》Cuándo Joaquín fué a visitar a su amiga al local de tatuajes, jamás pensó encontrarse con un chico cubierto de tatuajes y un secreto en la mirada. Él jamás había sido del tipo al que le atraían esas cosas, pero si quería recuperar la amistad de la...
- Entonces - miré a Germán que en realidad no me había hablado desde que salimos del cine, probablemente me vió con Emilio, por lo cuál mis mejillas se encendieron al instante. Agradecí que él estaba demasiado pendiente de la carretera frente a nosotros cómo para ver mi rostro.
- ¿Si? - pregunté algo dudoso, Germán me dió una breve mirada y yo tragué grueso.
- ¿Quién es ese chico?
- ¿Qué chico? - dije tratando de hacerme el tonto lo que pareció irritar a mi hermano.
- Oh, no lo sé tal vez el gorila imbécil con cara de asesino serial que tomaba tu mano - me quedé con la boca abierta mientras él alzaba una ceja en mi dirección y luego reía cómo un loco mientras yo le pegaba puñetazos.
- ¡Está bien! Vas a hacerme un moretón y luego tendremos un accidente, así que calmate - me aparté un poco, pero no sin antes darle un último golpe al idiota.
- Su nombre es Emilio, deja de molestar con eso ¡Estás actuando cómo Azul! Sólo somos amigos, de hecho creo que ni llegamos a eso porque hemos cruzado unas pocas palabras, somos compañeros de trabajo y ya.
- No tenías que darme la explicación de toda tu vida, hermano - rodé los ojos y me dí cuenta que tal vez soné demasiado ansioso y defensivo con respecto a la situación de Emilio - Sin embargo, te gusta ¿no es así?
- ¡¿Qué?! Nooo - Me sonrojé cuándo escuché el tono desesperado en mi voz y luego tapé mis ojos con las palmas de mis manos cuándo escuché las carcajadas de Germán.
- Oh dios mío, mi hermanito está enamorado - gemí patéticamente contra mis manos y sentí la mano de Germán alborotando mi cabello - Eres todo un desastre ¿no es así?
- ¡Callate, callate, te odio! - sentí que el auto se detuvo y salí corriendo antes de que Germán dijera algo más, saludé brevemente a mis padres cuándo entré en la casa y luego me encerré en mi habitación completamente sonrojado y furioso conmigo mismo.
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Me avergüenza decir que yo, Joaquín Bondoni en completo uso de mis facultades mentales me vestí para impresionar a un chico. Y digo que me "avergüenza" porque no soy del tipo de chicos y chicas que espera que un chico les preste atención por la forma en la que lucen, tampoco es cómo que estoy despreciando a ese tipo de chicos y chicas ¡Oye! Si te funciona sigue haciéndolo.
Pero al día siguiente no pude evitar ponerme un short (un short nuevo que mi madre me compró hace un tiempo y que tiré al fondo de mi armario) de color negro, una camisa tipo crop top, unos botines color marrón, una bufanda a cuadros rojo y negro y una chaqueta ligera ya que hacía un poco de frío, recogí mi cabello en una cola y apliqué un mínimo de maquillaje a mi rostro.
