8. Dibujo

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— ¿Quieres dejar de verme así? Es molesto — dije a Roy que ignoró mi petición y siguió mirándome cómo si fuera un animal de circo, yo bufé con molestia fingida y miré a Azul, quién también me miraba cómo si me hubiese crecido otro ojo en la frente — ¿Qué está mal con ustedes dos? Son espeluznantes.

— Nunca había oído a Emilio reír y lo conozco desde hace casi 3 años — dijo Azul, algo dentro de mí se removió con violencia, quise creer que tenía parásitos y nada más.

Por supuesto que ayer Emilio sólo había tratado de vengarse de mí por burlarme de él, pero no pude evitarlo, su repulsión al color rosa lo hacía más gracioso y debo admitir que todo mi humor de mierda se esfumó en un segundo. No parecía tan raro verlo reír, su risa era ronca y profunda, increíblemente sexy si me lo preguntas y a veces hacía esa cosa de poner su lengua entre sus dientes que lo hacía verse irresistible. Quería besarlo tanto, pero estoy seguro que él no querría eso ¿verdad? De todos modos, últimamente había pensado que un hombre tan magnífico cómo ese no podría ser gay y menos no tener novia, era físicamente imposible. Me imaginaba una rubia natural ó una pelirroja bonita con más curvas que un reloj de arena, menuda y perfecta, la odiaba y en serio ni siquiera sabía si existía, pero mi mente había creado a la señorita perfecta cómo novia de Emilio y eso iba a ser difícil de superar. Maldición me odio.

— No es cómo si fueran los mejores amigos, Blue — yo rodé los ojos con molestia y me acerqué a la barra del café frente al local, hoy me tocaba a mí venir por cafeína, pero ni Roy ni Azul me iban a dejar en paz por lo que me siguieron cómo si fuera un animal exótico caminando tranquilamente por la calle.

— Ese no es el punto — dijo Roy abriendo mucho sus ojos ámbar — Yo tampoco lo había visto reír así.

— Él no habla contigo, no cuenta — dije rápidamente y le entregué mi pedido a la mujer detrás de la barra, Roy resopló.

— Él no habla con nadie, bueno tal vez a excepción de Jorge y ahora tú — rodé los ojos y me puse en la linea de espera junto a los dos idiotas que me acompañaban.

— ¿Saben qué no había notado antes? — preguntó Azul y ambos la miramos con impaciencia — Ambos parecen hermanos.

— ¡Dios, no gracias! — chillé y Roy me dió una mirada asesina y cruzó los brazos sobre su pecho.

— Disculpa ¿Hay algo de malo con ser mi hermana falsa?

— No te ofendas cariño, pero eres demasiado idiota para ser mi hermano — sonreí con malicia y besé su mejilla mientras su ceño se profundizaba.

— ¿Si? Pues tú eres muy chillón — abrí la boca para discutir, pero fuí llamado por los cafés, le dije a los chicos que me ayudaran con la carga y una vez que estuvimos fuera grité.

— ¡No soy chillón! Imbécil — Azul soltó una carcajada y dijo.

— Enserio, podrían ser hermanos, mismos ojos, mismo color de piel, mismo color de cabello natural — ella me dió una mirada y yo rodé los ojos — ¡Y hasta el mismo aro en la nariz! Ni siquiera Germán se parece tanto a tí Joaco.

— ¿Germán? — preguntó Roy y yo suspiré.

— Germán. Mi hermano mayor — le dí una mirada a Azul —vendrá por sus vacaciones de primavera, probablemente esté aquí para finales de ésta semana.

— Oh, demonios — Azul sabía muy bien cómo era mi hermano, ella misma había estado del otro lado de la furia de Germán Bondoni un par de veces cuándo éramos pequeños — ¿Porqué no actúa cómo un tipo de su edad y se vá a emborrachar con sus amigos universitarios por ahí? ¡Es el receso de primavera!

Inked Love // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora