15. Espero Que Puedas Perdonarme

255 34 19
                                    

— ¿En nombre de todos los santos que es eso? — fué lo primero que escuché más tarde ese día al llegar a casa. Me dí la vuelta y alcé una ceja hacía mi hermano que me miraba con furia escrita por toda su cara.

— ¿Qué?

— No te hagas el idiota — se acercó a mí y bajó la manga de mi camisa bruscamente revelando el papel de plástico que Emi me había puesto sobre el tatuaje para protegerlo — ¡¿Qué demonios pasa contigo?! ¿Acaso no te he enseñado nada? ¡Siempre eres tan estúpido e imprudente! No puedo jodidamente creer que hicieras ésto Joaquín.

— ¡¿Y a tí que demonios te importa?! Si mal no recuerdo tengo 19 años y tú no eres mi padre ¡Deja de entrometerte en mi vida de un jodida vez! — lo empujé para caminar hacía mi cuarto, pero de inmediato tomó mi brazo con fuerza y continuó gritándome en la cara.

— ¡Ya sabía yo que esos idiotas serían mala influencia para tí! Eres tan estúpido y manipulable ¡¿Ese idiota te convenció de hacerte ésto, verdad?! No quiero volver a verlo cerca de tí porque te juro que le parto la cara y las piernas ¡¿Me escuchas?!

— ¡No metas a nadie más en ésto! Soy perfectamente capaz de tomar mis propias decisiones ¡¿Puedes entender eso, idiota?! ¡Suéltame, me lastimas! — traté de zafarme de su agarre, pero me estaba apretando demasiado fuerte.

— ¿Qué demonios voy a encontrar ahora, Joaquín? ¿Drogas? ¿Ropa de prostituta? ¿Más piercings? ¡¿Qué?! — comencé a golpear su brazo, pero él no pareció notarlo porque estaba rojo de furia, en ese instante nuestros padres entraron y al ver la escena de Germán rojo de la ira apresando mis brazos y yo golpeándolo al borde de las lágrimas y todo se volvió un caos.

— ¡¿Qué mierda estás haciendo, Germán Bondoni?! Suelta a tu hermano en éste instante — jamás había visto a mi padre tan molesto, normalmente era una persona callada y amorosa, cómo un gran oso de abrazos ó al menos eso ha sido para mí toda mi vida, pero en ese instante miró a mi hermano cómo si quisiera arrancarle la cabeza. Germán dejó ir mi brazo y luego me jaló para que mis padres pudieran ver el vendaje en mi hombro.

— Ésto es lo que ha estado haciendo su niño estrella ¿Qué tienes que decir a eso, papá? — mi padre miró mi hombro un segundo y luego me apartó suavemente de mi hermano.

— Eso no es tu problema, Germán. Ahora más vale que vengas conmigo — papá tomó a Germán por el cuello de la camisa y sin esperar respuesta se lo llevó fuera de la habitación, mientras tanto mi mamá me tomó suavemente por los hombros y me guió a la cocina haciendo que me sentara.

— ¿Estás bien, querido? Te prepararé un té — yo no quería un té, pero no dije nada y dejé que mi madre se ocupara. Me quedé ahí mirando mis manos y sintiendo el dolor en mi brazo, dejando que los recuerdos que enterré en lo más profundo de mi mente salieran a flote y me destruyeran pieza por pieza.




¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Inked Love // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora