Omega Aberration [YOONMIN]

39. Lemon

La emoción por hacer algo por la persona que amas es demasiado grande cuando se trata de una sorpresa. Yoongi estaba ansioso por llegar a casa y decirle a Jimin que se vistiera para salir.

Quizá era simple pero lo preparo con mucho cariño solo para él.

El viento ese día estaba pegando sobre su rostro, era agradable, en medio de todos los árboles y estando a unos cuantos metros de su casa noto un peculiar aroma a limón que alteró sus sentidos.

Su lobo se removió inquieto agudizando su olfato, caminando con lentitud se escondió entre los arbustos más cercanos.

« No me gusta el aroma del limón. Me trae malos recuerdos porque él olía así »

Las palabras que Jimin le había dicho hace semanas se repetían en su cabeza, causando un escalofrío en su cuerpo y la irá en su lobo. Se dió cuenta de la figura masculina que estaba frente a su puerta.

El cabello castaño caía en su frente, sus facciones eran lo necesario para intimidar a cualquiera. Formalmente vestido odio tanto esos pantalones negros junto con su camiseta blanca. Yoongi no se reconocía, el impulso de ir hacia ese hombre y golpearlo hasta el cansancio inundó su mente. Quería averiguar cuánto tenía que pegarle en la cara para verlo sufrir.

Sus emociones se revolvían en su mente, el enojo lo inundaba pero su lado consciente le decía que debía actuar sensatamente y no impulsivamente. No sabía desde cuándo ese alfa estaba frente a su puerta, lucia tranquilo así que suponía no tenía mucho tiempo. Tampoco sabía si Jimin se había dado cuenta de su presencia pero rogaba que no, estaría aterrado escondido y solo pensar eso lo alteraba

Tomando una grande respiración se tranquilizó, calmo a su lobo y se encamino con lentitud hacia él. Haría como si no conociera a Jimin y lo negaría, le diría que nunca lo había visto. Lo convencería de que nadie estaba ahí y debía ser rápido porque la necesidad de tener a Jimin en sus brazos se hacía cada vez mayor.

Cuando sus ojos se fijaron en los de ese alfa fue suficiente para saber que sí era él.

– ¿Qué hace usted aquí? – preguntó Yoongi tranquilo, como si solo tuviera curiosidad y estuviera defendiendo su territorio, eso era normal entre alfas. – ¿Sabe que está es propiedad privada? No puede solamente pasearse por aquí como si fuera dueño.

– Tengo el permiso de las autoridades para entrar a propiedad privada. – sentenció con voz firme dando un paso hacia él mostrando en su mano un especie de carta con un sello que a Yoongi no le importaba. – Seré directo del porqué me encuentro aquí. Hace meses mi omega escapó al bosque, lo llevo buscando desde ese entonces. El lazo de la marca que tenemos me trajo hasta aquí, así que no me puede negar que usted lo está escondiendo.

Yoongi estuvo a punto de bufar y maldecirlo, pero se contuvo. La única expresión que demostró fue fingida confusión.

– No se de lo que me habla. Hace años que vivo solo, no es mi problema que su omega haya huido de usted. Por algo lo habrá hecho. – fue directo y sin titubeos plantandose frente a él sin bajar el rostro.

Él alfa castaño rio con burla, su lado alfa comenzaba a despertar y le rogaba golpearlo.

– ¿Se divierte jugando con el omega de otro alfa? Sabía que eso esta penado por la ley y lo puede llevar a juicio. Más aún cuando ese omega está embarazado. – la pausa trajo un completo silencio, lo suficiente para que todo el cuerpo de Yoongi se paralizada levemente aturdido por la declaración.

Sabía que estar con un omega marcado por otro alfa era algo prohibido ante la ley, pero eso no le importó mucho, la sociedad y el gobierno era un asco, tan hipócritas que prefería no tomarlos en cuenta. Pero lo que le sorprendió fue escuchar que él rubio estaba embarazado, cosa que estaba seguro era falsa pues Jimin nunca le dijo nada de eso, tampoco dió síntomas.