-вяσкєη. {carlos marco у tu}

Capítulo 4, parte I: Carlo's Point of View.

"I do not remember, I can not remember," - "No quiero recordar, no puedo recordar,"

Me moví en la cama aún con los ojos cerrados mientras sentía la molesta luz en mis párpados. Gruñí mientras abría los ojos y los adaptaba a los rayos que daban directamente en mi rostro. Miré a mi lado y gruñí aún más fuerte, ¿porqué tuve que recurrir a ella?. Maldición, metí la pata al llamar a Vanessa. Ahora jamás me dejaría en paz.

La rubia artificial se movió en la cama y despertó, en un acto incómodo pude ver cicatrices en sus muñecas. No es que me importara, sin embargo, me causó curiosidad. "Buen día, Marco."

Asentí hacia ella mientras me levantaba y me colocaba los boxers. "Tienes que irte, tengo cosas que hacer." Me acerqué al ropero y saque una toalla.

"¿Así cómo así?, no puedes echarme de nuevo Carlos." Escupió.

"Cuando salga del baño, más te vale no estar aquí."

Entré mientras hechaba humo por las orejas. ¿Tan complicado se le hacía comprender que sólo es un polvo?. Ésta chica se lo tomaba cómo propuesta de matrimonio todo. Me saqué la única prenda que me cubría y me metí a la ducha. Dí el agua y salió tibia mientras la regulaba. Mis músculos cada vez se fueron haciéndo más blandos hasta relajarme completamente. Suspiré mientras ponía shampoo por mi pelo y enjabonaba mi cuerpo.

Mientras sacaba todos los resiudos de mi pelo y cuerpo el rostro de la castaña se pasó por mi mente, ______. ¿Podría ser tan sumisa?, ¿o sólo había actuado?. Era igual cómo se definía en la información de la carpeta, pero, más caliente.

Tendríamos un trato de negocios con George, el que por el momento, tenía claro que era su padre. ¿Ella estaría involucrada en esto?, arruinaría su fachada de chica buena en el juego, ¿no?. En la hoja decía que su madre estaba muerta. Eso debería de ser malo en cierto sentido.

Yo amo a mi madre, y por eso decidí alejarme de ella. La última vez que la ví, su vida se puso en peligro gracias a mí. Unos idiotas quisieron ajustar cuentas, pero, no lo hicieron conmigo, si no con ella. La torturaron y la golpearon, aún no puedo perdonarme lo que le pasó, y tampoco puedo dejar de culparme. Esa vez ella no fue la única afectada. Esa vez habían matado a mi novia mientras torturaban a mi madre.

Recuerdo aún cómo antes de irme de casa me rogaba porque no me fuera.

"¿Carlos?," oí su voz débil en mi espalda, suspiré mientras dejaba el gran bolso en el suelo. "¿A donde vas?."

Aún me encontraba de espaldas hacia ella, sin el valor de decirle lo que hacía. Me dí media vuelta mirándola a sus ojos. "Mamá." Murmuré.

"¿A donde vas, Jay?." Tensé la mandíbula, Grace solía decirme así.

Miré a mi lado mientras empuñaba las manos. "No quiero que me llames así, nunca." Ella perdió su mirada buscando en la mía alguna respuesta a lo que hacía.