39. Extra - Una Boda Llena De Tinta

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1 año y medio más tarde...

Miré mi dedo anular izquierdo por trigésima vez ese día, aún me dejaba perplejo de que ese hermoso anillo estaba ahí. Aún recordaba bien el día que todo ocurrió, por supuesto mi hombre no había cambiado nada y seguía sin saber qué es el romanticismo...







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FlashBack

Esa mañana desperté con la cegadora luz del sol que entraba por la ventana, por un momento antes de abrir mis ojos odié un poco a Emilio por no correr las cortinas. Me removí en mi sueño y solté un suspiro de pura infelicidad cuándo empecé a abrir mis ojos, yo estaba durmiendo de espaldas a la puerta y a Emilio, así que por unos confusos segundos no supe porqué él estaba agachado junto a la cama mirándome cómo si fuera la cosa más increíble del mundo. Entonces la luz golpeó algo brillante que llamó mi atención, mis ojos fueron automáticamente a mi mano izquierda que descansaba sobre la cama y mis ojos se abrieron al ver el anillo que no estaba ahí la noche anterior.

— ¿Cariño? — él sostuvo mi mano y besó mis dedos uno por uno, mi corazón empezó a golpear a toda velocidad.

— Eres la persona más maravillosa que he conocido en mi vida Joaquín Bondoni, alegras mis días cómo nadie jamás había hecho — a éste punto yo estaba al borde de las lágrimas, cómo pude me incorporé en la cama hasta estar sentado — Cásate conmigo, sé mío para siempre por favor... Sé que no es mucho lo que ofrezco, pero...

— ¡Sí! Oh dios, sí — me lancé sobre él y lo besé hasta que ambos caímos al suelo.

— No me dejaste terminar — protestó cuándo me alejé lo suficiente de su boca para besar todo su rostro.

— Eso no importa ¡Te amo y me casaré contigo! — luego oí su risa y sentí sus brazos aprisionando mi cintura. Le sonreí a mi prometido sintiéndome más feliz que nunca.

Fin del FlashBack



— Te vas a quedar ciego — Azul Guaita me sacó de mis ensoñaciones y se acercó para sentarse en la silla junto a la mía, estábamos en la peluquería arreglándonos para mi boda, ni siquiera terminaba de creer que era mi boda. — Ya deja de ver ese anillo.

— Aún no me lo creo — volví a mirar mi mano, pero me arrepentí al ver la cara de Azul a través del espejo, a veces me sentía un poco mal por presumir mi anillo frente a ella cuándo después de casi 4 años de relación Sebastián aún no le pide matrimonio y ella está tan desesperada por casarse.

— Oye no pongas esa cara — ella me sonrió — de verdad que estoy muy feliz por ustedes, son la pareja perfecta.

— Dios, estoy tan nervioso — Dije mientras la peluquera empezaba a secar mi cabello castaño. La verdad había estado toda la mañana con un nido de avispas asesinas en mi estómago que se revolvían cada vez que recordaba que hoy era el día de mi boda.

Inked Love // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora