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Acaricié su cabello negro, mientras se quedaba dormida, con su biberon de sangre en la boca. Sus grandes ojos zafiros estaban cerrados y su respiración era pausada, quité el biberón despacio mientras la acomodaba entre mis piernas, sin despertarla. Unos estruendosos aplausos se oyeron, cierro los ojos para calmarme y no irle a arrancar en serio la cabezota a Damián.

—¡Astrid está durmiendo animal!— susurré aguantando las ganas de ir y darle una bofetada. Sabe lo difícil que es dormirla y aún así hace ruido el muy idiota.

—ya mi amor, no quise, solo estoy tan feliz, mi hija tiene un don y es maravilloso— exclamó bajito.

—yo no tengo dones, ¿tendré uno?— pregunté esperanzada con un puchero que mis labios. Sonrió y al pasar por mi lado me regaló un beso en la frente.

—si no se ha desarrollado aún,  jamás se desarrollara, así que lo dudo— bufé bajito. Quería tener un don, pero ya veo que no será posible.— entonces con lo de tu padre, está demasiado tranquila para como te debería de ver— dijo siriviendose licor, maldito borrachón, se sentó al lado de mi, le quité el licor de la manos y me lo bebí de un sorbo.

*claro Sky y el es el borrachón*

*shh, silencio*

Él miró sus manos ya vacías como preguntandose donde estaría, dejé el vaso en la mesita y él me miró, como "¿en serio?".

—aunque me debería de afectar mucho, debo de ser fuerte Damián— dije ignorando su mirada. Suspiró y se paró de nuevo a buscar un vaso de licor y lo bebió lejos de mi para que no se lo quitara, sonreí mientras le acariciaba el cabello a Astrid. Dejó el vaso en la mesa y se me acercó.

—oye Sky, no te deberías juntar con esos perros, somos enemigos naturales, no podemos hacerlo, hay reglas para convivir— murmuró con sus ojos puestos en los míos.

—las reglas me las paso por el trasero Damián, no voy a dejar de ver a Peter por que el sea lobo, yo vampiro, eso no me interesa, él ha sido mi mejor amigo desde que prácticamente nací, así que no jodas con eso Damián— lo miré molesta, ha estado saltando con eso desde que me convertí. ¡Hermano, déjeme en paz con ese tema!, me acarició el torso de la mano.

—eres tan terca Sky— suspiró.—pero no puedo negarte ese derecho.

Le sonreí dulcemente.

—y con el tema del ejército de tu padre, ya sé que hacer con ellos.—alcé una ceja.— llevaremos a Astrid.

—¡¿estás fumando crack hijo de puta?!, ¿te estás volviendo completamente loco?— fruncí las cejas molesta, ¿cómo puede pensar eso el muy cabrón?.

—baja la voz Sky— susurró al ver como Astrid se removía, me miró— tu padre se dió un susto, no esperó eso, de aquí a cuando ocurra la batalla o lo que sea que esta planeando, Astrid estará más grande y será tan inteligente como para saber que hacer— Rodé los ojos y agarré la cara de Damián entre mis manos.

—tú eres un idiota si piensas que te apoyaré en esa tontería— lo solté bruscamente.

—siempre me llevas la contraria Sky, confía en mi por favor, déjame hacer esto— suspiré, podría ser buena idea pero no puedo hacer esto. No puedo poner en riesgo la vida de mi Astrid, aunque práticamente esta semi viva, pero al diablo.

—confío en ti— suspiré, sonrió feliz y me dió un beso en los labios.—pero si nos pasa algo, regreso de la muerte y te hago la vida imposible— me sonrió y se acercó a mi, dándome muchos besitos en los labios y en toda la cara.

—nunca lo harías.

—ah, ¿y por qué?— pregunté alzando una ceja.

—porqué me amas— sonreí.

—ah, eso es verdad— y nos terminamos besando  en el sofá como dos estúpidos adolescentes que no se cansan de los besos del otro.

**Varios meses despues**

Todos admiran a la niña que parece de 10, pero que tiene  un año de nacida. (Multimedia).

Su cabello castaño oscuro casi negro, le llegaban hasta medio trasero y a los muslos, su piel de porcelana era suave y daban ganas de tocarla, era pálida y sus ojos zafiros se encendieron más con la edad. Ya la forma de cuerpo se le está notando, el mismo cuerpo que poseo, lo va a tener ella. Y su inteligencia es potente, pero es muy traviesa y divertida. Damián se le ve muy enamorado de  su hijita consentida, ¿y quién no se enamoraría frente a esa cosa tan hermosa?, y es que yo no soy fea, ni el idiota que tanto amo lo es. Es muy rápida, la velocidad del padre se le traspasó a ella y la fuerza. Yo en cambio sigo esperando que algún don venga hacia mi. No pierdo las esperanzas.

—mamá— escuché la dulce voz de Astrid llamarme, estábamos en el patio de flores, miré y ví hacia el frente. El famoso Jack Brown se aparece con un ejército de mas o menos 20 personas, entre ellas Rachel y Alison. Me puse en alerta y me acerque a Astrid, protegiéndola con mi cuerpo.

—no estamos listos para la batalla, no es justo— vociferé, todos lanzaron una risa escalofriante, pero a la misma vez burlona, Jack me miró.

—nada es justo en esta vida pequeña— masculló sonriente. Y en menos de dos minutos, Mela, Duke, Anne, Lilith, Colin y Damián, aparecieron al lado mío, James todavia no ha tomado vida vampirica aún, Anne no lo decide.

Peter y Loren, aparecieron convertidos en lobos, pero lo que me sorprendió, es que trajo compañia, el compañero que me ayudó a buscar a Yona, estaba a su lado convertido en un gigante lobo marron, Mike y un par más que desconozco.

—confía en mi Sky, no le pasará nada a Astrid, yo no lo permitiría nunca y lo sabes— Rodé los ojos y lo miré, me acerqué y le dí un último beso, por si acaso pasaba algo y ojalá la boca se me vuelva chicharrón y no pase nada malo.

Por Dios, mis nervios me vuelven mierda.

Esclava del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora