y debía servirle a cualquier alfa, debia conocer su lugar y ser útil en todo momento.

El estómago de Jimin se revolvió cuando supo hacia donde estaban llendo sus pensamientos. Incluso escapando y teniendo frente a él a alguien distinto a la sociedad que no seguía reglas ni estereotipos, con quién podía actuar como quisiera y no lo juzgaría; Jimin seguía pensando y encerrandose en su burbuja que durante años había odiado, seguía queriendo obedecer a las reglas de la sociedad.

– ¿Jimin-ah, estás bien? – la pregunta lo hizo levantar el rostro viendo que Yoongi lo miraba fijamente esperando una respuesta.

– Sí.

Respondió en voz baja para solo sentarse en la silla más cercana a él. El comedor era de cuatro sillas y hasta ese momento pudo fijarse en el jarrón sobre la mesa que tenía rosas rojas.

Solo segundos después, Yoongi había puesto un plato de comida frente a él haciendo su estómago rugir.

– Espero te guste. Hace mucho no cocino para alguien, por lo que me han dicho creo que cocino bien. – la comida era sencilla pero para Jimin era algo que hace años no había comido, dos huevos fritos junto con tres rebanadas de pan, una porción de verduras salteadas y una taza de café hicieron que Jimin se preguntara si podría comer todo eso.

Su madre le había dicho que el aceite en las comidas lo haría engordar, por lo que su dieta siempre se basó en vegetales y comidas con pocas calorías. El pan y el café era algo que no estaba en su dieta habitual, que aunque amaba sabía lo que podría hacerle a su cuerpo.

Tomando una pieza de pan jugo con ella en sus manos antes de partir un pedazo, se preguntó si podría comerlo pero la sensación fue extraña al estarse debatiendo en su interior sobre si comer eso o no.

– Si no te gusta puedo prepararte otra cosa. – la voz de Yoongi lo volvió a sacar de sus pensamientos dándose cuenta que él ya había comenzado a comer.

– Hace años desde que no como huevos, café y pan. – murmuró no sabiendo identificar sus emociones; debía estar feliz por poder comer lo que quisiera, pero porqué se sentía mal.

– Oh, lo siento. No te pregunté sobre tus gustos. Puedes dejar eso, te haré otra cosa.

– No. Comeré esto, en verdad quiero comer esto.

Yoongi le sonrió haciendo que llevará la vista hacia su plato al sentirse levemente nervioso.

– Come lo que puedas. Puedes dejar comida si te sientes lleno.

Jimin solo asintió para después comer un pedazo de pan sintiendo el suave sabor de la harina. Sin saberlo comenzó a comer sin pensar en las consecuencias o lo que sucedería si comía todas esas calorías. 

– Es impresionante que lleves años sin tomar café. Normalmente yo solo tomo café en las mañanas para iniciar bien el día y creo que me ayuda muy bien para tener energía. – habló Yoongi en medio de la comida, no miro a Jimin a los ojos, solo habló de forma tranquila. – Sé que a la larga hace daño, pero no puedo evitar tomarme una taza cuando el sueño me vence durante el día.

Él omega vió por segundos a Yoongi viendo cómo él seguía comiendo de forma tranquilo y pausada, aún era extraño que un alfa hablara de cualquier tema sin verse intimidante, o actuará como si no tuviese ninguna jerarquía.

Sus pensamientos lo traicionaban porque por una parte quería ser libre y otra solo seguía viendo las cosas basándose en los estereotipos de las jerarquías.

– Solía amar el café. – habló Jimin en voz baja jugueteando con la cuchara en su mano cuestionandose si debía continuar hablando o no. – Pero cuando me presenté como omega mi madre me prohibió tomarlo.

Con desdén levanto los hombros restándole importancia a lo que había dicho y sin esperar más continúo comiendo en silencio.

Ese día fue la primera vez en la que había comido junto a un alfa sin que le dijese gordo por haber terminado su plato.