Inked Love // Adaptación Emiliaco

12. Película

— Bien — dije después de que todos nos reunieramos fuera del local, Roy y Sebastián inmediatamente encendieron sus cigarrillos mientras hablábamos — ¿Quieren ir al cine después de todo?

— ¡Oh, yo quiero! — chilló Blue saltando de arriba a abajo cómo una niña pequeña, rodé los ojos y asentí en su dirección para tranquilizarla.

— ¡Hay una nueva de terror que tenemos que ver! — dijo Roy con el mismo entusiasmo. Mi cara debe haber reflejado mis pensamientos porque el idiota sonrió con malicia haciendo que el aro en su nariz brillara un poco — ¿Te dá miedo pequeño Joaco?

—¿Qué? ¡No! — grité y al mismo tiempo se escuchó a Germán gritar un “¡Si!” — Tú ni te atrevas a hablar porque eres un miedoso, Germán.

— No tan miedoso cómo tú — de una forma muy madura le saqué la lengua y crucé los brazos sobre mi pecho en señal de molestia.

— Oí que hay una nueva de comedia — dijo Azul tratando de ayudarme, pero Roy saltó de inmediato.

— ¡No voy a ver cursilerías románticas! — exclamó indignado, tiró la colilla de su cigarro al suelo y se preparó para la batalla de su vida con Azul, pero Sebastián los interrumpió.

— De acuerdo, pongámoslo a votación antes de que haya derramamiento de sangre ¿quién quiere ver la de terror? —todos los demás hombres levantaron la mano cómo si fueran uno, dejándonos a mí y a Azul echando humo.

— ¡Eso no es justo, son 4 y nosotros 2! — Azul movió su cabello rosa, pero aparentemente no obtendría lo que quería.

— Vamos querida, te sostendré mientras gritas en mi pecho — Sebastián movió las cejas hacía Azul que se sonrojó profundamente y lo empujó enfadada. Aún no entendía cómo ella podía mantenerse a raya sobre los encantos de Sebastián, yo seguramente estaría derretido en el suelo.

Todos empezaron a caminar hacía los autos y yo me quedé atrás muriendo en silencio hasta que ví que Emilio también se alejaba y caminaba conmigo.

— Hola — dije con una pequeña sonrisa que él me devolvió.

— Hola ¿estás bien? Pareces preocupado.

— Te parecerá idiota — dí un pequeño suspiro y él se detuvo dándome toda su atención, debo admitir que me puso nervioso su mirada fija — Es sólo que soy un cobarde total y me dan mucho miedo esas películas — lloriqueé cómo una bebé haciendo pucheros, pero Emilio solamente sonrió un poco y se acercó más, puso un dedo bajo mi barbilla haciendo que levantara la vista.

— Hey no te pongas así, está bien — luego hizo lo impensable y acarició mi mejilla con su dedo tan suavemente que casi pensé que lo había imaginado — Yo te cuido ¿de acuerdo?

Luego él simplemente me guiñó un ojo y se fué dejando que brillantes y enormes signos de exclamación bailaran en mi cerebro. Exhalé cuándo me dí cuenta que no podía retener más aire y me quedé de piedra unos segundos viendo cómo su espalda ancha se alejaba hacía el auto de Sebastián que curiosamente me miraba con una sonrisa de oreja a oreja. Sacudí mi cabeza y corrí al auto de Germán cuándo empezó a gritarme, mis pies se movían, pero mi cabeza seguía en esa mirada café y esa caricia tan sutil.

Llegamos al cine y de inmediato Azul tomó mi mano y me llevó al baño de damas mientras les gritaba a los chicos que quería palomitas extra grandes.

— Muy bien, suéltalo — por un momento pensé que hablaba de mi cabello ó algo así.

— ¿De qué hablas, Blue? ¿Enloqueciste al fin? Sabes que estamos en el baño de las chicas y yo soy un chico ¿verdad? — aproveché la oportunidad y me metí en un cubículo, pero no contaba con que ella no me iba a dejar sólo un segundo.