Veintinueve.

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—Hoy, Blight —el hombre gruñó, sus dedos se cerraron en un puño alrededor de la parte delantera de la camisa de ella—. Sucede hoy. ¿Me escuchas?

Amity asintió frenéticamente, sutilmente tratando de zafarse del agarre de su tío. Cuando la soltó, ella dio un par de pasos hacia atrás y alzó la mano para alisar su camisa.

—Lo haré —ella asintió con la cabeza rápidamente, aclarándose la garganta y mirando tímidamente al hombre frente a ella.

—Sé que lo harás —dijo en voz baja, su voz volviéndose grave—. Fuera.

—Sí, señor —susurró Amity. La pequeña niña fijó su mochila en sus hombros antes de prácticamente correr de su casa. Hoy. Hoy era el día.

Bueno, prácticamente cualquier interacción con Luz ya la ponía nerviosa. Pero ahora... esto era diferente.

Lo recordaba claramente. Su tío había llegado a casa la noche anterior, arrastrando las palabras y agitando la botella vacía alrededor de ella. "Yo no estoy trabajando con ese hijo de puta Noceda," le había gritado, enviando a Amity pánico. ¿Qué había querido decir?

Y entonces ella vio que algo cambió en él. Como si él pareciera más tranquilo. Fue entonces cuando se gir a Amity, presentándole su plan perfecto.

"Vas a hacer que nos odien", se había reído con amargura. "Vas a hacer que su hija nos desprecie."

Amity se había confundido al principio, y había tenido pánico. Su miedo solo creció cuando él exigió que hiciera algo... CUALQUIER COSA, para que Luz la odiara. Suficiente como para que fuera a casa y le dijera a su padre.

Y entonces él podría presumir de su perfecta pequeña Amity. Suficiente para que Mannie Noceda no pudiera soportarlo más. Y entonces, su tío tendría el trabajo para él solo.

Amity pensó que era ridículo usar a su propia sobrina como un arma. Pero, por supuesto, que había aprendido a no subestimarlo.

Así que ahora, pocas horas después de salir de la escuela, Amity se puso nerviosa en el frente de la cafetería. Ella lo había planeado lo mejor que pudo. Todo lo que ella iba a hacer era tomar el teléfono de Luz y revisarlo por algunos momentos. Eso no haría mucho daño, ¿verdad?

Pero tenía que hacerlo creíble. Ella no podía meter la pata. Si no lo hacía bien, Amity sabía que las cosas no terminarían bien para ella.

Pero demonios, mírenla. Ella era Luz Noceda. Y ella era hermosa. Amity no se negaría a sí misma ese hecho, aunque se suponía que tenía que estar enamorada de Scott.

Después de debatir qué hacer por demasiado tiempo, Amity tomó una respiración profunda y rápidamente hizo su camino a través de la cafetería. “Exprésate, Blight”. Ella había estado en clases de teatro. Podía interpretar a un personaje.

—No estoy interesada en tipos como él.

Amity se detuvo cuando escuchó que esas palabras escapaban de la boca de Luz. Ninguno de los chicos en la mesa había notado su presencia todavía.

—O tal vez no estás interesada en los chicos en absoluto —Amity espetó.

Había oído rumores. Demonios, todo el mundo lo había hecho. No estaba segura de si eran verdad, pero ella estaba jugando un personaje. Tenía que hacer que Luz la odiara. No podía correr el riesgo.

Los ojos de Amity aterrizaron en el teléfono de Luz y ella rápidamente lo agarró, justo cuando la chica levantó la vista. Sus ojos se encontraron brevemente, y Amity sintió caer su corazón a su estómago. No podía mirar a Luz, por lo que rápidamente desvió los ojos hacia el teléfono desbloqueado de la chica morena.

Blue [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora