-вяσкєη. {carlos marco у tu}

Capítulo 5, parte II: ______'s Point of View.

"Hey, ¿qué sucede?." Lau frunció el ceño para después mirar hacia mi espalda. "Oh. Ahora veo, las ancianas se ríen de cualquier graciosidad." Miró fulminante a las mujeres de atrás mientras yo bajaba la cabeza. La rubia y la morena se levantaron marchándose de la tienda, con cara de pocos amigos.

"Olvídalo." Tiré los tacones lejos de mi vista mientras me ganaba una mala cara del vendedor. Me puse las zapatillas rápidamente mientras cogia mis bolsas, mi pequeña mochila y salía de la tienda, sentí las pisadas rápidas de Lau a mi espalda.

Tomó mi brazo dándome la vuelta. "¿Puedes esperarme?, joder ______, no debería de importarte sus comentarios o risas." Frunció el ceño mientras lentamente dejaba mi brazo liberado de su mano.

"Para ti es fácil decírlo. Maldición, tu caminas cómo una modelo con los putos tacones." Guardé silencio, había dicho horribles palabrotas.

Lau sonrió por mi cara de espanto. "Diablos, ______, las palabrotas se escuchan bien viniendo de tú boca."

"Por favor, Laurence," le interrumpí entrecerrando los ojos. "No digas tales estupideces."

"Vamos, cariño, no es para tanto alboroto." Pasó su mano por mi cuello para luego caminar en dirección a... ¿starbucks?, ¿así es no?. Llegamos y entramos, dentro habían varias personas, la mayoría eran hombres vestidos de traje. Me sentí fuera de lugar, ahora mismo quería correr a casa y encerrarme en mi habitación. Pero, haría el rídiculo -otra vez- si lo hacía. Apreté las bolsas que llevaba en la mano derecha mientras que caminaba y sentía la miradas caer sobre mi, ¡como odio eso!.

"Lau, me siento incómoda, ¿podemos ir a otro lugar?."

Negó efusivamente. "No nos iremos de aquí, hasta que pruebes por lo menos un batido." Tomó mi mano y me llevó a rastras -técnicamente- hacia la caja. Allí la que habló fue ella, de verdad me incomodaba tener todas las miradas en nosotras. No de arrogante lo decía, de verdad muchas personas nos miraban. "Vamos a sentarnos."

Nos dirigimos a una mesa alejada de la del resto mientras yo suspiraba al sentarme. "Ojalá que ese batido valga la pena, por qué si no es así, te golpearé frente a estas personas, Laurence." No sé si no me habrá escuchado u optó por ignorarme. Su mirada estaba en dirección hacia fuera del lugar. "¿Sucede algo?."

Ella miró en mi dirección nuevamente para luego sonreír. "Nada." El chico de la caja nos llamó a ambas para ir a por los batidos. Lau se levantó antes y me trajo el mío.

Comenzó a mover su pierna nerviosamente mientras que a cada minuto miraba hacia mi espalda. "Bien. Me dices lo que sucede o juro que me iré de aquí."

Suspiró mientras yo tomaba un poco de batido. "Acabo de ver a Carlos y David pasar con las chicas de la zapatería." Eché todo el batido que estaba en mi boca escupiéndolo en la mesa. Muy bien ______, ahora sí hiciste el ridículo. Lau me miró sorprendida mientras que el resto de la gente reía silenciosamente.

Me levanté cogiendo las bolsas, la mochila la colgué en mis hombros -nuevamente- y corrí fuera del lugar, sintiéndome horrible. ¿Porqué había reaccionado así?, al salir choqué con una persona. Tenía la cabeza agachada por lo que ví unos tacones, subí mi mirada y mi mandíbula se tensó. Era la rubia de la tienda... y Carlos venía atrás de ella viéndole todo. "Podrías tener más cuidado, al parecer no sólo eres tonta en tacones." La chica rió, completamente sola. Carlos frunció el ceño mientras me miraba interrogativo.

"Lo siento." Murmuré mientras caminaba rápidamente, sentí la voz de Carlos a mi espalda pero no quise parar. Sin darme cuenta, iba a cruzar la calle sin fijarme en el semáforo. Sentí una bocina tocar fuertemente para después sentir un tirón en mi brazo. Cerré los ojos por incercia mientras contenía la respiración.

"¿¡Qué mierda pretendías ______!?, ¿¡matarte!?." Abrí los ojos mientras me fijaba en los que estaban enfrente de mí. El color que desprendía cada uno de ellos era impresionante, pero, también desprendían rabia. "¿Vas a contestarme o me dejaras hablando solo, maldita sea?."

"Yo... no lo sé, no me fijé." Bajé mis brazos a cada lado para luego bajar la cabeza. ¿Qué hubiese pasado si el coche me hubiese arrollado?. Nada, murmuró mi subconsciente.

"Nunca más vuelvas a salir así, ¿me oyes?." Apretó la mandíbula. Asentí mientras sacaba su brazo del mío. "¿Puedo saber, porqué eres así?." Escupió enfadado.

"¿Así cómo?."

Miró hacia otro lado y después volvió su mirada intimidante a la mía. Tomó mi brazo repentinamente y me jaló hacia su auto. Me sentó de copiloto para luego él sentarse en el de piloto. Metió la llave en la ranura y arrancó velozmente. "¿Porqué te comportaste así?."

"¡Así cómo maldición!." Carlos apretó la mandíbula, paró en seco el auto y me miró.

"Deja de ponerme a prueba, ______. Te estás comportando cómo una perra." Auch, eso dolió.

Recordé cómo miraba el cuerpo de la rubia y me encogí, de alguna manera, había un sentimiento raro en mí. Dolor. "Quiero irme a casa."

"¿Ahora me hablas bien?." Suspiré mientras daba vuelta el rostro y miraba hacia fuera, tomé aire y salí de su coche, ¿donde demonios estaba?. Miré a mi alrededor mientras corría, sentía un escalofrío recorrer mi cuerpo. Pasó un grupo de chicos cerca de mí piropeándome, apreté los labios mientras caminaba más rápido hacia adelante.

Sentí pasos atrás de mí. No, esto no podía sucederme. ¿Qué habia hecho, para que todo esto me sucediera a mí?. "Hey, cariño, ¿cuál es la prisa?." Una mano fuerte me paró. Miré al chico, rubio, de ojos azulados. "¿Quieres dar una vuelta?."

Negué con la cabeza. "Estoy... estoy esperando a mi novio." Creí que con eso se alejaría, pero, el chico sólo rió.

"¿Sabes qué?," se me acercó tomando mi mentón haciéndo que lo mirara. "No me importa a quién esperas, irás conmigo quieras o no." Tomó mi mano y comencé a forcejear con él. Se dió la vuelta, con bastante enfado y plantó su mano en mi mejilla haciéndo girar mi rostro. "Camina, si no quieres que te mate aquí mismo." Sacó su arma mientras me la mostraba por lo bajo. Santo dios.