Capítulo 9: ______'s Point of View.

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"Do not play loud, you're shit to me." - "No te hagas la fuerte, eres una mierda a mi lado."

"Hey, nena." Levanté el rostro hacía el moreno. Steve.

Carraspeé la garganta raspádola por la falta de agua. "¿Dónde está Dan?."

"Oh. ¿No que tú novio era Marco?. Pobrecillo, no sabe que eres una perra revolcona." Rió cínicamente.

"¡Cállate!." Grité con lagrimas en los ojos. Por la puerta entró Rayner, el otro moreno, con una cámara en la mano, la puso en el mueble y salió de la misma manera en la que entró.

Steve tensó la mandíbula para después darme una bofetada. "Querida, vuelve a gritarme así y te colgaré desde una soga."

Mis hombros se encogieron dando una señal de desinterés. "No te temo." ¡Premio a la peor mentirosa del mundo!.

Su rostro se acercó al mío. "Deberías de tenerlo, justo ahora, porque voy a hacerte mia y después te mataré."

"Aún así, no me das miedo. Me das asco" ¡bam!, otra bofeta aún más fuerte que la anterior.

Agarró mi pelo y lo tiró hacia atrás de forma que mis ojos quedaron mirando el techo. "Ahora sabrás lo que es bueno, nada de esa mierda que tú novio te daba."

"¡No es mi novio!," dije derramando lagrimas.

"Mejor aún, lo mataré después de acostarme contigo."

"Déjalo fuera de esto, por favor." Imploré intentando sobar mis muñecas apretadas por las cuerdas. "Él no tiene nada que ver en esto, él..."

"Querida, veo que tú no estás enterada de nada, ¿verdad?." Sonrió maliciosamente. "Marco es igual que tú padre, ambos son unos traficantes."

"Tú igual lo eres." Escupí.

"Yo no cometo los mismos errores que ellos."

"Ahora estás cometiendo uno," le interrumpí. "Te estás involucrando con la hija y la amiga de traficantes, que según tú, cometen muchos errores. Pero, ¿sabes qué?, esos traficantes te patearán el culo."

Steve tensó la mandíbula para después darme con su mano en el rostro. De un sobre sacó unas imágenes, era mi padre, en casa, tomándo el sol... sin preocupaciones. "¿Crees que el ahora te está buscando?, no le importas, ha nadie le importas."

"Carlos te matará."

"¡El debe de estar tirandose a tú amiga ahora!." Las lagrimas cayeron fuertemente. "Eres tan estúpida que no te diste cuenta, se todo la historia. Como ellos se conocieron y lo rápido que se fueron a la cama."

Mi memoria dió un salto al recordar como sonrió ella al ver a Carlos en casa cuando fue a dejarme los apuntes. "¡Cállate, maldita sea, cállate!."

Steve rió sonoramente. "Duele la verdad, ¿no querida?."

"La verdad aquí," murmuré levantando la cabeza lentamente escupiendo con veneno cada palabra, "es que tú y tu jodido hermano están muertos. Yo me encargaré de eso."

Steve sacó la navaja de su pantalón y cortó la cuerda que sujetaba mis manos y piernas. Me agarró del pelo y me tiró al suelo. No quise gemir. No más debilidad.

Ya no sería la misma.

Cogió el pelo que está en mi nuca y golpeó mi cara, luego me dió una dura patada en el estómago para luego azotarme contra el piso produciendo un horrible dolor en mi espalda pasándose por mi espina dorsal. "Saluda a tú novio, cariño."

Me quitó la camiseta mirándo mi sujetador negro de encaje. Se lamió los labios repugnantemente para después tirar de mi falda. Miré hacia un lado evitando ver como Steve me tocaba. Vi la navaja a mi lado. Estiré mi brazo para cogerla pero no la alcancé. Ideé un plan.

Tomé a Steve de la mandíbula y planté mis labios en los suyos. Me separé gimiendo en su oído. "Hazme tuya."

"Sus peticiones..." murmuró en mi oído, "son ordenes." Se movió un poco y estiré mi mano, tomé la cuchilla y me la guardé atrás de la espalda. Comenzó a bajar mi falda, cogi la navaja fuerte con la mano e intenté incrustarla en su espalda, pero su mano me lo impidió. "¿Crees que soy tan imbécil, querida?. Hay noticias para ti," murmuró en mi oído, "soy mejor que Marco."

Lamió mi oreja mientras yo comenzaba a reír. "Tú nunca, jamás superarás a Carlos, ¿sabes porqué?," no dejé que respondiera porque lo interrumpí. "Porqué el tiene los cojones bien puestos al estár con alguien, no cómo tú."

Steve carcajeó para luego tomar mis manos y dejarlas sujetas arriba de mi cabeza, "eso ahora podrás averiguarlo."

Soltó mi sujetador dejando mis pechos al aire. Arqueé mi espalda tratando de alejarme de él mientras cerraba fuertemente mis ojos los cuales desplegaban lagrimas. "¡Carlos!."

Su nombre hizo eco por la habitación. "El no vendrá, querida, está ocupado con tu amiga."

"¡Cállate!"

"Sufrirás, y que te quede claro, todo esto es por tú jodido novio, tu pagas todo lo que él y tú padre nos han robado."

Agarró la cuerda y amarró mis manos para luego amarrar mis pies. Mi cuerpo entero temblaba.


Yo jamás dejaría de ser una niña débil que depende de alguien, pero esta vez, no había nadie para protegerme.

Steve tomó la navaja e hizo un corte en mi muslo, reprimí un gemido apretando los labios. "No te hagas la fuerte, eres una mierda a mi lado."

"Déjame ir...¡por el amor de dios!."

"No querida, ahora me perteneces, y si llegas a salir de aquí con vida, estás marcas," apuntó hacia las heridas, "te recordarán cada momento que pasaste conmigo."

Tomó mi brazo e hizo otra marca con la navaja en posición vertical. "¡Carlos!."

-вяσкєη. {carlos marco у tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora