Blue [Lumity]

Dos.

—Vamos —Luz dijo en voz baja, mirando como Amity brincaba alrededor de la habitación en un pie, tratando de ponerse sus zapatos.

La chica alta se rió y volvió a caer en la cama, finalmente poniéndose el segundo zapato.

—¿A dónde vamos? —preguntó Amity, inclinando la cabeza hacia un lado. Miró inquisitivamente a los cordones de sus zapatos antes de mirar a Luz.

—Al centro comercial —Luz le informó, agachándose para anudar los cordones de Amity—. Necesitas zapatos nuevos. Y ropa.

—¿Lo necesito? —Amity frunció las cejas, mirando hacia abajo a sus zapatos. Parecían perfectamente bien para ella.

—Prácticamente tienes agujeros en esos zapatos —Luz se rió, poniéndose de pie y señalando para que Amity la siguiera—. Además, necesitas un abrigo para el invierno. Aunque es enero, no parece que se vaya a terminar pronto.

—Oh —Amity asintió y estudió la cara de Luz—. Estás enojada conmigo.

Ahora fue el turno de Luz para confundirse.

—¿Enojada? —levantó una ceja— ¿Qué te hace pensar que estoy enojada contigo?

—Yo estaba mal —Amity negó con la cabeza y siguió a Luz por el estacionamiento.

Una vez que llegaron al coche, la chica de ojos dorados suspiró suavemente y ella misma abrochó el cinturón de seguridad en el asiento del pasajero.

—¿Estás hablando de anoche? —Luz preguntó mientras salían de la zona de aparcamiento. Amity asintió vacilante.

—Lo arruiné —Amity arrugó la nariz—. ¿Por qué soy así?

—Porque tú eres tú —Luz se encogió de hombros y se inclinó para juntar sus dedos.

Ella no iba a negar que Amity era diferente. La chica ya lo sabía. Luz sólo quería asegurarse de que Amity no le debía una disculpa a nadie por la forma en la que ella era.

—Y soy estúpida —Amity murmuró, sacudiendo la cabeza y mirando hacia abajo.

—Mity… —Luz suspiró—. No eres estúpida.

Esa conversación se había vuelto recurrente últimamente.

—Pero yo no… —Amity se quejó y apartó la mano de Luz—. No quiero hablar ahora —murmuró, sacudiendo la cabeza y presionando su frente contra la ventana.

Suspirando, Luz regresó su mano de nuevo al volante. No estaba segura de que algo de lo que había dicho haría que Amity creyera en ella.

El resto del viaje fue prácticamente silencioso. Amity no entendía la tensión entre ellas. ¿Luz estaba enojada con ella? La chica había estado molesta con Amity la noche anterior.

Amity cerró los ojos. Todo el mundo debe estar molesto con ella. Ellos no entendían. Ella respiró hondo, como le habían enseñado a hacer cuando se sentía ansiosa.

—Estamos aquí —dijo Luz suavemente, estacionando el auto en una plaza de aparcamiento libre.

Amity levantó la cabeza y estudió el gran edificio en frente de ellas. De repente se sintió cada vez más nerviosa.

En el momento en que ella se bajó del coche, corrió hacia el lado de Luz y se aferró a su antebrazo. Lo último que quería era estar separada de la otra chica. Luz era su salvaguarda, su seguridad. Sin ella, todo era diez veces más aterrador.

Luz miró a Amity, mordiéndose el labio mientras conducía a la chica alta por el centro comercial.

—No iré a ninguna parte, Mity —Luz se rió en voz baja. Amity miró alrededor y Luz podía ver el nerviosismo en sus rasgos—. Vamos, no hay mucha gente aquí.