Aidée Chester siempre ha Sido la chica con buenas notas, la que muy pocas veces rompe una regla de su casa, la que se preocupa por su físico, la que no se deja humillar o pisotear. De esta manera es Aidée; no es cliché, no es "Distinta" es simplemen...
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4 de febrero del 2018.
Alexander, Alexander, Alexander, Alexander, Alexander, Alexander, Alexander, Alexander, Alexander, Alexander, Alexander, Alexander, Alexander, Alexander, Alexander, Alexander, Alexander y solo Alexander Myers.
¿no había por casualidad mas de que hablar? Los perioditos, noticias en internet, incluso pudo jurar que en el periódico se encuentras su nombre. En las ultimas veinticuatro horas que llevamos solo se ha podido hablar sobre el terrible accidente que ha pasado en la familia Myers. Y sobre todo que él causante de todo la problemática es ni nada menos que Alexander Myers.
El muy idiota había golpeado hasta mandar a unos de sus compañeros al hospital. Y por supuesto que no estamos en los 40's en donde muy pocas personas portaban cámaras de móviles y por supuesto que mucho menos a subirle a internet, por lo que todo lo sucedido quedo documentado. Tremendo dolor de culo ha sido él en las últimas horas.
Dos palabras:
Que idiota.
Mire a mi madre la cual estaba leyendo justamente unos de los artículos en donde mostraban los videos y explicaban a gran detalle lo sucedido. Ella negaba con su cabeza y luego suspiro.
—pobre Lesly, debe estar muy estresada con toda esta situación—dejo a un lado su Tablet y miro a mi padre—. Deberíamos mandarle apoyo, es obvio que los medio están desinformando todo.
Alce mi mirada del plato, sin creerme lo que ella decía.
—suele pasar, pero igual es asunto de ellos—papá siguió comiendo.
¿acaso ellos no se dan cuenta lo que sucedía? Los medios no desinformaban, solo estaban dando a entender que entre los Myers hay un matón. ¿Cómo es posible que ellos estén tan ciegos? Ese tipo debe de estar demasiado loco y muy descontrolado como para golpear a ese chico. Alexander necesita una gran golpiza para que entienda que esos comportamientos no son de personas casi adultas. ¿tan mal de la cabeza esta?
Que pesadilla.
—Aidée, cariño, No te olvides de ir a tus clases de francés. Tienes que mejorarlo.
—por supuesto, mamá—la mire y lleve el tenedor con un poco de ensalada a mi boca.
(...)
Leí una y otra vez el cuestionario que me dio la instructora, suspire y rellene las casillas con las respuestas que consideraba correctas. Pero hay momentos que me desentendía totalmente de aquello y mi mente divagaba por lo mas profundo de mi ser. Intentando comprender el secreto de la humanidad o en esta ocasión intentando decidir que hacer con mi vida.
No es nada nuevo, como no es nada nuevo recibir un pequeño golpe con un abanico en mi cabeza recordándome que me tengo que concentrar. Aun así, este golpe ocasiono que volviera a poner atención, aun sentía una pequeña espina apretándome el cerebro, intentando de descifrar lo que en realidad quiero hacer.
Cuando mi instructora de piano fue llamada por un padre que la necesitaba de seguro para inscribir a su hijo o hija y esta salió de la sala privada. Volví a mirar por la ventana, observando las nubes blancas pasar lentamente y casi de inmediato mi cabeza volvía a debatir sobre la vida.
¿quiero ser esta Aidée sumisa o querer ser alguien más?
Quiero ser feliz.
Quiero tener mi amor adolescente.
Quiero olvidarme de todas mis obligaciones por un instante.
Quiero dejar de odiarme.
Quiero dejar de odiar a...no, eso no lo quiero.
Nunca lo dejare de hacer, el odio y rencor me está carcomiendo con solo pensar en su nombre. No puedo describir lo mucho que alguien puede odiar a otra persona, pero estoy segura que tu alguna vez haz sentido esto. Saber como alguien puede estar realmente feliz después de ocasionarte un daño, ver como camina con tranquilidad, como sonríe, ríe y se divierte sin ningún remordimiento de lo que te hizo.
Ese cuchillo lleno de sangre negra y dañada se entierra en tu corazón cada vez más profundo, al punto que no puedas respirar, que sientas que te ahogas, que todo tu cuerpo tiemble y desee no haberlo conocido. Que él también sufra como tu lo haces y tu mente no deje de pensar en mil maneras de poder lograrle ese sentimiento, dejarlo destruido.
Pero aun así, no soy tan mala.
No puedo odiarlo hasta ese punto.
Puedo tolerar el odio que siento por Alexander Myers.
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Les dejo esta pruebita de la nueva versión de LGDC.
