“And now you're here because of him.” - “Y ahora estás aquí por su culpa.”
Nuevamente las lagrimas cayeron cómo cascadas por mis mejillas y sollocé. ¿Porqué me tenía que suceder esto?, ¿tan mala había sido en mi otra vida cómo para recibir todo esto en ésta?. Tendría que haber sido muy perra con alguien para merecerme esto.
Hace más o menos unas horas el chico que aún no sabía su nombre salió de aquí, pero, no sin antes darme un fuerte cachetazo en la cara. Bien, definitivamente la vida quiere verme sufrir y arrastrarme por el suelo.
Primero mi madre. Luego los cambios de humor y actitudes temperamentales de mi padre. Conocer a Carlos -aunque en realidad, y pensándolo bien, no es tan malo haberlo conocido-. Pasar las peores vergüenzas de mi vida. Y para cerrar con broche de oro, me secuestran sin saber la maldita razón.
Me maldije mil veces por ser tan terca. O también por haber salido de casa. 'No tienes que confiar en nadie, ______. A veces, hasta tu propia sombra querrá perjudicarte', ahora comenzaba a comprender el lema de mi madre, ella, una sabia mujer. Si tan sólo le hubiera hecho caso, nada me hubiese pasado.
¿Mi padre sabría que yo estoy desaparecida?, ¿o solamente estaría ocupado en su apretado trabajo?. Creo que la última opción es la más viable.
Ultimamente muchos hombres rudos y fornidos habían pasado por casa. ¿Porqué?.
“¿En qué piensas, cariño?.” Otra vez escuché su repugnante voz.
“En nada.” Susurré débilmente.
El hombre se me acercó y me olió el cuello. “Hueles exquisito, preciosa, cómo para devorarte.” Besó la comisura de mis labios. “Oh, que mal educado soy. Mi nombre es Dan Torres.” Bajé la cabeza por intuición. “______, siento golpearte, yo... lo siento.” Suspiró.
Asentí levemente. “Tengo sed.” Murmuré.
“¿Quieres agua?.” Asentí y salió de la habitación para volver unos minutos más tarde con un gran vaso de agua. “Tengo una condición.”
Le miré a los ojos pero no pude decifrar nada en ellos. “¿Cuál es?.”
Sonrió mostrando sus dientes.
“Un beso.”
Un nudo se hizo en mi garganta mientras tragaba en seco. “Yo... está bien.”
Dan abrió los ojos de sorpresa y rió suavemente, ¿sería así de guapo o sólo estaba manipulandome?. “Ven aqui, linda.”
Suspiré mientras asentía, me paré lentamente mientras caminaba hacia él, vió mis piernas y se mordió el labio. Wouh, eso fue... sexy. Me acerqué a él, le tome de la nuca y le planté el beso. Sus labios eran suaves pero a la vez ágiles. Me imaginé que estaba con Carlos. ¿Porqué?, no lo sé. Antes de tomar una respiración me mordió el labio juguetonamente. “¿Eso es suficiente?.”
El asintió dándome el vaso con agua. Me di media vuelta y me volví a sentar en el suelo. ¿Qué sentido tendria intentar escapar si no podría hacerlo?. “______...”
“¿Vas a matarme?.”
El suspiró arreglandose el pelo. “Si te portas cómo se debe, esa opción no estará en mis planes.” Asentí mientras veía como él se acercaba. “Mañana por la noche,” murmuró en mi oído, “tendremos una charla tú y yo.” Me mordió el lóbulo de la oreja para después salir dejandome totalmente desconcertada.
Yo no quiero tener relaciones con él. No quiero perder mi virginidad con alguien a quién no quiero.
Me encogí en el suelo abrazandome a mí misma. Susurré unas palabras que no me entendí y las lagrimas brotaron de mis ojos.
Mis pensamientos volaron hacia Carlos. ¿Habría salido del coche para ir a buscarme?, ¿se habrá dado cuenta de que no estaba ahí?. Cuando los hombres -o Dan- me cogieron en el callejón, me quitaron absolutamente todo, mi mochila, las cosas que había comprado, mi móvil.
Corrí hacia la puerta y le puse el seguro, busqué por todos los cajones algo que me sirviera. Sabía que aunque Dan me dijera que no me matarían, lo terminarían haciendo. Nada encontré. El enfado recorrió mis venas y comencé a tirar todo, cada cosa que veía la tiraba. El pequeño florero calló al suelo rompiéndose en mil pedazos. Los golpes en la puerta comenzaron a resonar por toda la habitación. “______, abre la puerta.” Cogí un pedazo de vidrio guardandolo en la parte trasera de mi pantalón. La puerta voló -técnicamente- dejando a la vista un gran cuerpo, el cuál desconocía por completo. “Serás perra.”
El hombre fornido se acerco furioso. Tomó mi brazo izquierdo y comenzamos a forcejear. En un acto rápido saqué el vidrio y lo pasé por su cuello haciéndo que saltara la sangre. Su cuerpo calló sobre sus rodillas mientras yo temblaba. Me puse a su altura y lo revisé por completo, encontré un arma y se la saqué. Mis manos temblaban y mis lagrimas no dudaron un segundo en brotar.
Había matado a una persona.
Salí de la habitación en silencio mientras caminaba en puntillas. Una puerta entre-abierta daba desde las escaleras hacia el living, habían dos hombres sentados en el sillón con la mirada fija en el televisor. Murmuré cosas incoherentes mientras me fijaba en las posibilidades de salir sin que me vieran. Me deslicé por la barandilla de las escaleras hasta que mi trasero tocó el suelo, sollocé colocando una mano en mi boca para que nadie pudiera oírme. “Brad tarda mucho, ¿no?.”
“¿A que te refieres?.” Escuché la otra voz en silencio.
“Que tonto eres. ¿Qué tal si se la está tirando?.”
Hubo un silencio. “Dan dijo antes de salir que nadie podía tocarla.”
“Sabes que Brad no sigue reglas, Peter.”
Escuché suspiros y luego pasos lentos acercarse. Entré en pánico mientras buscaba un lugar donde esconderme. En un acto de desesperación entré a una habitación encerrandome en ella. La luz estaba apagada y sólo podía ver parte de la habitación. En un mueble había un ordenador. Mi lado curioso salió a flote y me acerqué. Moví el mouse y un asombro recorrió mi cuerpo.
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-вяσкєη. {carlos marco у tu}
RandomEl peligro acecha, y ______ no lo toma en cuenta. Su vida corre peligro junto a él, pero sigue su camino al lado de él. La piedra del tope es George, el padre de ______. ¿En qué líos está metido Carlos y el resto de esos tíos fornidos que entran en...