11.

44.6K 2.9K 272
                                    

Multimedia: Skyler Monica Brown.

Miré hacia la luna llena, oh mi Dios, estaba tan cerca que hasta podía tocarla, los árboles nos arropaban, no sé por cuanto tiempo hemos estado aquí. Miré mis dedos entrelazados nerviosa, Loren estaba al lado de mi y agarró mis dedos, que se estaban doblando uno a los otros nerviosos.

-tranquila chica, hemos hecho esto mas de una vez, no nos va a pasar nada, te lo garantizo- sus grandes ojos marrones me dieron confianza, le sonreí sin mostrar los dientes y decidí calmarme, recosté mi cabeza de los vidrios quienes temblaban por el movimiento de la camioneta encima de la tierra seca, suspiré, y fijé mis ojos entre los arboles, ví una figura, pero no sé que es, abrí los ojos al ver que corría hacia nosotros, omaiga, omaiga, omaiga.

-¡aborten, putos, aborten!- grité, Loren me miró raro, pero al ver lo que venía hacia nosotros se alarmó. Y susurró un "mierda". El lobo, chocó contra la camioneta, esta perdió el control y dió vueltas sobre la tierra sucia, el gentío se movió de arriba hacia abajo al igual que yo, quedé aturdida, pués me dí un gran golpe en la cabeza.

Todos salieron despavoridos, yo caí en los asientos como una muñeca, pues se había quedado puesta sobre las cuatro llantas, después de todas las vueltas que dió, me quejé, unos ojos amarillos y una respiración descontrolada se hizo presente, abrí los ojos lentamente, mi respiración se volvió loca, no era asmática pero sentía que iba a desfallecer, abrí la puerta del otro lado de la camioneta y salí corriendo como pude, haber si pongo en práctica todo esta resistencia que poseo, mis pies se movían rápido, rece al señor Jesucristo que no me estuviera siguiendo la bestia con ojos amarillos, miré hacia atrás y me seguía.

Lloraré, juro que lloraré.

A ver, corrí un poco mas y me enganché en una rama y comencé a trepar como pude, miré hacia abajo, el lobo saltó para morderme, mis pies estaban en el aire, los encogí como pude y luego me estiré para seguir subiendo, mi corazón latía como loco. Ya estaba a una altura buena, en la que no me podían atrapar, sonreí, sentí que el árbol se movía, alguien se estaba chocando contra el, miré hacia abajo, oh mi Dios, cinco lobos estaban tratando de subirse, sollocé. Adiós mundo cruel.

Rasgaban la madera, tratando de subirse.

-¡sio!, ¡larguense!- grité asustada, mierda, uno casi me alcanza el pié, tengo que subir más, me volteo y pongo el pié en una rama, pero cuando iba a poner el otro, me resbalé, quedando solo mi mano de salvación, salvandome de ser comida y desgarrada por lobos locos.

Mi mano casi se estaba resbalando, intenté poner mi otra mano en la rama, para sostenerme pero fallé, ahora solo mis dedos eran lo que me separaba de los lobos, pero no por mucho tiempo. Mis dedos ya no resistieron más mi peso y me dejé caer, estaba en un río de pánico, pero ya sabía que este era mi fin, cerré los ojos esperando mi caída o simplemente sus garras, pero solo sentí que me agarraban la cintura y me pegaban contra un tronco, mi espalda se hizo mierda, empuñé los ojos por el dolor, pero los abrí a ver quien era mi héroe. Damián.

Estaba deprimida y feliz al mismo tiempo, feliz por que estaba viva y deprimida por que fue Damián que me salvó y no otra persona, me atrajo hacia él y me abrazó, yo sin más remedio lo abracé de vuelta.

Mientras veía como una chica desconocida para mi, les daba su merecido a los putos locos de esos lobos, junto con Duke y Lilith.

Damián, se alejó de mi y escaneó mi cuerpo.

-¿por qué te fuiste?- me preguntó, rodé los ojos, acabó de salvarme de ser la comida de unos perros y lo primero que se le ocurre, es, ¿preguntarme eso?. Claro, se lo agradezco infinitamente, pero por mi se puede ir a la mierda, es más, se puede morir.

-Damián, no quiero verte, ¿si?- murmuré cansada.

-¿sabes lo que esto significa, no?- preguntó molesto.

-haz lo que quieras Damián- susurré, bajándome del árbol, que no era tan alto, ademas, los lobos ya se habían ido.

-te acabo de salvar y eso es lo, ¿primero que te sale de la boca?- su voz se escuchaba dolida.

-¡acaso no entiendes que no quiero verte!, ¡me secuestraste!, ¡me violaste!, y yo no voy a agradecerte por la única cosa buena que has hecho por mí- vociferé molesta.

-¡nadie me habla así!- gritó acercandose a mi.

-¡te hablo como se me de la gana!- grité molesta y me dí la vuelta, caminando lejos de él.

-soy Damián Sall, uno de los vampiros mas temidos, date la vuelta y camina hacia mi- Paré en seco y lo miré, apreté mi mandíbula molesta.

Levanté mi mano en el aire, y saqué el dedo de en medio.

-jodete Damián- pronuncié para luego seguir caminando, sentí que alguien me cargaba, chillé, estaba en el hombro de Damián.

-haber si me respetas, te voy a dar un castigo que jamás olvidarás- oh no, ahora si sentía miedo, no quería que me hiciera nada, y lo más hermoso es que no me podré salvar de eso.

-wey, wey, wey, esta chica me cae requete bien, sueltala Damián, se merece un Óscar al no dejarse perdejiar por ti, como las otras esclavas- exclamó la chica desconocida.

-Anne, será mejor que te calles, Damián está muy molesto- la tal Anne rodó los ojos, y desapareció en el aire, lo que me hizo saber que ya se fue corriendo.

Sentí como empezabamos a correr y unas náuseas horribles se hicieron presentes en mi estómago, cerré los ojos y cuando sentí que paró, abrí los ojos.

Estábamos en la mansión, prefiero estar muerta que volver a esa habitación, haber, ¿dónde están los lobos?.

Entró a la casa conmigo a cuestas, parecía muy molesto, Mela levantó la mirada y me vió, se paró emocionada.

-quiero abrazarla, por favor- pero Damián siguió su camino, sin hacerle caso a mi hermana.

Murmuré un "lo siento", ella me miró triste, sabía a donde iba, al calabozo probablemente.

Y si, tenía mucha razón, Damián, estaba bajando las escaleras mugrosas que llevaban hacia los calabozos, ñaa, durar varios días ahí no me hizo nada, así que soportar varios más, me vale verga.

-sé que piensas, pero te voy a castigar duro, te vas a arrepentir por lo que hiciste Sky.

Un momento, ¿por qué me llama por mi nombre corto?, solo la gente que aprecio se atreve a llamarme de esa manera, no él, yo quiero que a él le pase algo por el cual se arrepienta de todo lo que me ha hecho.

-yo no te hice nada- exclamé seca. Me estrelló contra el piso, mi espalda no da para más, se va a romper en cualquier momento. Lancé un quejido y empuñé los ojos tratando de controlar el dolor.

-sabrás, porqué no debes meterte con Damián Sall.



Esclava del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora