Blue [Lumity]

Tres.

Amity arrugó la nariz, rodando sobre ella para tratar de evitar la luz cegadora proveniente de la ventana. Unos instantes más tarde su mente se encontró con la realidad y se sentó rápidamente. Sus ojos escanearon la habitación y hubo un estado de pánico.

—¿Lulu? —preguntó ansiosamente mirando hacia la parte de la cama vacía donde Luz había estado.

Salió de la cama y se mordió el labio nerviosa. ¿Dónde se había metido Luz?, Amity siempre era la primera en despertarse.

—¿Hola? —Amity levantó la voz y buscó por todos los rincones en busca de alguna señal de Luz—. ¿Lulu?

Dio un salto cuando la puerta se abrió de golpe y Hunter apareció, levantando una ceja a la jóven.

—Está en clase Amity, ya lo sabes —Hunter se frotó los ojos.

—No dijo adiós —Amity sacudió su cabeza y se sentó en la cama—. Está enfadada conmigo.

—O a lo mejor llegaba tarde —Hunter suspiró y caminó hacia Amity, sentándose al lado de ella—. Estará de vuelta antes de cenar, siempre lo está.

—Lo sé —Amity se echó en la cama y se cubrió totalmente con las mantas.

—¿Qué estás haciendo Mittens? —Hunter la miro y rió, Amity se alejó.

—Estoy durmiendo. Por favor, vete —se dio la vuelta en la cama. No quería que Hunter viera que estaba enfadada porque Luz no se despidió.

A Amity los “adiós” le asustaban, pero de otra forma también le reconfortaba. Ya tuvo que decir muchas veces adiós en su vida. ¿Y si Luz nunca volvía?
No podría ni recordar las últimas palabras que intercambiaron.

Hunter suspiró decidido. Dejó la habitación sin decir ninguna palabra más, haciendo que la jóven se estremeciera cuando cerró la puerta. Amity giró la cabeza y se mordió el labio. Suavemente se desenredó de las mantas y caminó al pasillo. La música estaba a todo volumen en la habitación de Hunter, asumió que Gus todavía estaba dormido y Luz y Willow en clases.

Con cuidado Amity se sentó en el suelo, donde estaba la puerta y se puso sus converse. No estaba muy segura de que hacer con los cordones, así que simplemente los dejó sin atar. Levantándose de nuevo, revisó el lugar para asegurarse de que nadie la iba a ver salir por la puerta principal.

El parque estaba al otro lado de la calle, lo recordaba. Soltó una tímida sonrisa cuando recordó las flores que Luz había plantado allí. Habían estado tan ocupadas con las vacaciones que no se acordaron de ir a visitarlas en un tiempo. Amity sabía que era tiempo de darles algo de atención.

Se estremeció cuando estuvo afuera, vio los zumbidos de los coches en esa calle ruidosa. Los coches eran malos. Al menos que estuvieses dentro de ellos. Si no estabas dentro de ellos, caminar cerca podría ser bastante peligroso. Luz le había enseñado eso.

Luz también le había enseñado cómo cruzar la calle y así no correr ningún peligro con los coches. Amity miró al cielo y sonrió, contenta de estar en el exterior. Estaba frió pero eso no le molestaba mucho.

Estaba parada pacientemente esperando en la cera a que el muñequito del semáforo indicará que se podía pasar. Segundos más tarde, el tráfico se paró y Amity caminó al otro lado con una sonrisa orgullosa.

Rápidamente caminó dentro del parque, aumentando el ritmo cuando ya estaba más cerca de las flores. Le recordaban a Luz. Bonitas y coloridas. Pero Luz estaba enfadada con ella, así que sus flores eran la siguiente mejor cosa.

Su expresión cambió cuando rodeó la esquina y se encontró con algo inesperado. Las flores estaban tiradas en el suelo, Amity se agachó y recogió algunas de ellas.