32

280 24 0
                                    




◾️◼️◾️◼️◾️◼️◾️◼️◾️◼️◾️◼️◾️
Dos palabras de su boca y me vuelvo un pendejo a su lado
🧵
P32
◼️◾️◼️◾️◼️◾️◼️◾️◼️◾️◼️◾️◼️

🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲

Charles

🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲🔲

Miami, Florida

De nuevo al mismo maldito muro.

La buena energía que llevaba se apagó con esto.

Entre al box de Ferrari listo para una junta en la que me recordarían lo idiota que soy. Porque lo era.

Me dejaron en la entrada al paddock y lo primero que noté fue a la chica que tenía mi corazón riendo por un chiste que Mick le contaba, su relación era linda.

En una de sus noches entre mis brazos me contó que se conocían desde niños, pues sus padres trabajaban juntos, de hecho fue Schumacher quien la lió a Doohan.

—La clasificación se dio por terminada después de ti incidente —me informan.

—¿Lugar?

—Empiezas desde séptima. Russell delante y Ocon atrás. Pérez se llevó la pole. Verstappen estará en noveno por lo que tenemos que tener cuidado.

Me pasará en un dos por tres.

Desvíe la mirada y la hermosa chica explosiva estaba tirada en el pasto del estadio justo fuera de su motorhome. Con las manos estiradas al igual que los pies.

Cuando mi sombra le dio abrió un ojo y palmeó a su lado libre, del otro lado estaba Schumacher.

—Ven Charlie —dijo con los ojos cerrados—. Mick y yo estamos aprovechando el sol de florida para broncearnos.

Me senté a su lado sin acostarme por completo como ellos.

—Ya vuelvo —nos avisa el aleman poniendose de pie y sacudiéndose el trasero. Eli se carcajea de él, tiene toda la parte trasera verde por el pasto— ¿Qué?

—Nada —le digo restándole importancia para reír de él nuevamente cuando se voltea.

—Siento lo de la clasificación —toma mi mano de manera reconfortante.

—No es tu culpa.

—Tampoco tuya.

Siento la necesidad de atraerla a mi cuerpo y besarla frente a todos. Pero la suprimo con un asentimiento.

•••

Desperté con su cuerpo a mi lado, estos amaneceres valían la pena, ella boca abajo con la espalda desnuda tapada solo de la cadera para abajo por la sábana.

Desde que arribamos a Miami su habitación estaba "ocupada" solo que sin ninguna persona o objeto dentro. Creo que ni siquiera había utilizado su llave.

Desparramada por el colchón, con un antifaz y la boca abierta, así dormía mi bella Donna.

Cuando me moví para ir a preparar el café esta gruño jalándome de nuevo.

—Un rato más —gimió.

—Hoy es día de carrera.

Dicho eso se levanto dejando caer la sabana para darme una mejor vista aún. Se me puso dura de golpe.

The Last Call - Charles Lecrerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora