3.

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Multimedia : Damián Sall.

Oh por dios Sky, ¿que has hecho?.

Esta chica me matara algún día con una de sus rebeldías, me lavé la cara, pero al mismo tiempo tocaron la puerta, la miré por un momento con la esperanza de que se fueran, pero tocaron de nuevo.

-¿Melanie?, ¿Skyler?, no me digan que se escaparon- por más que mi hermana sea una estúpida debía de ayudarla.

-estamos aquí, a Sky le ha dado diarrea.

Me tapé la cara, mentir se me daba muy mal, escuché su risa, debía darle tiempo a escapar aunque luego me arrepienta, aunque debí de irme con ella, ella tenía razón, ¿y si logra escapar?, me dejará aquí porque no se arriesgará a que la atrapen de nuevo, aunque creo que no es tan mala, pués se ofrecio a sustituirme en ser la comida de ese tipo, aveces, solo aveces, mi hermana se comporta como mi hermana.

Salté de un susto al escuchar que tocaban la puerta.

-Melanie, ¿acabaron?- la voz de Duke me hizo sonrojar y no sé porque, o, ¿será por qué se ha portado muy bien conmigo?, y ha estado muy apegado a mi desde que me topé con su hermano, además, es muy hermoso. Me sonrojo de nuevo. Ya, putas hormonas.

-ya casi- susurré.

-¿te espero?- se escuchó su voz avergonzada y sonreí.

-no, no te molestes Duke, no hay necesidad- escuché un pequeño "bien".

Y oí sus zapatos irse, miré el reloj del baño, ya llevo aquí veinte minutos sola, mierda sky, lo que me haces hacer por ti hija de puta.

Escuché de nuevo unos toques fuertes en la puerta, me voy a morir del corazón.

-salgan ahora de allí, o tumbaré la puerta- oh my god, respira mela, respira.

Esa era la voz de Damián, extendí la mano al picaporte y lo giré quitando el seguro, abrí lentamente la puerta, Damián giró los ojos por encima de mi cabeza, buscando claramente a Sky, vió la ventana abierta.

Y me miró. Me volví pequeña ante su mirada.

-¿Dónde está tú hermana?- no le contesté, se acercó a mi. -¿tengo que repetir la pregunta?- me gritó acercandose a mi lentamente, Tenía mucho miedo. -¡¿Dónde esta tu hermana?!- me gritó.

-no le hables así Damián, ella no tiene la culpa, si quisiera estar de lado de su hermana se hubiera ido con ella, no se hubiera quedado.

Damián me miró y se dió la vuelta, estrelló su puño en la pared destruyendola, Duke se acercó a mi y tendió su mano. La cogí y lo abracé asustada, sentía protección en sus brazos, acarició mi corto cabello y me estrechó en su cuerpo como si quisiera hundirme en él.

-la iré a buscar- dijo Damián.

-¿no puedes solo olvidarte de ella?- preguntó Duke, yo esperanzada de que deje a mi hermana tranquila, alcé la cabeza esperando su respuesta.

-no, ella no se salvará de mi tan fácil. Es muy diferente a todas las chicas y solo por eso, la tendré a mi lado hasta que me canse y luego la asesinaré, como hice con las otras- susurró, y luego desaparecio en el aire. No, Sky, no.

**Sky**

Sonreí para mi misma, llegué a una carretera y pasaban muchos carros, traté de parar uno, pero no lo hacían, dudo que me encuentre aquí, he corrido más de veinte minutos.

-estoy en libertad- murmuré recuperando el aliento. Sentí alguien detrás de mi. Me taparon la boca impidiendome gritar. Su frío cuerpo aprisionó el mio.

-te equivocas- susurró en mi oído. Traté de soltarme, quería llorar, me removí como una animal, pero logró inmovilizarme con sus brazos fuertes. -no te librarás de mi tan fácilmente,  pequeña- y me soltó, me volteé y lo encaré, tenía una puta sonrisa. De repente estaba colgada en su hombro como saco de papas, me quejé, ¿por qué a mi?.

Comencé a sentir que corría, no abrí los ojos, tenía miedo, de repente paró y me bajó, abrí los ojos y me encuentro en la gasolinera, Mela estaba abrazada de Duke, ah claro, a ella le toca lo mejor. ¿Acaso el puto karma está vengandose?, he sido mala, pero no para tanto.

-me voy a morir- murmuré bajito, Damián me haló de un brazo y caminé perezosamente mientras él me llevaba como perro, me subió al auto y luego él lo hizo.

-nadie ha intentado escaparse de mi en los años que tengo que vida- lo miré, pero no dije nada, tenia los píes destruidos por estos botines de mierda, me recosté de la puerta y poco a poco me fui durmiendo.

*******

Desperté, mientras entrabamos a una mansión, el carro se estacionó y luego Damon casi me hala para que salga.

Mierda, Damián, estoy buena, pero déjame en paz cabrón.

Miré la casa, o la mansión mejor dicho, era de ladrillos, muy hermosa, Damián puso su mano en mi espalda baja, obligandome a caminar, se me erizó la piel bajo su tacto.

Acarició mi cabello, ya que me llegaba a las caderas, lo miré, pero no me dedicó miradas, Damián me ponía muy nerviosa, o me está empezando a poner. Entramos, los detalles de la casa eran antiguos pero muy elegantes. Había muchos cuadros, en uno de ellos, modelaba Lilith con un vestido, su cabello era largo y su piel lucía igual de hermosa que ahora, a su derecha, un cuadro de Damián, aunque un poco mas grande, tenía el cabello mas largo y su perfil era simplemente hermoso y a la derecha de Damián estaba Duke, de la misma manera, pero tenía otro traje y el cuadro era del mismo tamaño que el de Lilith, habían muchas puertas y de una, salió una pelirroja.

Era muy hermosa, le sonreía a Damián como si el fuera el sol de su amanecer, pero dirigió su mirada hacia mi y su sonrisa se desvaneció, me miró de arriba a abajo con asco, ¿qué se cree ella?, ¿modelo de victoria secrets?, pues no llega ni a modelo del arroz con mango de mi abuela.

Siguió caminando hasta Damián, sin dejar de mirarme y cuando llegó hasta nosotros, puso sus píes de puntillas y le regaló un beso apasionado a Damián, yo volteé mi cara. Amiga, cuidado si te lo comes.

Estaba desconcertada, una oleada de celos me recorrió, quería arrancarle los pelos, pero no le hice caso a mis instinto de perra.

Lilith, comprendiendo mi situación, me haló hacia ella. Damián se apartó solo para mirarme, pero yo solo lo esquivé, maldito bastardo, además, ¿por qué me siento así?.

Hoy ha sido un largo día.

-pensaba que no iba a volver amo- ¿amo?, ¿en que época estamos?, reí sin gracia y eché mi cabeza hacia atrás en modo de burla.

-ridícula- murmuré tranquilamente, la pelirroja al parecer se había molestado, sus ojos se tiñeron de un rojo nítido e iba a caminar hacia mí, pero Damián la detuvo con la mano.

-si lo haces, esta noche no habrá nada, Rachel- ¿a qué se refiere Damián?.

Oh, que alguien me dispare, me acuchilleé o que me tire una bomba. Se refería al puto sexo, quería arrancar sus cabellos, volverlos a coser y despues arrancarlos otra vez. La tal Rachel esa lo miró asustada y se detuvo, la miré con asco.

-vamonos de aquí- le susurre a Lilith, ella me miró y asintió, miré hacia atrás y halé a Mela, quién se quejó pero no dijo nada.

Caminamos por unos pasillos, esta casa era muy grande, entramos a una puerta purpura, supuse que era su habitación, me quedé con la boca abierta, tenía de todo, equipo de música, una cama king-size, las paredes pintadas de purpura, estantes llenos de libros y un ventanal en forma de rectángulo que ocupaba la pared entera y se veía el bosque. Mela veía igual que yo, todo era hermoso.

-esto no es real- murmuró Mela.

-no es real, pero para nosotras- Lilith nos sonrió y palmó la cama, para que nos sentaramos, pero yo me iré, era una cama de agua.

-este es el puto paraíso, pero sin incluir a los tortolas de allá abajo- murmuré, Mela y Lilith rieron con ganas.

-ahora acomodense, les contaré algunas cosas- susurró, Mela y yo la miramos, me encantan los chismes.

Esclava del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora