32. Liberación - Parte 2

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Aviso: Contenido explícito 🔥🔥🔥🔥🔥🔥




Emi me besó nuevamente sin previo aviso, sentí sus labios suaves tomar los míos y su lengua invadir la mía con exigencia, sus manos viajaron a través de mi cuerpo acariciando mis pezones y bajando hasta mi trasero que apretó con fuerza, solté un gemido y eso sólo lo instó a saquear mi boca con más ánimo. Nunca me había besado así, tan primitivo y me encantaba.

Pasé mis manos por debajo de su camiseta sintiendo sus abdominales que flexionó apenas sintió mi toque, quería sentirlo, así que empujé su camiseta hasta que tuvo que parar de besarme para quitársela. Lo miré, desde sus hombros anchos, sus brazos musculosos, sus pectorales definidos y sus abdominales, todo eso cubierto de tinta. Era cómo un cruce entre el modelo de ropa interior más sexy que hayas visto y su cuaderno de arte lleno de dibujos.

Me acerqué nuevamente a él y lo besé, sus manos volvieron a colarse hasta mi cadera justo cuándo escuchamos los pasos de Kiko en el pasillo, él soltó una palabrota y yo me reí luego enrolló su brazo en mi cintura y me alzó pegándome a su costado mientras yo seguía riendo, nos encerramos en su habitación justo cuándo la puerta principal fué abierta.

— Eso estuvo cerca — dijo él contra mi cuello, me apoyé en sus hombros y lo miré, jamás había visto esa mirada en él, se veía tan feliz y tan tranquilo cómo nunca lo había visto. Estuve completamente seguro de algo en ese momento.

— Pareces feliz — le dije acariciando su cabello, él sonrió más ampliamente.

— Lo soy. Dios, Joaco... No había sido así de feliz en años y todo se debe a tí — sentí cómo mi corazón se hinchaba de felicidad — Todo ha sido mejor desde que te conocí.

— Te amo — dije con mi corazón corriendo a toda velocidad, su sonrisa se profundizó y tomó mi cara entre sus manos.

— Dilo de nuevo.

— Te amo — él estampó su boca contra la mía y de un momento a otro fuí llevado hasta la cama entre besos y caricias. A éste punto mi boca seguro estaba roja e hinchada, mi cabello revuelto y mi ropa un desastre, pero no me importaba, ya nada me preocupaba. Emi empujó levemente mi camisa y acarició mi estómago, yo gemí por el contacto, entonces él se alejó un poco y me miró.

— No intentaré nada ésta noche, sólo quiero besarte ¿está bien? — negué con la cabeza y le dí un beso en la mandíbula.

— Quiero estar contigo, estoy bien Emi — él no dijo nada, sólo me miró en silencio hasta que estuve a punto de arrepentirme.

— ¿Estás seguro?

— Completamente — supuse que eso fué todo lo que él necesitaba porque empezó a besarme nuevamente, pero ésta vez más suave y lento, acaricié sus bíceps gruesos con una mano y con la otra bajé por sus abdominales hasta sus pantalones, él soltó un gemido y quitó mis manos uniéndolas a las suyas sobre mi cabeza, me alejé un poco y él sólo me dió una sonrisa.

— Ésto no es sobre mí, Joa, quiero que sea sobre tí. Vamos a ir despacio, cariño — no pude evitar derretirme un poco al escucharlo, asentí algo avergonzado y luego besó mis mejillas — Amo cuándo te sonrojas, eres precioso — dejó un rastro de besos desde mi boca, pasando por mi mandíbula y terminando en mi cuello. Las manos de Emi vagaron por mi cuerpo hasta que subió mi camisa nuevamente por mi estómago, ésta vez me moví lo suficiente para que la sacara y la tirara al suelo — ¿Si?

— Si — dije sonriendo. Emi continuó besando mi cuello hasta llegar al centro de mis pezones mientras mi respiración se hacia más pesada, vagamente me pregunté si el top azul bebé no era demasiado aburrido, pero ese pensamiento se fué apenas sentí su mano quitándome y dejando mis pezones libres, me sentí un poco avergonzado porque mis botoncitos eran pequeños, pero Emilio no parecía nada decepcionado.

Inked Love // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora