Yoongi se había levantado temprano, el celo de Jimin por fin terminó después de un día cansado dónde terminaron teniendo sexo dos veces mas.
Ahora él rubio dormía tranquilamente en su cama rodeado de su aroma. No quería separarse de él, solo deseaba compartir su calor y deleitarse con el suave aroma a lavanda que le recordaba el campo, el viento fresco por la mañana de un día soleado, pero recordó la promesa que le hizo.
Después de que terminara el celo, saldrían a una cita y debía hacerlo ese día. La siguiente semana sería caótica para él, su celo seguía y no estaba seguro de compartirlo con Jimin así que su decisión aún no estaba tomada pero quería hacer sentir bien al omega por ese día.
Solo por ese día quería olvidar todo el caos que vendría y disfrutar el día.
– Cielo, despierta. – murmuró Yoongi sobre la suave mejilla dejando un casto beso
– Jimin.Él omega respondió con la garganta, un adorable puchero se instaló en sus labios mientras fruncía el ceño, pero seguía sin abrir los ojos, solo se removió acomodándose en la cama.
– Jimin despierta. Tengo que decirte algo. – murmuró de nuevo está vez dejando pequeños besos en su cuello, quedándose quieto justo donde el aroma a lavanda se intensificaba más.
– ¿Qué sucede? – habló Jimin con voz somnolienta tras un bostezo. Acariciando descuidadamente el cabello negro.
– Saldré un par de horas, prometo no tardar así que no te preocupes. Cerraré la puerta de entrada con seguro pero si lo necesitas hay una copia en la cocina de la llave. – explicó saliendo del cuello del omega, sus ojos no estaban del todo abiertos y su cabello rubio caía despeinado sobre su frente. No pudo evitar abrazarlo por la cintura acercándolo a su cuerpo.
– ¿Qué harás?¿A dónde irás?
– Es una sorpresa. – sentenció dejando un beso en su frente antes de alejarse un poco, debía irse ya. – Te gustara estoy seguro. Por cierto, eres realmente hermoso recién levantado.
Las mejillas de Jimin se habían sonrojado, sus ojos se abrieron por completo y está vez fue el turno de él omega de dejar un corto beso en la nariz del pálido.
Esa había sido su última conversación antes de salir de casa.
Planeaba limpiar la hierba donde estaba sin ningún árbol, su plan era llevar al omega a conocer los alrededores y platicarle un poco sobre algunas flores, árboles o simplemente hablarle sobre él, llegada la tarde llegarían a esa zona que limpiaba donde instalaria una manta para hacer un picnic.
Pero lo que realmente lo tenía emocionado era lo que sucedería en la noche. Yoongi sabía que esa parte descubierta del terreno, es donde la obscuridad de la noche la cubría totalmente dejando ver las estrellas alumbrando el cielo. Intuía a Jimin le gustaría y de solo pensarlo podía imaginarse su sonrisa.
Duro un par de horas desmontando la zona, un trabajo demasiado cansado que valdría totalmente la pena. Esa última semana fue acelerada y dolorosa para él omega, así que darle un poco de espacio y aire fresco podría ayudarle a desestresarse.
Tenía todo perfectamente planeado.
El sentimiento de tristeza en su pecho era demasiado grande, era raro, desde que se había despertado Jimin solo pudo hacerse bolita en la cama esperando que el aroma de Yoongi lo calmara.
Había estado ansioso por minutos después de que Yoongi se fue, quería saber qué sorpresa estaba haciendo para él pero se quedó de nuevo dormido cuando su cuerpo se sintió cansado de la cintura, pero ahora, se levantó con ese malestar.
Mordiendo su labio inferior con fuerza cuando la marca en su cuello ardió dolorosamente se removió en la cama ansioso, en un chillido paso su mano por la cicatriz, estaba caliente e hinchada. Ni siquiera quería verse en un espejo.
Asustado intento tranquilizarse, todo tenía que tener una explicación sobre lo que estaba sintiendo, quizá su lobo estaba rechazando la marca después de haber pasado su celo con otro alfa, sí debía ser eso. Intento convencerse de eso y en un momento se tranquilizó, pero todo pareció descontrolarse cuando su instinto le pidió salir.
Lo sabía con solo sentir la desesperación de su lobo y aún así se negaba a aceptarlo.
Él estaba cerca, llamándolo por el débil lazo que compartían.
Jimin se sintió desprotegido, vulnerable a cualquier cosa deseando con todo su ser que Yoongi regresará. Sí seguía con esas emociones era seguro que sería encontrado y lo menos que quería en ese momento era volver al pasado con ese alfa.
Le gustaba como estaba siendo su vida ahora, le gustaba su libertad, tomar decisiones propias, estaba descubriéndose a si mismo y sobretodo le gustaba Yoongi, no quería separarse de su lado ni del lado de BonWha, amaba al cachorrito por sobre todas las cosas.
El pasado con el presente no tenía punto de comparación, además tenía tantas ganas de saber qué es lo que Yoongi preparo para él.
– No. No. No. – murmuró Jimin asustado cuando el aire faltó en sus pulmones, la sensación era asfixiante y sus ojos se tornaron llorosos.
Debía tomar el control de la situación pero su lobo parecía demasiado alterado rogando salir. Tras una respiración se levantó de la cama corriendo hasta el closet de Yoongi, saco la mayoría de sus prendas y las junto en la cama junto con la sábana, todo olía a eucalipto; hizo un nido en la cama de forma rápida y torpe, acobijandose con la sábana quedó en medio rodeado del aroma del alfa.
Se sentía bien, era como ser abrazado por él. Estaba siendo cubierto y por fin pudo respirar correctamente. Tomando una respiración, Jimin cerro los ojos con fuerza, rogando que todo fuera una mala pesadilla esperando que la marca en su cuello dejara de latir.
Escondido, sollozo teniendo miedo de lo que pudiera pasar. El silencio era tan aterrador que quedó completamente paralizado cuando el toque de la puerta de entrada se escuchó un par de veces.
Yoongi nunca tocaba la puerta.
Acurrucándose entre la ropa tapo sus oídos pero aún así seguía escuchando el seco y fuerte toque casi desesperado que lo hizo llorar con los segundos.
Él lo había encontrado y se negaba a abrir la puerta.
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Omega Aberration [YOONMIN]
Fanfiction© Escrito por: LittleShooky12 en Wattpad Vivir en una sociedad donde los omegas eran considerados piezas frágiles y objetos, tal vez no fue el mejor momento para que Park Jimin existiera. Su vida se había basado en una burbuja de perfección que tr...