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Multimedia: Astrid.

**Damián**

El beso de mi mujer me había desconcertado, quería más, pero esta situación no estaba para juegos. Sostuve la mano de mi Astrid, quería agarrar la de mi amada, pero ella se puso del otro lado, copiando mi acción, protegiéndola de todos.

La miré una vez más, era la inmortal mas hermosa con que mis ojos se habían topado en la vida y eso, que he rondado por este mundo desde hace casi mil años y nunca pensé que llegaría el momento de enamorarme. Pero desde que ella cruzó la puerta del dormitorio de Melanie, mis ojos no podían dejar de mirarla y admirarla, aún siendo humana era muy bella y lo que más me enamoró y no lo niego, es que no se dejó manipular por mi en ningún momento, siempre hacía lo que quería y no lo que yo demandaba, aunque aveces me molestaba y mucho, me encantaba al mismo tiempo.

Y en los momentos sexuales, yo era quién mandaba en las esclavas, no dejaba que me tocaran, ni siquiera que hablaran a la hora de la intimidad, pero desde que llegó ella, yo era su esclavo, me hacía subir al cielo a ver las constelaciones y bajar de nuevo a la tierra, me hacía sentir un placer indescriptible, indescifrable, como ninguna otra mujer lo había hecho.

Y en esos momentos en que me enojaba, no podía estar enojado con ella, me sentía culpable y vacío y cuando lo hacía, me moría por dentro, quería estar con ella y oler su aroma mezclado con el mio. Cada vez que la veía llorar por mi culpa quería asesinarme yo mismo, por hacer sufrir a quien amaba y aunque aparentaba no sentir, ahí era que más la necesitaba. Y cuando pensé que murió, quería irme con ella. Anne, me dijo lo que pasaría con ella y por eso fue que me mantuve quieto. Esperando a cada segundo que mi amor despertara.

Y ahora la tengo a mi lado como la mujer que he amado, con una hija hermosa y una familia que apesar de lo idiota que soy, me ama.

El Jack Brown que tanto odio, solo tiene envidia de mi por la imágen que poseo, nadie se atreve a desafiarme, soy peligroso y mucho, yo lo reconozco. Él quiere quedarse con la imágen de quien mató a Damián Sall y su clan, uno de los clanes principales y más fuertes del mundo.

Me acuerdo cuando eramos niños, Duke, Lilith y yo, soñábamos en nuestra aldeas, con conocer al mundo completo, ser libres, ser nosotros.

Cuándo salimos a cumplir nuestros sueños, era luna llena, los lobos nos encontraron y casi nos matan. Si no fuera por un clan que pasaba por ahí, estaríamos muertos, nos convirtieron en lo que somos y juramos nunca ser amigos de lobos o como los llamo yo, perros y de ese clan, salió Anne Marie, quien se apartó de su familia poco después por beber sangre humana y ella, no quería esa costumbre para ella, pero aunque no la soporto mucho por ganarme en fuerza, siempre ha estado ahí para lo que mis hermanos y yo necesitamos y eso se lo agradezco mucho.

Jack comenzó a caminar hacia nosotros y yo como soy el principal, comencé a caminar hacia él. Mi Sky me miró preocupada, yo le dí una mirada de que se calmara, que todo estará bien y ella solo asíntió insegura y decidió confiar en mi, la escuché suspirar.

Jack y yo quedamos a centímetros, quería desbaratar esa cara a puñetazos.

-nunca pensé que Damián Sall se enamorara... y de mi hija- levantó una ceja incredulo y una sonrisa burlona estaba en sus labios, esos ojos me acordaban tanto a mi amada, pero había algo diferente en ellos, 'maldad, dolor'.

Rachel y Alison miraban a Sky con recelo y envidia, nunca pudieron ser asi de bellas, Sky humana le daba mil patadas a esas dos brujas, e imagínense ahora. Y además de que es la única que ha podido ganar mi corazon.

No he podido aceptar que mi amada tome sangre humana y aunque me dirán hipócrita, la sangre humana te hace matar y quiero que tenga su conciencia tranquila y pueda ser que yo me ponga a hacer la misma dieta, cosa que creo imposible.

-¿a mi hija les gustaron los cadáveres que dejé en los bosques?- con que fue el malnacido este, no quiero que haya una batalla, pero este maldito me quiere sacar de mis casillas.

-demasiado- murmuré con signos de burla en mi voz. Esa no era la respuesta que él quería, no le voy a dar el gusto de pelear porqué él quiera y más cuando tengo que proteger a mi familia. No pondré en juego su seguridad.

Jack levantó una mano y sacó dos dedos, dando la señal de atacar. ¡Mierda, hijueputa, mierda!. Pude sentir la respiración de mi hija acelerarse y el cuerpo de mi amada tensarse.

No dejaré que les hagan daño.

Agarré del cuello a Jack, tengo mucha más fuerza que él. Me dió un puñetazo en el pecho, dejándome desconcertado, tosí, agarré su cuello y le dí rodillasos en su cabeza, ya cuando estaba aturdido en la misma posición, puse mi mano en forma abierta, como simulan un papel cuando juegan piedra, papel y tijera y con la misma fuerza, ataqué su cuello, rebanandolo, su cabeza cayó en el terreno de flores.

Miré hacia atrás, pero alguien me tomó de sorpresa, arranqué su cabeza cuando pude, una mitad se dirigió a los lobos y la otra a mi familia, los vampiros mataron algunos lobos. Oh no, ya sé lo que planean. Planean matar a lobos, acusarnos a nosotros y que nos busquen para matarnos, odiandonos más de lo que ya nos odiamos.

Astrid, hizo una burbuja entre la familia, impidiendo que los otros pasen, por lo menos están a salvo por ella. Pero Sky al ver que los vampiros le estaban ganando a los lobos corrió a ellos, ¡no, Sky!.

Pero Rachel y Alison se pusieron en frente de ella, me preocupé, pero seguí ayudando a Peter y a Loren, que ya casi terminamos con los vampiros, pero algunos son demasiado fuertes. Sky evadía varios golpes rápidamente y con una velocidad impresionante las agarró por el cuello y las alzó, los ojos de Sky se alumbraron en un naranja fuego, ¿qué es eso?, de sus manos salieron llamas de fuego, quemando a las vampiresas que tenía en las manos. Se convirtieron en cenizas, antes de que pudieran siquiera reaccionar, Sky se quedó en shock por varios segundos.

¡Es un don!, ¡tiene el don de los elementos!.

Corrió hacia nosotros y me ayudó a asesinar a los otros, con tierra y fuego, ya que con los otros dos, no servía de nada en esta situación.

Duke se hacía cargo de los otros junto con Mela y Astrid se protegía de todos con su burbuja magnética. Nos distraimos observando, un vampiro corrió hasta nosotros, pero antes de que siquiera diera un paso, Astrid corrió hacia él y mágicamente lo agarró del cuello, lo estrelló contra el piso y luego dió una voltereta encima del cuerpo mientras que con la mano lo agarraba y lo lanzaba hacia la boca de Peter.

Nos miró y con una sonrisa nos dijo.

-nadie les hará daño o se atreverá a hacerles daño ahora que estoy yo en sus vidas.

Esclava del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora