Multimedia: Peter.
Oh por Dios.
¿Damián rogandome?, alguien que me eche agua en la cara.
-¿me estás rogando Damiánsito?- le pregunté agarrando el cuello de su camisa.
-no empieces Sky- le sonreí y me aparté.
Recogí mis botas y comencé a caminar hacia afuera, bajé las escaleras descalza.
-¡sky!- lloriqueó como niño, sonreí, sentí sus zapatos bajar detrás de mi. Me paré en el pié de las escaleras. Lo miré buscando el porque me hablaba, aunque ya lo sabía. Me encantaba esto. -no lo quiero volver a repetir- hizo una mueca de desagrado, Damián parecía todo, menos, un vampiro de más de 800 años.
-bueno, que pase buenas noches, señor Sall- musité dándome la vuelta, pero antes de que diera un paso, los labios de Damián estaban encima de los mios, me cargó con cuidado pero rápidamente y me llevó a mi habitación. -Damián- gemí, y de nuevo el bulto en sus pantalones. -todas mis fuerzas la agota el bebé, ya estoy cansada- susurré, se acercó a mi cuello, insertó sus dos agujones en el. -mierda, Damián, me siento tan cansada porque tu hijo se chupa toda mi sangre, para que ahora tu estés de vampirito chupando la mía también- gemí, Dios iba a llegar al orgasmo, me aparto, sus labios rojos llenos de sangre me llamaban. Me mordí el labio. Él se mordió la muñeca y me la dió para que bebiera.
-un poco de sangre de su padre hará que se sienta bien, mientras yo hago que su madre se sienta mejor- enarqué una ceja, me encantaba mucho que dijera eso. Siento un cosquilleo muy raro dentro de mi. Al el decirlo... al el decir que somos como familias. Como una familia.
-¿y no qué no eras el padre?- le pregunté burlona.
-Anne me abrió los ojos- susurró para luego callarme con un beso, la sangre de Damián me estaba regalando fuerzas, lo agarré de la camisa y con todas mis fuerzas lo puse debajo de mi, lo besé con posesión, lujuria.
Damián es mio perras. Solo mío. Moví mis caderas mientras lo besaba, encima de su ya dura erección, gimió encima de mis labios, pasó sus manos por mi vestido y lo arrancó, acariciando mi piel desnuda, ya ni me acordaba que tenía una gran panza, eso no me va a retener de lo que voy a hacer, de lo que quiero hacer. Lo agarré del cabello salvajemente y le mordí el labio fuertemente, pase mi lengua por el labio superior, y luego succioné su labio inferior, lo estaba volviendo loco. Lo sabía.
Me agarró el trasero, yo pasé la mano por su pecho y arranqué los botones, con todo y camisa, mordí su pecho y fui besando sus abdominales, hasta llegar a su linea V, les dí varias mordidas y donde comenzaba su parte, le hice un chupón, aunque creo que a los vampiros ni se les hace, pero a el raramente se le hizo.
-mierda - suspiró, sonreí, subí de nuevo a su boca y lo besé, pero ahora, más suave, dejándolo con ganas de mas, me iba apartando y él iba levantando su cabeza con los ojos cerrados para no perder el contacto, abrió los ojos y me encontró mirándolo.
-Damián - lo llamé.
-¿Sí?- su voz temblaba, quiero recordar este momento para siempre.
-eres mío, solo mío, de nadie más- murmuré mientras me subía encima de él, su respiración se aceleró más de lo que estaba ya. Lo besé de nuevo, mis palabras lo encendieron de una forma inhumana.
Me puso debajo de él, y quitó mi sosten, torturó mis pezones contra sus labios y dientes. Besó mi panza y fue bajando lentamente, volviendome loca, gemí al sentir su lengua en mis bragas, apreté los labios, sentí que iba a desfallecer ahí mismo. Arrancó mis bragas y se bajó sus pantalones.
-hueles tan bien- gruñó, me mordí el labio ante esa voz. Dios.
Se acomodó entre mis piernas y puso sus manos, a los lados de mi cabeza, me dió un pico y luego entró en mi, lancé un gemido y cerré los ojos, lo escuché gruñir, mientras me penetraba cada vez con mas fuerzas, lo atraje hacia mi, no podía controlar mis gritos de placer con cada estocada, no podía contenerme ante el hombre que estaba en frente mio.
Me tomó de los muslos y empezó a penetrarme con mas dureza, dando en mi punto G, arañé la espalda de Damián, y mordí su hombro, en vez de gemidos, gritos eran lo que abarcaba mi garganta, gruñí y maldije, la habitación olía a sexo y las ventanas estaban empañadas, la pasión que sentíamos quemaba dentro de nosotros, nos necesitabamos.
Los espasmos estaban llegando, me pegué mas a las caderas de Damián y mientras nos besabamos llegamos al mismo tiempo, lentamente dejó de penetrar, haciendo que los espasmos llegaran a su final. Mi cuerpo temblaba y estaba sudado. Damián se paró, y me cubrió con la frazada, no se fue como pensaba que haría, se acostó conmigo. Me atrajo a su cuerpo y puso mi cabeza en su pecho.
-no permitiré que te vayas de nuevo, no lo haré, trataré de que estés aquí siempre conmigo, no voy a perderte de nuevo Sky. Te amo.
El cansancio se había esfumado. ¿¡QUÉ DIJISTE?!.

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Esclava del Vampiro
VampirosYo, una chica normal. Él, unos de los vampiros más temidos. No sé que hice para meterme en esta situación, pero, me encontró, y de mil millones de mujeres en el mundo, me eligió a mí. Convirtiéndome, en la... Esclava del vampiro. Prohibida la copia...