Blue [Lumity]

Treinta.

Las dos chicas se sentaron en silencio por un rato, sintiendo tantas emociones diferentes a la vez. Amity finalmente levantó la cabeza y apretó la mano de Luz. Se reunieron sus ojos por unos momentos y Amity le dio un guiño suave, haciéndole saber que estaba lista para salir.

Luz se levantó antes de ayudar a Amity a ponerse de pie. Hubo un silencio cómodo entre ellas. Las dos estaban en un estado de conocimiento. Las chicas estaban lo suficientemente cerca que las palabras no eran necesarias. Ellas sólo lo sabían. Ninguna de ellas había experimentado eso con alguien.

Amity apoyó la cabeza en el hombro de Luz mientras se abrían paso entre el gimnasio y todo el frente de la escuela. El regreso a casa fue en silencio. Fue en este punto que Luz comenzó a preguntarse cuándo Amity diría algo. Quería saber lo que estaba pensando.

La casa estaba llena cuando lograron volver a casa. Luz tiró de la mano de Amity, tratando de llevarla al piso de arriba antes de que alguien descubriera que estaban de vuelta. Por desgracia, fueron interrumpidas por pequeños pasos que se acercaban por la escalera.

Vee inclinó la cabeza hacia un lado cuando vio a las dos niñas. Ella se dio cuenta de inmediato que algo andaba mal.

—¿Por qué estás triste? —la pequeña rubia saltó los dos últimos escalones y tiró suavemente de la manga de Amity para conseguir que mirara hacia abajo—. ¿Qué pasa, Amety?

Luz abrió la boca para detener a Vee, pero Amity se le adelantó.

—Lastimé a Lu —susurró Amity, sacudiendo la cabeza.

Luz levantó una ceja, pero antes de que alguien pudiera responder, oyó el eco de la voz de su padre a través de la casa.

—¿Luz? ¿Estás en casa? ¡Necesito tu ayuda con algo!

La chica de ojos marrones miró a Amity, pero su novia sorprendentemente asintió para que ella fuera.

—¿Estás segura? —susurró Luz.

Amity se limitó a asentir. Luz se mordió el labio, vacilante, pero corrió hacia el otro lado de la casa para ver lo que su padre necesitaba. Vee tiró de la manga de Amity, una vez más para obtener su atención.

—Siempre hablo con mami cuando estoy triste y ella me ayuda. Vamos —Vee llevó a Amity en dirección de las escaleras.

Amity se mordió el labio, permitiendo a la niña más pequeña llevarla arriba al dormitorio principal.

—Mami, Amety está triste —Vee hizo un puchero, soltando la mano de Amity y arrastrándose sobre la cama donde la madre de Luz estaba sentada con un libro en sus manos.

La mujer levantó la vista cuando Vee le agarró la mano.

—¿Qué? —Camila miró a Amity, que estaba de pie tímidamente en la puerta con su cabeza hacia el suelo.

—Ella dijo que lastimó a Luz —susurró Vee.

La mujer levantó una ceja y se volvió hacia su hija.

—¿Puedes ayudar a King con la cena? Esta es una conversación de mayores —Camila dio a Vee una suave sonrisa.

La pequeña niña asintió con la cabeza, saltando de la cama y deslizándose por Amity fuera de la habitación.

—Ven, siéntate —Camila se dirigió a la joven de ojos dorados, acariciando el borde de la cama.

Amity levantó la vista lentamente. No estaba segura si Camila hablaba en serio o no. Vacilante, la chica menor avanzó hasta la cama y se sentó lentamente.

—No estoy enojada contigo, Amity —la mujer se rió en voz baja, incitando a Amity para meterse más cerca.

—La lastimé —susurró Amity. Ella sacudió la cabeza y miró hacia abajo. No le gustaba saber que una vez había tenido un efecto negativo en Luz. Solo quería hacer cosas buenas para ella.