-вяσкєη. {carlos marco у tu}

Capítulo 14, parte I: ______'s Point of View.

"You sure about that, angel?." - "¿Estás segura de eso, ángel?."

Bien, podría estar teniendo una pesadilla demasiado real ahora mismo. Era imposible que él estuviera aquí, por los peligros que corría, no sabía si mi padre estaba en casa. Abby había vuelto hace un par de días a casa, y había encontrado raro que yo no estuviera. Lo que me pareció más sospechoso fue que mi padre le dijo que había hecho un viaje de última hora.

¿Porqué Carlos estaría aquí?, esa pregunta rondaba por mi cabeza hasta que sentí unos ruidos en mi balcón. Llena de incertidumbre -y obviamente, un poco de miedo- me encaminé hacia el ventanal. Lo abrí lentamente y mi mirada le dió una recorrida al balcón, no había nada ni nadie, suspiré repasando la seguridad del balcón cuando mi mirada se fijó en la rejilla de ésta. Una mano estaba sujeta, luego vi un pelo alborotado y por último la silueta de una persona, ¿sería el?. Tomé lo que tuve a mi alcance -mi pequeño florero- y me puse en una ridícula posición de ataque.

Sin acostumbrarme a la oscuridad de la noche su voz me hizo estremecer. "¿Qué haces con un... florero?."

Miré su rostro entre las sombras, luego el florero, lo puse donde estaba y me limpié la mano en mi pantalón. "Nada, sólo veía cómo seguía, no recuerdo haberle hechado agua."

Rió silenciosamente mientras que estiraba el cuello dejando a la luz por unos segundos su hermoso perfil. "Mientes muy mal."

Rodé los ojos y me crucé de brazos optando por una posición enfadada, podría estarlo, pero en este momento sólo quería volver a la cama y dormir profundamente. "¿Qué haces en mi casa a esta hora?."

Se acercó más a mí aprisionandome entre su cuerpo y el ventanal cerrado. "Vengo a por ti, voy a secuestrarte."

Miré su rostro y una sonrisa burlona se posicionó en sus labios. "No lo encuentro gracioso, ahora, véte, necesito dormir."

"Nada de eso, nena. Tú y yo esta noche haremos de todo, menos dormir."

Entrecerré los ojos para después subir una ceja. Di una risa sin humor. "Carlos, largo, ahora."

"Haber ______," habló de golpe, "no vine hasta aqui sólo para pelear, porque para eso, puedo joderte cualquier día, y ambos sabemos que te daría una patada en ese hermoso culo que tienes. Sí te quedas callada, mejor para los dos."

Tomé la más larga respiración de mi vida -literalmente- preparandome para hablar, antes de que pudiera hacerlo, Carlos me tomó de la mano y abrió rápidamente el ventanal dandonos paso dentro de la habitación. "Primero que todo..."

El mundo se detuvo, o más bien mi cerebro no procesó lo suficientemente rápido como para darme cuenta de lo que sucedía en el exterior. Sentí sus blandos y carnosos labios danzando con los míos en una sinfonía única. En un acto inconsciente puse mis manos en su nuca atrayéndolo más hacia mí. Él tomó mis muslos y los subió sin ningún problema a sus caderas, me estrelló contra la pared para bajar sus besos a mi cuello. "Cállate la boca, cariño. ¿Esto necesitabas para hacerlo?," suspiró contra mi cuello para luego besarlo lentamente.