Las grietas del corazón (saga corazones: libro 2) BORRADOR

Capitulo 21

Bucle de amor

29 de mayo del 2018

Los viajes en donde voy con mi familia son tranquilos y me siento cómoda con ellos, pero...no me gustaba viajar con desconocidos no tan desconocidos. Ocurre que a mi madre me anoto a uno de esos eventos que crea unas de sus amigas en donde consiste en mandar sus hijos a otra parte de Europa para pasar dos semanas llenas de aventuras (sarcasmo, por si no lo notan) con niños mimados. Con normalidad es Rebecca la que viaja a eso, pero ella acaba de entrar a la universidad y mamá quiere que se concentre solo en eso. A ella le va más estas cosas, es mucho más sociable, carismática y divertida para esto.

—no es tan malo—murmuro mi hermana ayudándome a empacar mis cosas—, porque estarás con tu amiguita, ¿Cómo se llama?

—Allison.

—tienes suerte que mamá le haya pagado el viaje para que no te sintieras sola—se sentó en mi cama.

Termine de acomodar mis ropa bien en la maleta y coloque mis manos en mi cintura, soltar un suspiro cansador. Voltee a mirarla.

—tienes razón, con Allison nada puede salir mal—le sonreí.

Allison y yo somos grandes amigas, no puedo decir que desde toda la vida pero ya llevamos unos diez meses siendo amigas. Ella y yo somos demasiado parecida en todos los aspectos menos en la edad. Ella es un año mayor que yo.

—sobre esa chica...—rodee mis ojos porque se que iba a decir—no me es de confiar, Dee.

—¿Por qué es pobre? —solté molesta—que sea de bajos recursos no la hace criminal, Rebecca. No todos tienen la suerte de tener lo que nosotras tenemos...

—no me importa que sea pobre o no—se alzó de hombros—, pero ella tiene algo que no me agrada, solo cuídate cuando ella este cerca.

—ella significa para mi lo mismo que Anne significa para ti, es de confiar.

—no lo creo, pero si tu sientes que nunca te va a traicionar eso está bien para mí.

Miraba todas las personas vestidas de negro sentadas en aquellas sillas mirando el ataúd en donde se encontraba Samantha Edwards de 17 años. Desde el domingo me encontraba en shock, me sentía traicionada por una personas que de algún modo queria. Durante todo este tiempo he estado defendiendo a Allison de todo lo malo que decía Alex o Rebecca, solia enojarme mucho con ella porque solia criticar a Allison de una u otra forma, incluso no evitaba sus caras de mal gusto cada vez que Allison iba a mi casa. 

Las ganas de llorar intentando no recordar los buenos recuerdos que me hacía sentir más culpable, de cierto modo yo fui la que la integro a mi grupo, fui la que le abrí las puertas para poder destruir a todos. La muerte de Samantha fue mi culpa.

—iré a por algo de aire—le avise a mi madre.

Me levante del asiento caminando hasta la salida, sintiendo el frio viento que daba hoy Liverpool. Bajé los pequeños escalones que daban para salir hacia el jardín, cuando estuve unos cuantos metros lejos del lugar donde se encontraba toda esa multitud pude detallar a cinco personas mirando el paisaje. Los pude reconocer por el simple hecho de que ellos eran los únicos que faltaban en ir a darle el pésame a los señores Edwards.

Camine sin prisa alguna mientras detallaba cada espalda de cada uno, preguntándome cual será la próxima victima de Allison. En estos dos días pude pensar mucho y llegue a la conclusión de que yo sería la última en atacar.

He recordado todas aquellas miradas que decían mucho mas que las palabras, cada actitud de Allison ha estado llegando a mi como bombas en donde hasta ahora explotaban para darme a entender que tipo de persona es ella. Y algo se hacia notar en todos ellos: la envidia en sus ojos era muy fácil de notar, ¿Cómo fui tan ciega para no darme cuenta? Fui una estúpida todo este tiempo.