Veintidós.

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Luz se despertó en la madrugada encontrando las mantas fuera de su cuerpo. Era algo usual con Amity, normalmente las quitaba de la cama mientras dormía, pero cuando se dió la vuelta para colocar las mantas en el cuerpo de Amity se dió cuenta de que solo ella estaba en la cama.

Se sentó rápido y estuvo más confusa cuando vió las mantas en la esquina de la habitación, estaban aseguradas en la puerta del armario y una parte de la pared. Como si estuviesen creando algún tipo de fuerte. Y la culpable tenía dos pies asomando debajo de las mantas.

Luz despacio se levantó, mirando a Amity. La de ojos dorados se sentó frente a su fuerte sacando una manta y mirando a su novia.

—¿Por qué has hecho esto? —Luz preguntó girando la cabeza. Amity se mordió el labio—, ¿Has tenido otra pesadilla? —Luz se arrodilló al lado de Amity. La joven asintió, sintiéndose de alguna manera culpable por haber molestado a Luz—, ¿Y has construido este fuerte? —Luz levantó una ceja.

—Para mantener las cosas malas alejadas —Amity dijo suave. Luz asintió.

—Bien, entonces muévete —sonrió—. Recuerda que la medicina no va a funcionar de inmediato.

Luz hizo un gesto a Amity para que se echara al lado de ella. La chica de ojos dorados suspiró y se relajó contra Luz, quien la abrazó para que estuviera más cerca.

—Pareces cansada —Luz notó, girándose para acariciar suavemente el brazo de Amity—. Intenta dormir un poco más. Estaré aquí cuando despiertes.

Suspirando suavemente, Amity bostezó y enredó sus manos debajo de las mangas de Luz.

Una hora más tarde, Luz sintió a Amity retorcerse debajo de ella. Se enderezó, alborotando el cabello de su novia mientras los ojos miel de Amity se iban abriendo. A Amity le tomó un segundo saber dónde estaba, pero cuando vio a Luz, sonrió.

—Buenos días —Luz susurró, secándose los ojos. Al final, ella también se había quedado dormida.

—Buenos días —Amity sonrió ampliamente. Bostezó y se levantó, obligando a Luz a hacer lo mismo.

—Alguien ha…

Luz fue cortada cuando sintió unos labios chocar contra los suyos, metiéndola en un apasionado y hambriento beso. Luz se sorprendió cuando Amity la empujó hacia atrás para ponerse encima de ella y deslizar su lengua en su boca. 

Su mano blanca la tomó con fuerza de la cintura y subió un poco su camisa de pijama, subiendo y bajando sus caricias con necesidad. Una ola de euforia recorrió el cuerpo de Luz y tuvo que desconectar el beso para recuperar el aliento. 

Amity se sentó con esa sonrisa tonta que siempre tenía. 

—Muy buenos días —Amity sonrió ampliamente, saliendo del fuerte antes de que Luz pudiera procesar lo que acababa de pasar.

Mientras Amity salía felizmente por el pasillo para ir a la cocina, Luz se quedó en el fuerte tratando de entender qué acababa de ocurrir. Amity nunca había estado tan... ansiosa antes. Eso era nuevo.

—¿Tacos?

—No, Amity. Es hora de desayunar, los tacos son para la cena.

—Los cereales son para el almuerzo.

—Oh Dios mío —Hunter sacudió la cabeza, alejando la caja de cereales de Amity y colocándola sobre la parte alta de la despensa. Amity resopló molesta. Luz vio la escena con una sonrisa.

—¿Esto? —Amity buscó en la despensa, sacando una caja de mezcla de muffins. Hunter la tomó ansiosamente, contento de que por fin hubiera encontrado algo que pudiera servir como desayuno.

Blue [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora