Observó con la mente en blanco toda la estancia. Había acumulado muchos recuerdos en los últimos cinco años, y la mayoría buenos.
Se sentía extraña al saber que en unos pocos meses ya no estaría allí. Con suerte, estaría en otro lugar. Si las cosas no salían bien, estaría muerta.
Suspiró.
Hazel no había vuelto a casa en todo el día, y lo agradecía, pues tampoco quería verle y enfrentarse a él. Se había pasado toda la noche en vela, motivada por la adrenalina de lo que quería hacer.
Esa noche, Hazel sí volvió. Pero se comportó como si Ishana no fuese más que un fantasma al que no valía la pena recordar. La joven le puso el plato en la mesa y le miró de refilón. Ambos comieron en silencio y después de asearse, Hazel se fue a la cama.
Ishana estaba agotada, por lo que no tardó en ir tras él. Le dio la espalda y se durmió, cómo si a su lado no hubiese otro cuerpo humano, sino un vurullo* de mantas.
*(Vurullo quiere decir envoltorio, revoltijo, amasijo, nudo, montón... Es una palabra gallega, pero no logré encontrar otra en Castellano para sustituirla que me gustase, lo siento)
La joven cogió como costumbre llevarle la comida en las horas en las que él no estaba. Hendrick sospechó que aquello era extraño, pero por educación no comentó nada.
Seis días después de haber entregado la carta, Talu trajo una respuesta para ella.-Athos me ha dado el siguiente mensaje - le dijo Talu una vez se hubieron quedado solos - "Los Berserios marcharemos en un mes para el norte. Puedo cumplir con tu pedido, pero tendrás que adelantarlo"
Ishana le observó, pálida, mientras escuchaba el mensaje.
-¿¡Un mes!? - Talu ladeó la boca.
-No tengo ni idea del contenido de la carta, ni del significado de la respuesta - justificó - pero sí es cierto que nos vamos en un mes. Tal vez hasta menos. ¿Crees que puedas arreglar lo que sea en ese tiempo?
Ella estaba shock y tardó en reaccionar.
-No estoy segura - confesó, con pesar - he de irme.
No le dio tiempo a Talu de responder y se fue a paso acelerado. Llegó a su casa y sin siquiera quitarse los zapatos, fue a su escritorio y escribió otra misiva.
Su plan era demasiado alocado, pero ya estaba puesto en marcha. La traba más grande era conseguir ayuda de Athos, y a partir de ese momento, todo dependía de ella misma.Dos semanas.
Dos semanas habían tardado en llegar sus padres.
-Mis respetos - Ishana les había esperado con ansia y temor.
Sus padres eran personas rectas y estaban orgullosos de Ishana, pero también tenían un gran apreció a Hazel.
-Permiso - respondieron.
-¿Cómo te encuentras Ishana? - preguntó su madre. Delgada, con buena postura y cabello y ojos castaños, como los de su hija.
-Madre, tengo mucho para hablar con ustedes. ¿Les gustaría hablar tomando un tentempié?
Ishana estaba poniendo las cartas sobre la mesa. Quería contar con el apoyo de sus padres para tomar la decisión y no estaba segura de cómo se lo tomarían.
-¿Estás diciendo que Hazel es infiel? - preguntó su madre.
Aquello no era algo extraño. Muchos hombres eran infieles.-Mantiene una relación con una mujer de diecinueve años - declaró ella.
A su madre siempre le había gustado Hazel. No sólo por ser buena persona, sino porque sabía que pocos podrían encajar tan bien con el carácter de su hija. El escuchar que mantenía una relación con otra persona y que Ishana lo había estado aguantando en silencio, no le gustó nada.
-Podemos hablar con él - habló su padre - es consciente de que una relación extramatrimonial va en contra de las leyes. Tal vez recapacite.
-Ese no es el problema - Ishana estaba sería - la joven aún es soltera.
-¿¡Soltera!? ¿Con diecinueve años? - su madre se sorprendió.
-Así es. No se trata de una simple relación extramatrimonial. Hazel le ha prometido casarse con ella antes de la Ceremonia de Unión del próximo año.
-¿Qué barbaridad es esa? - se enfadó su padre - Algo tan absurdo. ¡No se le ocurrirá!
La mujer puso la mano sobre el brazo de su marido, en un disimulado gesto, para calmarle.
-Ishana ha debido de analizar todas las variantes, ¿Verdad? - preguntó a su hija y esta asintió.
-Los últimos meses lo he estado sopesando, pero respecto a Hazel y sus decisiones, la situación se ha vuelto insostenible - su rostro estaba tenso. Su corazón dolía.
Sus padres eran conscientes de la terrible situación en la que estaba su hija.
-Denunciaremos a tu marido por Infidelidad - declaró el hombre.
-Tenemos que buscar a alguien dispuesto a casarse contigo - de preocupó su madre.
-Quisiera preguntaros algo - comenzó Ishana con inseguridad - ¿Qué sabéis de los Berserios?
Sus padres no estaban de acuerdo con la idea que tenía, pero concordaban en una cosa: era muy probable que Hazel se divorciase de ella para estar con Mela. Y ver a su hija caminar hasta la muerte de las Siete Lanzas, era algo por lo que no estaban dispuestos a pasar.
Les pidió que se hospedasen en una casa de alquiler, pues si Hazel sabía que sus suegros estaban cerca, probablemente dejaría de lado su comportamiento impropio. Y eso es algo que no quería en esos momentos.
Menos de dos semanas. Ese era su límite.
Los Berserios estaban cargando las centenares de armas que se habían hecho en todas las forjas de Valho. Y aún seguían fabricándose. El trabajo se había multiplicado y parecía que no había descanso para los herreros.
Ishana interceptó a Hazel en la hora de la cena.
-Estaré con mis padres unos días - le comentó - hace tiempo que no los veo.
El hombre levantó la cabeza del plato y la observó. Hacía días que no se dirigían la palabra y hacía semanas que no mantenían una conversación.
Hazel asintió con la cabeza.Ishana se fue al día siguiente a la casa donde sus padres se estaban hospedando y comenzó su plan. Tinnya era la encargada de correr la voz de que Ishana se había ido con sus padres unos días. Ahora todo dependía de que Mela decidiese pasar por allí, porque de no ser así, todo lo planeado no serviría de nada.
Pero funcionó.
Porque Mela no tardó en ir a su casa. Y dormir allí. E Ishana se escandalizó del comportamiento atrevido de ambos.
"¿No piensa disimular si quiera?"
Ishana fue esa misma mañana a la casa y abrió la puerta sin hacer ruido. Por supuesto, iba acompañada; sus padres entraron tras ella y después Tinnya, junto con su marido. También aprovechó que una vecina pasaba por allí para recordarle que tenía una cesta suya y que si quería, se la devolvería en ese momento.
Cuando todos estuvieron dentro de la casa, Ishana solo se preocupó por sacar a la rata del escondite.
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Ishana
Romance-Quiero saber qué esperas de mi marido - lo dijo con toda la tranquilidad del mundo. -Supongo que has venido a escuchar las cosas como son. Hazel y yo nos amamos. Cuando tu marido no duerme en casa, duerme conmigo. Cada momento que tiene libre, me b...