Me encontraba a un par de cuadras del local de tatuajes sosteniendo un café en mi mano izquierda y mirando a los niños jugar en la pequeña área de juegos en el parque. Ví a Emilio volver con un par de galletas que había comprado en la cafetería de al frente, sin embargo no me pude quedar en el local ya que había demasiado ruido y me estaba dando dolor de cabeza.
Emilio me pasó una galleta en silencio y yo la acepté del mismo modo, no creía que pudiera vocalizar nada después de lo ocurrido en el callejón hace sólo unos minutos. Él tampoco había dicho nada desde ese momento, sólo para ofrecerme un café y una galleta, pero ésto empezaba a ser incómodo en todos los sentidos.
— Bueno — dije después de unos largos minutos de silencio, no lo miré aunque podía sentir su mirada en mi cara —¿Hablaremos sobre lo que pasó ó ahora todo será silencio entre nosotros?
— No lo sé... Estoy pensando en que estás molesto conmigo ¿me equivoco? — iba a contestar, pero él se adelantó — Lo siento Joaco, no debí besarte así sin más.
— No estoy molesto — lo corté despedazando mi galleta en trozos pequeños y dándosela a las palomas que empezaron a aterrizar frente a nosotros. Lo miré por un momento, parecía tan vulnerable mirándome cómo si esperara que le gritara en cualquier momento.
— ¿No? — lo miré y ví cómo sus hombros anchos se alzaban un poco con esperanza plasmada en su rostro.
— De hecho, todo lo contrario — sentí cómo mis mejillas se tornaban rojas, pero no aparté la mirada, en sus labios se deslizó una sonrisita y creí ver un pequeño rubor en sus mejillas, entonces no pude evitar sonreír cómo un tonto y él también sonrió cómo el dueño del mundo.
— Me gustas, Joaco ¿Dónde nos deja eso? — todas las alertas rojas sonaron en mi cabeza, mi respiración se detuvo y no pude evitar temblar un poco por los nervios ¿ésto de verdad está pasando? ¡¿Qué demonios le digo?!
— También me gustas, Emi... — una sonrisa comenzó a formarse en sus labios, pero se detuvo al ver mi expresión de pura miseria.
— ¿Porqué siento que hay un "pero" que todavía no has dicho? — aparté mi mirada completamente avergonzado y le dí los restos de mi galleta a las palomas, dios mío ¿Cómo iba a hacer ésto? Tomé una respiración profunda y miré mis manos que descansaban sobre mis piernas, digo, estuve babeando por él prácticamente desde que lo conocí, pero ahora que es una posibilidad más... alcanzable, supongo que me entra un poco de pánico.
—... Pero, no creo estar listo para ningún tipo de relación, no ahora — cerré los ojos y esperé algún tipo de reacción de su parte, tal vez iba a gritarme ó decirme lo idiota que soy porque eso es lo que yo quería hacer en ese momento. Pero en cambio, abrí mis ojos y ví sus manos grandes y bronceadas cubiertas por algunos tatuajes sujetar las mías cómo si fueran de porcelana china, yo jamás imaginé que alguien de su complexión robusta y fuerte pudiera ser tan suave y delicado — Me hicieron mucho daño, Emilio.
— Soy un hombre paciente, sabré esperar — entonces su boca descendió sobre mis manos y dejó un suave beso en cada una — También puedo ser un amigo, Joaco. Para lo que sea que necesites, no lo dudes ¿de acuerdo?
— Gracias — no pude evitarlo y sin pensarlo demasiado dejé un pequeño beso en sus labios, traté de apartarme avergonzado por mis actos, pero él acarició mis mejillas y profundizó nuestro beso. Me sentía cómo si fuera de mantequilla y en cualquier momento me derretiría y me fundiría en los brazos de Emilio — Eso no es lo que hacen los amigos — me quejé a centímetros de su boca totalmente embobado por él.
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Inked Love // Adaptación Emiliaco
Fanfiction》Cuándo Joaquín fué a visitar a su amiga al local de tatuajes, jamás pensó encontrarse con un chico cubierto de tatuajes y un secreto en la mirada. Él jamás había sido del tipo al que le atraían esas cosas, pero si quería recuperar la amistad de la...