27.

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Golpeé una roca, usándola como juguete mientras caminaba. Mis píes estaban cansados, me dolía la vida.

Tenía mucha sed, mucha hambre, me sentía sucia, quiero bañarme. Mi bebé se movía en busca de comida, descuida pequeña. Conseguiré algo.

-ya casi llegamos, faltan solo varios kilómetros- dije para mi misma. El bebé se empezo a mover mas bruscamente, sus piecitos casi iban a romper mi piel, sentí como algo se quebraba dentro de mi, mis costillas. Grité de dolor. Los piecitos del bebe se encontraron con mi pecho, empujando hacia arriba, escupí sangre. Sentí como si me rompieran en dos, grité. La vertebra torácica se había partido en dos quedándome sin soporte, caí hacia atrás acompañado con un grito de dolor.

-¡PETER!, ¡LOREN!- comencé a gritar, no quería dejar morir a mi bebé, esta bien si yo moría, pero no quiero que mi bebé muera.-¡PETER!- mi garganta picó al hacer tal esfuerzo, el sabor a sangre inundó mi boca, el dolor de mis huesos insertandose en mis órganos era insoportable, además de que estaban rotos y mi bebé no dejaba de moverse, quiere salir.

Pizadas se oyeron.

Una loba gris y un Peter humano se aparecieron, le dí gracias a Dios por permitirme verlos de nuevo. Sollocé al verlos, Peter me ayudó, lentamente mientras me llenaba de preguntas preocupado.

-te escuchamos, veníamos para el territorio vampirico a rescatarte- murmuró la voz de la loba, gemí de dolor, al ser puesta encima del lomo de Loren y Peter se montó detrás de mi, procurando que mis huesos no se inserten en mis órganos más de lo que están.

Cerré los ojos dejándome llevar. Pero los abrí al sentir la voz de Peter hablarme.

-no cierres los ojos Sky- murmuró Peter preocupado y con ojos llorosos.- no te duermas.

-te amo peter, te amo Loren, si tendría que pasar lo mismo de nuevo, para conocerlos, una vez mas aceptaría- mis lágrimas eran incontrolables.

-no digas esas mierdas Sky, lo dices como si estuvieras despidiéndote y no te vas. ¡Loren por favor más rapido!, ¡se nos va Sky!- gritó con voz temblorosa, Loren sin chistar obedeció. Me sentía en el aire. - te haré preguntas para que no te quedes dormida- asentí medio boba. -¿eres virgen?- preguntó, reí amargamente ante la elección de preguntas, el aire me empezaba a faltar.

-del oído si- Peter rió tristemente.

-¿Cómo te va en las relaciones?- preguntó.

-prefiero dedicarme a estudiar, eso no es para mi- respondí. Sentí mis pulmones enflaquecer cada segundo que pasaba. Me estoy muriendo. Lo sé.

-llegamos- y de ahí no entendí nada de lo que hablaban, solo sé que Loren se fue a buscar a Mela, a Damián y a Duke. Me sentía en las nubes, pero cada cuando me bajaba por los dolores.

Un Damián apareció preocupado por las carpas, yo solo miraba en azul, que emanaban las susodichas.

-Sky sobrevive- ¿Sky?, ¡Damián ha vuelto!, ¡pero justo cuando me estoy muriendo, coño!.

Aunque debería de mandarlo a la mierda aunque este toda débil, pero estoy feliz de verlo una última vez.

Escupí sangre, abrió mis piernas y me preparó para el parto. Yo me quejaba. Una contracción hizo que casi me cayera de la cama inflable en la que estaba. Se movió de nuevo, grité al sentir mis costillas enterrarse en mis pulmones, comencé a hiperventilar, las contracciones del preparto ya habían finalizado, ahora viene lo duro.

-puja Sky, casi va a salir- pujé, ay Dios mio, se me va a salir la mierda, y yo bromeando aun en estas situaciones. Entró Mela y me miró, quería llorar, se le notaba en la cara. Me agarró la mano dándome apoyo.

-vete Melanie, eres neófita aún y no controlas tu sed, la podrías atacar.

Mela lo miró como si quisiera matarlo.

-nunca le haría daño a Sky, Damián- besó mi mano, reprimí un grito y volví a pujar.

-la cabeza está afuera, muy buen trabajo, de nuevo vamos, Sky- no podía casi pujar, no tenía fuerzas. Pero lo hice, grité al sentir ya que salía, un llanto de bebé se aproximó,
Damián se quedó mirándola con una mirada de padre enamorado, me acerqué y la ví bien, su cabello castaño oscuro se aproximaba de su cabecita, era pálida y abrió sus ojazos desde que nació, unos ojos zafiros inconfundibles.

¿Pero cómo me pude parar?, ¿y tan rápido?, miré hacia abajo, mi panza ya no estaba, miré hacia mi alrededor y me ví a mi misma, inerte, sin moverme, palida y con los ojos abiertos y las piernas de la misma manera.

Estaba muerta. Estoy muerta. Morí.

Soy un espíritu. Oh por dios. ¡Qué Guay!. Damián me miró, le entregó la niña a Mela y me acarició la mejilla.

-¿Sky?, oh no, Sky- las lágrimas salieron de sus ojos y la imágen mas tierna del mundo estaba ahí. -¡SKY!, ¡NO!, ¡NO ME DEJES!, ¡NO PUEDO VIVIR SIN TI!- gritó con toda sus fuerzas. Las lágrimas que brotaban sus ojos eran cantidades extremas.- ¡yo te amo también!, ¡VUELVE!- gritó.

Um, ahora me quieres de vuelta, no, pero el premio al más pendejo te has ganado Damián, déjame decirte.

-yo también te amo Damián, ¡también te amo!, ¡no puedo quedarme aquí!- corrí hacia mi cuerpo y le toqué la mano, pero no volví a la vida, solo me fundí en completa oscuridad, los recuerdos de mi vida estaban pasando frente a mis ojos. Esos días cuando era feliz y no me daba cuenta. Me ví a mi a Mela y a Peter cuando éramos niños, éramos tan tiernos.

Una secuencia de imagenes comenzó a aparecer desde que conocí a Damián. Todo lo que habíamos pasado, con música de fondo de Justin Timberlake. Mirrors para ser exactos, amo esa canción. Solo sé que duré un día entero viendo mi vida en cortos recuerdos, o eso creo.

Me senté en la suave oscuridad, ¿en serio me quedaré aquí?, un dolor en mi pecho se aproximó, ¡pero si estoy muerta!, ¡no puedo sentir!, era como si mis costillas se pusieran en su lugar, en mi espalda sono un "crack", supe que mi vertebra torácica estaba en su lugar, algo me obligó a acostarme, me quejé al golpearme la cabeza, me dolió, algo que no debio de haber pasado, miré mis manos, se volvían mas palidas, ¿qué me pasa?.

Me pasé las manos por mi piel, se volvía fría y tersa como la de un bebé. Sentí como mis pestañas crecían y se volvían mas espesas, mi cuerpo iba en mejora... ¿qué me pasa?, acaso me estoy convirtiendo en... no, no puede ser, mi padre es un semi vampiro, yo no soy vampiro. O solo mi parte vampiro estaba dormida. Abrí los ojos, ¿será eso cierto?, unos colmillos pequeños crecieron, pasé mi lengua por ellos, eran filosos. Eso era... Mi parte vampiro estaba dormida y al morir tomó posesión de mi cuerpo. Suena tan estúpido, pero, ¿y si es verdad?.

Sentí como mi corazón se detenía, me dolía y mucho, gruñí, me puse la mano en el corazón, hasta que sentí que no dió más movidas. Cerré los ojos y me me dejé llevar.

Esclava del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora