22

305 22 0
                                    





▫️◽️▫️◽️▫️◽️▫️◽️▫️◽️▫️
Forzar algo que ya está tenso solo hará que todo explote
🪡
P22
◽️▫️◽️▫️◽️▫️◽️▫️◽️▫️◽️


🔳🔳🔳🔳🔳🔳🔳🔳🔳🔳🔳🔳🔳🔳

Mónaco, Montecarlo

—Te llevo.

Señala con la cabeza y lo sigo. No hablamos en el transcurso a su auto.

Se adelanta abriendo la puerta del copiloto y entro cerrándola por mi cuenta.

—Toma.

Me lanza una sudadera y una gorra a la cara.

Arschloch.

Se ríe por lo bajo.

—Es para que no te reconozcan.

Siento ese filo en el estomago y picazón en los ojos.

Trago todo el sentimiento y extiendo la sudadera. Es color blanco con Ferrari en letras gigantescas.

—Es de mis favoritas.

—Ah.

Saco el suéter en mis hombros y me la encimo.

La gorra es la misma que usa en cada Gran Premio.

Que ego tan alto tiene.

—Esa siempre la llevo.

—Ah.

Acomodo mi cabello para que tape lo más posible mi rostro y con la gorra me ayudo más. Saco mis gafas de mi bolso.

Salimos de aquel lugar tomando la calle.

Pongo play y Done for me de Charlie Puth ft Kehlani es la canción que sonaba, la regreso para escucharla desde el inicio.

Al menos sus gustos musicales no son tan malos.

Veo por la ventana agachada en mi asiento. Comienza a ocultarse el sol.

—Te ves más sospechosa así.

Ruedo los ojos fastidiada y no digo nada.

—¿Me seguirás ignorando?

No contesto, paso mi brazo por encima de mi cabeza y el otro apoyado en este.

El temblor a causa de la fuerza que estoy ejerciendo con este me frustra. Pero el enojo con mi cuerpo y sus reacciones no me deja abandonar esa posición.

Tengo que soportarlo. Solo forzándolo podré volver a hacer lo que solía hacer.

Siento los ojos cristalizarse mientras la temblorina se torna dolorosa.

Con su mano siento como baja mi brazo de la posición en la que lo tenía.

Muerdo mi labio conteniéndome.

—Está bien si me ignoras, pero no te dañes.

Mantengo mi vista a mis pies.

Concertada en la marchita de la bota izquierda. Eso me irrita, sin duda cuando llegue tirare estas estupidas botas.

—Eli —suena autoritario— ¿Que es lo que hice para que me odiaras tanto?

Y es ahí cuando suelto todas mis emociones contra él:

—En serio Lecrerc —rio secamente cruzándome de brazos— en primer lugar fuiste tú quien dijo que quería alejarse y ahora me estás haciendo regresar a ti solo porque tu ego no soporta verme con alguien siendo feliz mientras tú te pudres en el olvido. Y para colmo cumples lo que dijiste —siento como mi voz se rompe con esto último:— ¡soy tan desagradable que me escondes con una estupida gorra y una sudadera!

The Last Call - Charles Lecrerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora