Capitulo 8

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El latir del corazón.

Miraba la grande casa, personas salían y entraban, algunas estaban en el césped con unas cervezas en mano u otras fumando. Me encontraba en la fiesta que armaron por si ganaba nuestro equipo de futbol, Devon me había mandado la dirección ya que el partido había acabado hace más de veinte minutos. Al principio no queria venir, pero termino convenciéndome.

Tome un gran bocado de aire antes de empezar a caminar en dirección a la casa. cada vez que mas me acercaba la música se oía mucho más fuerte, no había podido captar cual canción estaba sonando, pero estoy mas que segura que es una de Chase Atlantic.

Las luces violetas molestaban mis ojos, y me volví a plantear si venir fue una buena opción. Pero ya era demasiado tarde, Devon me estaba mirando con una sonrisa de oreja a oreja, sin poder creer que estaba ahí. Muchas veces le he dicho que no me gustaba estos ambientes, por lo que ella pudo imaginar que no iba a ir.

Agarro mis manos y me jalo hacia ella.

—no pensé que vendrías—dijo en mi oído.

—creo que me arrepentí—le grité

Ella se hecho a reír mientras negaba con su cabeza. Me volvió a jalar, pero esta vez para entrarnos más al lugar. Yo sostenía su mano con fuerza, mientras pasábamos por medio de la multitud, choque con unos cuantos hombres pero no me importo, porque intentaba no soltar la mano de mi amiga. Cuando llegamos al otro lado de la sala, vi a Dean sentando en un mueble mientras tecleaba en su celular con desespero, Heather miraba el techo, aburrida. La única que al parecer se divertía es Devon.

—¿quieres algo de tomar? —me grito.

Yo solo asentí.

Devon desapareció. Y yo me senté en la mitad de Heather y Dean. Incomoda.

La tensión que estos dos sostenían me hacía removerme en mi lugar incomoda. Ya estaba mas que segura que entre Heather y Dean paso algo más que una amistad. A pese que mi mirada estaba puesta al frente mío, mirando como las personas bailan y disfrutan de la música, aun así, sentía las miradas de ambos encima mío, intentando mirarse sin que el uno ni el otro se diera cuenta.

—iré al baño—dije, antes de pararme y salir casi corriendo de ese lugar.

Al final termine en el segundo piso, en un cuarto que por suerte se notaba que nadie ha estado aquí dentro teniendo relaciones sexuales. Me tire en la cama, y cerre mis ojos, mientras que a los lejos escuchaba

Cuandome senté y voltee la mirada hacia la puerta del baño, esta se abrió y dejo vera la última persona que era la única en el mundo que no queria ver. Alexander salió en una toalla envuelta en la cintura, mientras que con otra se limpiaba su pelo mojado. Su paso lento quedo a la mitad cuando noto mi presencia. Lo mire de arriba abajo, este me devolvió la mirada sin comprender que hacia yo en este cuarto. Abrió su boca para preguntar algo, pero la volvió a cerrar negando con la cabeza. Camino hasta un pequeño sofá poco después recogió unas prendas de vestir y se dio la vuelta para entrar nuevamente en el baño.

Volví a mirar hacia la pared indecisa sobre qué hacer, si irme del lugar o quedarme aquí y esperar a que él se vaya. La primera opción evitada problemas, pero la segunda es posible que él se vaya sin decir ni una palabra y aparte lo mas seguro es que en esta casa no tenga otra habitación libre y que huela bien. Así que por muchas más razones decidí esperar a que Myers saliera del baño y se fuera.

La canción termino y justamente empezó a sonar Powerful. Esta canción es una de mis favorita, desde que salió he tenido una obsesión con ella.

Las grietas del corazón (saga corazones: libro 2) BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora