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Multimedia: Duke.

Entonces yo no le pude gustar a Duke, tenía que tocarme el estupido Damián.

Duke, ¡pero si no soy fea!.

Mi vida ha dado un cambio del cielo a la tierra, y ni me duele el hecho de que Alison perra de mierda no sea mi madre, he estado muy tranquila, mientras viajo por el autobús hasta New York, claro que antes de venir, Loren y Peter, me ayudaron a buscar el nombre de Joanna, por toda las páginas amarillas de New york, hasta que logramos encontrarla, con dirección, foto y todo, aunque un amigo hackeador de Peter nos ayudó en eso, y eso que se tomó más de dos días, ya que la seguridad de la página era demasiada y cuando logró tumbarla, se adentró por unos minutos, y logró conseguirla.

-gracias Mike- murmuré el nombre de el amigo de Peter. Ah, y déjenme decirles, ya llevo dos semanas que sé que estoy embarazada, y ya se me nota.

Wey, wey. Es en serio. Ha crecido, como si me he hartado de pastelitos y ya la barriguita de recién-embarazada se me ha estado viendo. El crecimiento es muy acelerado. Según Peter, la sangre de vampiro, contiene glóbulos que se multiplican, son veloces y si te cortas, te sanas de inmediato, esto se debe a eso.

Y en lo que iba pensando, ya habíamos llegado, me agarré la panza, mientras salía, ni quería que se golpeara, no sé, no quería que le pasara nada. Lo empezaba a... querer. Tener una criatura en tu vientre, es de lo mas hermoso, sabiendo que algun día lo vas a ver. Bueno. No sé si lo voy a ver, es tan raro que yo en mi sueño aparezca embarazada y muerta y luego yo quede embarazada por arte de magia, cosa que es casi imposible y nunca se había visto un caso así entre las dinastía de esclavas.

Me bajé, recogí mis maletas y cogí un taxi, dándole la dirección de la casa de Yona. Es de muy mala educación que vaya a su casa y le diga, "oye Yona, ¿qué tal?, soy tu hija, ¿puedo quedarme aquí?", obvio que le iba a decir así. Y como yo no tengo educación me vale verga.

Me encontraba en una casa, super linda, lejos de la ciudad y de todas esas luces, me bajé y tomé un respiro antes de comenzar a caminar, atravesé el pórtico con dos zancadas, suspiré y con mi dedo índice toque el timbre. Un timbre bastante sencillo, y normal. Me gusta.

Escuché unas pizadas de tacones, me mordí el labio y cuando abrió, abrio los ojos con sorpresa y su gran sonrisa se hizo presente.

-oh por Dios, ¿Skyler?, pasa niña, pasa- se hizo a un lado y me dejó pasar, yo casi me tropiezo con mis propios píes. No es tan difícil Sky, vamos, me alentó mi subconciente. -oh por dios Sky, mira tu barriguita- se acercó y la acarició, ay, si supiera que usted es la abuela. -hace solo dos semana que nos vimos por última vez, esto es... maravilloso- exclamó con una sonrisa.

-Yona- la llamé, ella me miró.-siento ser tan confianzuda y de seguro se preguntara por que vine, o como encontré su casa, pero, ¿podría brindarme un poco de su espacio?, y si no puede, la entiendo...-me interrumpió.

-pero mi niña, ¡claro!, mis hijos ya son grandes, y un poco de compañía seria lo mejor que me podría pasar- exclamó feliz, sonreí. Oh Dios mio, gracias.-¿y cómo se llamará?- me preguntó invitandome a sentarme.

-realmente no lo sé, he estado tan ajetreada que no he podido pensar con claridad- susurré- le dije al vampiro que me embarazó, me dijo que era una mentirosa, que los vampiros no pueden ejendrar, mi madre no resultó ser mi madre y usted es la verdadera- me miró por unos segundos, se quedó quieta, oh no, ¿le ha dado un paro?, me acerqué a ella.-¿Yona?- pregunté. Sus ojos se aguaron y me acarició el rostro.

-¿Mónica?- ¿así que mi segundo nombre fue por ella?. Asentí, este momento era muy emocionante, al menos para mi y más que mis hormonas estan alborotadas.-oh por Dios, sabia que te encontraría algún dia, me pareciste muy familiar cuando te encontré en la parada de autobuses, eras muy parecida a mí, cuando tenía tu edad. Oh Jack, que pena que no está aquí para que viera que preciosura eres.

-cuéntame sobre Jack... mamá- sonrió por el nombre. Me agarró las manos y acarició el torso de las mismas.

-Jack era un hombre maravilloso, yo trabajaba en el periódico cuando llegó a New York, yo ya tenía hijos y me había divorciado, estaba tan aburrida de mi vida amorosa, que decidí probar algo nuevo, yo no era vieja, parecía de 35 y mi cuerpo parecía el de una joven, mi cara no tenía arrugas y mi cabello negro era largo y abundante, era muy elegante y sofisticada, unas de las maduras mas hermosas de la cuidad. Encontré a tu padre en la barra, me acuerdo como hoy, estaba joven, se veía maduro y sus ojos zafiros me encantaron desde que lo ví, me acerqué a él, siendo por primera vez una zorra en toda mi vida, cotilleamos por varias horas y fuimos a un hotel, hicimos el amor, me acuerdo, la intensidad era mucha, él sabía como moverse- sonreí, ante las palabras que salían de su boca.- nos manteníamos en contacto, yendo los viernes al bar y luego al hotel, hasta que salí embarazada, me prometió ayudarme en cada cosa que necesitaba, tu padre era mujeriego, pero era responsable en lo que debía, era divertido y libertino, tan parecido a ti- suspiró.- te tuve en el hospital principal de la cuidad, pero, te reportaron como robada de la maternidad, no sabes cuanto sufrí, no fue hace mucho que superé aquella tragedia. Estaba tan asustada y luego, para rematar, tu padre desaparecio así por así- la miré, quería conocer a mi padre. Quería hacer tantas cosas con él.

Sentí como mi bebé se movía, dando patadas dentro de mi, chillé emocionada y puse las manos de Yona en mi vientre, ella sonrió sintiendo toda clases de movimientos por parte de él.

-yo, te cuidaré y te voy a amar como cualquier madre, a ti y a tu bebé- sonreí, y besé su cabeza canosa y nos abrazamos.

Tengo que ser fuerte, Damián volverá, lo sé... pero lo esperaré con una taza de chocolate caliente y una sonrisa, de TE LO DIJE PENDEJO.

Esclava del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora