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Quien no ama a las florerías, donde hay flores de todos los colores y olores distintos y un sinfín de variedades la cual para el ojo humano eran exquisitas, en parís la ciudad principal de Francia se encontraba una florería llamada pandora el cual estaba a cargo de dos chicos uno el cual a muchos clientes les había llamado la atención no solo por su aspecto si no por su forma de ser tan amable y sobre todo gentil con los clientes, algunos hasta pensaban que era ingenuo de tal modo. Pero un día viernes por la mañana Rousseau neteyam, recibió a un cliente anónimo el cuál solo le pedía tulipanes en una época un tanto complicada, pero aun asi el pedía tulipanes de color naranja, unos muy particulares, durante esa mañana abrió su florería con tranquilidad, dio vuelta aquel letrero dando a entender que estaba abierto, una bella chica llegó a pedir unos preciosos girasoles.
— Bonjour — saludó a de manera dulce al chico.
— Bonjour ¿En quoi puis-je vous aider? — amarro su delantal con aquella placa con su nombre.
— Ces tournesols, ils sont magnifiques, pourriez-vous m’offrir un bouquet ? — admiró la chica viendo aquellos girasoles en tan buen estado.
— Bien sûr, mademoiselle — tomo con cuidado aquellos girasoles mientras les cortaba el exceso de talló, los envolvió en una suave tela blanca amarrados con una cinta.
Al cancelar aquella chica, pudo notar lo simple y bella que lucía , la verdad la hacia lucir muy elegante con aquellas prendas lo que mas le llamó la atención fue su boina de color café una boina preciosa.
— Merci beaucoup neteyam — se inclino la chica con una sonrisa, mientras tomaba su ramo suavemente.
— Merci d’être venu à Pandora, revenez bientôt — limpio con cuidado el mesón, había quedado un poco de agua en el.
Las horas habían pasado, neteyam continuo con su rutina de atender hasta que llego su compañero rotxo, algo agitado de seguro venia tarde y la verdad si que venia tarde, neteyam sonrió al verlo le dejo a cargo el local mientras el iba a regar las flores de afuera, con cuidado limpio y ordeno el lugar llego hasta pensar en agrandar el local le estaba yendo muy bien como para no hacerlo cafetería y una hermosa florería pero costaría mucho, un sueño el cual estaba bastante frustrado, rotxo salió diciendo que el podía hacer aquel trabajo, neteyam negó riendo entrando a la florería ordenando unos par de cuadros y las flores en su lugar, un cliente con traje entro por la puerta sin decir nada.
— Bonjour comment puis-je vous aider? — neteyam pensó que esto era una broma, pero al levantarse de su lugar noto a un chico no tan alto de trenzas el cual lo miro extrañó.
— Buenos días, mi jefe solicita estos tulipanes para el medio día solo pide un ramo se lo agradecería. — al terminar de decir aquello solo se retiró saliendo de la florería.
— ¿Quiénes eran? — se poso a su lado con la escoba mirando al chico salir de la florería a un auto completamente polarizados
— No lo se rot, solo se qué debemos hacer este pedido y trabajar como los otros días — miró a su compañero tirando el paño a su rostro.
Continuó su mañana calmada, al llegar al medio día el mismo auto llego a las afueras de la florería, rotxo había salido por el almuerzo, entro el mismo chico de trenzas mirando el lugar toco suavemente la campana que había en el mesón, neteyam salió de la parte trasera con el ramo de flores en sus manos lo había echo hace unos minutos atrás al cancelar aquel pedido solo dijo gracias y se marchó pero neteyam lo detuvo dando una tarjeta de la florería.
— Cualquier pedido que desea hacer , puede hacerlo por llamada, y nosotros lo tendremos listo Merci d’avoir acheté sur pandora — una suave sonrisa se mostró en el rostro de neteyam mientras dejaba que se fuera.
Rotxo llego con el almuerzo, preguntando si había llegado el pedido lo cual neteyam respondió con un simple si la verdad dudaba el hecho de darle la tarjeta con el numero de la florería, pero había algo en ellos que no le gustaba para nada, le daba escalofríos tan sólo pensar en que estaban metidos aquellos hombres de traje.
Otro golpe se estampó contra la cara de aquel tipo el cual se hacia llamar socio había traicionado a industrias dres’s code, una empresa con una familia totalmente rica pero con un pasado totalmente desconocido solo se supo que de un día a otro ya eran dueños de una empresa de un multimillonario, aquella familia contaba con dos hijos uno Leonardo Lorenzo rossi y Ao’nung Alessandro rossi ambos hijos mayores pero con distintos pensamientos de vivir otro golpe mas impacto el rostro de aquel traidor.
— Perdonami Alessandro ti prego — rogo con cada golpe que daba lo’ak en su rostro.
— Alto — al oír aquella palabra lo’ak se detuvo enseguida colocándose junto a los otros hombres vestidos de traje.
— Mi fidavo di te ma hai tradito la famiglia Rossi e questo non è perdonato — al decir aquello sacó un arma con silenciador disparando directo en su cabeza sin importar mucho.
Llamo a sus hombres para irse de aquel lugar tenia un vuelo a Francia y no lo iba a perder por ningún motivo, tenia la fiesta de cumpleaños de su abuela y debía llevarle un regaló cuando llegue parís iba a pasar a una florería por un ramo de tulipanes eran los favoritos de su abuela, por la noche el vuelo se dio acabo al despegar bebió una copa de un fino vino el cual le encantaba cada que viajaba a París, suspiro cerrando sus ojos suavemente, pero al cerrarlos las mismas imágenes venían a su cabeza de aquel incendió, no sabia de donde venían aquellas imágenes, al abrir sus ojos pudo ver a su mano derecha a su lado.
— ¿Te encuentras bien? — miró a su amigó con una duda al verlo tan pálido.
— Si estoy bien solo fue una pesadilla — suspiró profundamente mirando a lo’ak — hasta cuando planeas seguir con esto no soy un niño para que me cuides — lo’ak se dio vuelta mirando con una mirada que de lejos decía en serio.
Los guarda espaldas de el se rieron bajito mientras ao’nung rodaba los ojos negando con una sonrisa, sin duda en los que mas depositaba su confianza eran ellos pero no debía mostrar mucho desconfiaba de algunos. Al aterrizar el avión bajaron todos sus hombres junto a su jefe el cual subió a su auto totalmente polarizado su hombres fueron en autos iguales detrás de él se notaba que alguien importante había viajado desde muy lejos hasta aquí, luego de unas horas de estar de florería en florería preguntando por aquellos tulipanes color naranja nadie tenia unos miserables veroniqueé de color naranja suspiro solo quedaba la última florería llamada Pandora, un nombre peculiar, iba a salir el pero lo’ak lo detuvo y pasó el suspiró preguntando cuando salió de aquella florería dijo que al medio día vendría por ellas, ao’nung supuso que tenían al saber aquella noticia fueron en dirección a la casa de su abuela donde los esperaba sus padres y hermano donde al parecer iban a presentar una de las hijas a su hermano o quizás a el suspiró profundamente bajando del auto.
— Listo para otra discusión de pareja — lo’ak se burlo de su jefe y amigó.
— Muy gracioso, aquí vamos de nuevo —
Caminaron juntos entrando a la casa de su abuela junto con sus hombres mientras miraba a su alrededor pensando en todas las travesuras que hizo cuando era pequeño pronto se encontraban dentro de la sala junto a su querida abuela.
— Nonna così a lungo mia cara. — extendió sus brazos, dando un abrazo fuerte a su querida nonna.
— Alessandro mio caro nipote guardati tutto galante — abrazo a su nieto con dulzura, al ver a lo’ak detrás de el lo saludo con alegria.
— Lo’ak Guarda quanto sei grande mio caro bambino — abrazo a su otro nieto ella tenia tres nietos hermosos sin duda.
Sin duda aquella abuela de tan solo cincuenta años de edad se ponía feliz de ver a su nieto tan grande y Sobre todo guapo, al pasar el medio día fueron todos juntos a almorzar, lo’ak se retiro yendo por aquel ramo de tulipanes que tanto le gustaban a su abuela, al regresar le entrego al ramo a ao’nung y este se lo dio de parte de ambos. Sin duda su abuela era feliz cuando veía a aquellos tulipanes de nombre Veroniqueé.
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¿Próximo libro?
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tu vidɑ despues de lɑ miɑ. (Ao'nung X Neteyam) 🌷
RandomTodo comenzó unα mαñαnα en otoño cuαndo vı sus ojıtos color mıel topαrse con los míos en αquellα época . En lα cuαl Cαnαdά se destαcαbα mάs por sus bellos Otoños - ¿Vamos?, Al menos ıntentα poder pronuncıαr unα pαlαbrα - αdmıro sus ojıtos co...