Normalmente la rutina causaba estrés al estar repitiendo algo constantemente, pero cuando de forma genuina haces algo que te gusta los días pasan lentos dónde puedes disfrutar cada minuto del día.
Jimin experimento lo que era disfrutar el tiempo solo con amigos. Nunca hubiera pensado que tendría personas que compartieran su pensamiento haciéndole sentir cómodo sin charlas incómodas o siendo despectivos al momento de hablar sobre su vida.
Bailar se convirtio en un hobbie que le daba demasiada felicidad. Aún recuerda con claridad los primeros días donde era torpe, siendo sus movimientos lentos y teniendo nervios por cualquier paso de baile. Ni hablar de las puntas de sus pies que parecían romperse las primeras semanas o como Yoongi llegaba a darle masajes en los pies.
Aprender era parte del proceso para ser mejor, además para eso estaba ahí. El tiempo era el mejor aliado que pudo tener después de seis meses teniendo clase tras clase por horas pudo ser un principiante que pronto pasaría a un siguiente nivel.
Era tan emocionante poder realizar una melodía completa sin equivocarse.
Jimin aparte de estudiar ballet tenía otras clases extras que decidió tomar tan pronto se enteró que podía inscribirse; aprendía sobre contabilidad, leyes además de ortografía, cosas de “alfas” que solo omegas valientes sabían. Conoció amigos verdaderos con los que tomaba sus clases disfrutando el tiempo y hablando sobre temas de estudio o quejándose sobre la sociedad.
Se había ganado malas miradas pero con el tiempo entendió que eso no importaba, si solo seguía viviendo de aprobación nunca disfrutaría su vida, por eso se armaba de valor todos los días dispuesto a tomar lo mejor de las personas y rechazar todos los malos comentarios. Claro, al final del día terminaba deshaogandose con Yoongi o Seokjin si alguien lo hacía enojar.
Aunque la parte favorita de su día siempre sería regresar a casa. Yoongi cuidaba al cachorro durante la mañana encargándose de realizar sus remedios y tés medicinales, cuando Jimin llegaba es cuando cambiaban el rol y era turno del alfa de trabajar con Namjoon en su pequeño laboratorio.
Sin duda el descubrimiento de Namjoon y Yoongi iba avanzando rápidamente, la investigación estaba teniendo resultados aunque a veces tomaba demasiado tiempo. Terminando hasta la madrugada.
Pensar en todo lo que había sucedido en meses lo hacía sonreír al saber que estaba mejorando.
Jimin caminaba con prisa por el camino de tierra entre los árboles, el lazo le transmitía paz pero no podía soportar un minuto mas estar lejos de su alfa y de su cachorro. Aún seguía sorprendido con lo cercano que se volvió con BonWha, estando ahora con un año recién cumplido y en la etapa donde no quería estar lejos de él, llorando cada vez que se alejaba se preguntaba porqué parecía no querer estar con nadie.
Sabía que los últimos días Yoongi había batallado mucho con él, cada vez que salía por la mañana lo dejaba llorando. Le partía el corazón pero no podía detenerse solo por eso, a veces lo dormía o lo impregnaba con su aroma dándole besitos en toda su cara y eso ayudaba un poco a calmarlo aunque regresando no podía despegarse de él.
Sacando las llaves de su bolsillo visualizo la cabaña a lo lejos, había sido su hogar temporal por meses. Aunque era pequeño lograron acomodarse además de darle un toque para que pareciera un hogar.
Jimin abrió la puerta, tan solo puso un pie dentro el llanto acompañado del grito del bebé se dejó escuchar en toda la casa haciéndolo sonreír.
— ¡Mamá, mamá! — los balbuceos de BonWha se convirtieron en gritos así que se apresuró a caminar a la cocina donde se escuchaba la voz del bebé.
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Omega Aberration [YOONMIN]
Fanfiction© Escrito por: LittleShooky12 en Wattpad Vivir en una sociedad donde los omegas eran considerados piezas frágiles y objetos, tal vez no fue el mejor momento para que Park Jimin existiera. Su vida se había basado en una burbuja de perfección que tr...