Blue [Lumity]

Uno.

Amity saltó afuera, sintiendo el sol caliente del verano que caía sobre su piel. Vio un destello de cabello rubio y felizmente corrió hacia la mujer en el jardín, dejando su vestido fluir libremente a sus espaldas.

—¡Boo!

La mujer saltó, causando que Amity se echara a reír y se tumbara en el suelo a su lado.

—Oye, boba, me has dado un susto de muerte —su tía se puso a reír, mientras alborotaba el cabello marrón de Amity—. ¿Qué pasa?

—Tío Tommy me dijo que dejara de molestarlo, así que vine aquí —Amity se encogió de hombros y se inclinó para mirar lo que su tía estaba haciendo—. ¿Esas son rosas?

—Tulipanes —su tía le corrigió, sin dejar de utilizar la pequeña pala para cavar pequeños agujeros en el jardín—. No le hagas caso. No es más que un gruñón —añadió, dando a Amity una suave sonrisa.

—Lo sé —Amity sonrió ampliamente—. Yo sólo trato de ser amable con él, porque si eres amable con la gente, entonces no tienen nada en contra de ti ¿cierto?

—Cierto —la mujer rubia asintió, arrugando la nariz—. ¿Cómo te hiciste tan inteligente, niña?

—Tú —Amity sonrió, arrastrándose hacia adelante y ayudando a aplanar la tierra alrededor de los tulipanes que justo había plantado—. Y mis padres, cuando estaban vivos, por lo menos.

—Hablas mucho de ellos ¿eh? —la tía Susie detuvo sus movimientos y miró a Amity. Confundida, la niña pequeña sólo asintió.

—¿Eso es malo? —Amity preguntó, inclinando su cabeza hacia un lado.

Le gustaba hablar acerca de sus padres. Cuanto más hablaba de ellos, era más fácil recordarlos. La última cosa que ella quería era olvidarlos.

—Claro que no —su tía rió suavemente—. Sólo estoy sorprendida.

—Me gusta hablar sobre ellos —Amity se encogió de hombros y estudió las flores con atención—. Eran buenas personas. Se merecen que hablen de ellos. No creo que quieran ser olvidados, ¿verdad?

—Eres demasiado lista para tu propio bien, niña —la mujer rubia sonrió suavemente y apretó el hombro de Amity—. Estoy muy orgullosa de la persona en la que te estás convirtiendo, ¿lo sabías?

Amity rió tímidamente y miró hacia abajo, sacudiendo su cabeza.

—¿Lo estás? —preguntó, mirando hacia arriba de nuevo.

—Por supuesto que lo estoy —la mujer rió, poniendo su atención lejos del jardín—. No sólo eres el tipo de chica que se sienta y acepta ciegamente lo que la gente le dice. Tú preguntas cosas. Tú ves cosas y las interpretas. Eres hermosamente extraordinaria, Amity.

La niña pequeña sonrió tímidamente y entrelazo sus manos juntas.

—Me alegra que tenga que quedarme con ustedes —dijo suavemente.

—No te estas quedando con nosotros, Amity. Solo estás con nosotros. No es una cosa temporal. Somos una familia ahora, ¿está bien?

—Bueno —Amity asintió suavemente, arrastrándose hacia ella y envolviendo los brazos alrededor de su tía—. Gracias.

—No necesitas agradecerme —la mujer mayor rió suavemente, alborotando el cabello de Amity—. Ahora ve adentro y agarra tu guión, ¿está bien? Practicaremos una vez más para la obra antes de que la cena esté lista. Espero que seas el mejor árbol número dos que tu escuela haya visto.