Desperté.
Aspiré una rafaga de aire y luego tosí, acostumbrandome al aire que había volando a mi alrededor, mi garganta me picaba, tosí de nuevo a ver si se me quitaba.
-tienes sed, con eso no te lo vas a quitar hermana- mi cabeza giró rápidamente a la vista de Mela, me sonrió. -wao, la inmortalidad te sienta muy bien. Nacimos para ser inmortales- murmuró con alegría y un poco de... nitidez en sus palabras.
¿El vampirismo puede hacer eso?, ¿hacer una mejor version de nosotros?, o solo nos demuestra quienes somos en realidad. Mela era tímida, pero al parecer el otro porcentaje era más alto. El de hablar para que te escuchen y te admiren.
Duke debe de volverse loco cuando ella hace algo vampiresco, no sé, eso pienso yo. La duda de como me veía me carcome el cerebro, la pregunta de como estaré, rondaba mi cabeza.
-¿quieres verte?- preguntó, la miré y asentí.
Me tendió la mano y yo la agarré, la piel de las dos era fría y suave como las plumas. Me paré y caminé lentamente al espejo, me puse delante de él.
¡Santo Dios!, ¿esa es Sky?, me toqué el rostro, estaba mas pálida de lo que era, mi piel se veía suave, joven, sin ninguna imperfección, mi cuerpo era el mismo pero más estilizado, mis curvas se resaltaban mas, levanté el t-shirt mi vientre estaba marcado y plano, como que si ningún bebé pasó por ahí, mi trasero sostenía, en vez de solo una copa, un plato completo y mis piernas marcadas se veían fuertes, pero a la misma vez femeninas, mi espalda estaba estilizada y mi porte era el mejor, me paraba derecha aunque no quisiera hacerlo, me acerqué para ver mejor mi cara, aunque no lo necesitaba, mi vista podía divisar todo desde varios kilómetros del espejo, mis pestañas eran largas y espesas, negras como la noche, en mis ojos se resaltaba el zafiro aún más, mi cabello creció varios centímetros más lo que creía imposible, me llegaban a las caderas, pero ahora me llega a medio trasero y por delante casi llega a mis muslos, poseían un brillo, lo toqué, era suave, mis labios estaban rojos, un rojo natural muy hermoso. Suspiré, me gusta esta nueva yo.
-veremos a tu niña en un rato.
-¿es niña?- pregunté alegre. Ella me sonrió y asintió.
-ponte algo en los píes, hay que cazar hermana- alcé una ceja.
-¿y si no quiero?- pregunté, rió con ganas.
-haz lo que quieras Sky, total, ya no importaran muchas cosas.
Le sonreí, caminé descalza hacia la ventana junto a Mela, nos subimos en la orilla y nos agarramos de las manos.
-¿lista?- preguntó Mela, con un tono de diversión en su voz.
-nací lista- murmuré con ego. Ella rodó los ojos. -a la cuenta de 3.- musité con una sonrisa, nos preparamos. -¡3!- grité y salté soltando a Mela, ella bufó.
-no se vale Sky, es trampa, ¡ni así cambias!- me gritó, aterricé de pié, me volteé.
-¡ilusa!- grité y reí, comencé a correr a toda velocidad, ¡mierda!, ¡esto es vida carajo!, los árboles los evadía con gran facilidad, sentí que alguien corría detrás de mi, sabía que era Mela, por eso no voltee a ver.
Con mis píes ya sucios se tierra, paré de un frenazo, me relajé, poniendo alerta mis sentidos, huelo sangre de... humano, ¡no puedo alimentarme de humano!, ¿y que hace metido un humano por aquí?, ¡mierda!, pero es tan rica, lo puedo saborear desde aquí.
Gruñí y comencé a correr rápidamente hacia la dirección en que iba percibiendo el olor tan apetitoso, los colmillos salieron, el olor de la sangre se iba multiplicando, aceleré el paso, había una chica en el suelo, su cuello estaba rasgado pero eso no me apartó a morderla, mis sentidos humanos estaban bloqueados, no me importaba, solo quería devorarla pero alguien chocó contra mi, pegándome de un árbol, empecé a dar golpes, abrí los ojos. Era Damián.
-¡Sky, Calmate!, ¡Sky!- yo no respondía, solo quería beber de su cuerpo. -¡llévense el cuerpo de aquí!, ¡y llévense a Mela también!- gritó, Mela estaba viendo la sangre de la humana como si quisiera devorarla, pero se mantenía quieta, ella tenía más tiempo que yo.-¡Sky!, ¡estoy aquí contigo mi amor!, ¡calmate!, ¡te amo oiste!, ¡yo te amo Sky!, ¡calmate!- lentamente dejé de luchar, lo miré mientras dejaba de golpearlo. -te amo, Sky, por favor- comencé a calmarme, mis ansías se iban yendo, solo podía ver a Damián.-wao estás más hermosa, cosa que pensaba que era imposible en ti- Suspiré, lo abracé con todas mis fuerzas, por Dios gracias. Quería verlo de nuevo, me abrazó de la misma manera. Aunque me haga todo el daño del mundo yo seré la estúpida, terca e insegura chica que lo perdonará siempre.
Si, pueden empezar a tirarme tomates si quieren.
Aparté mi cara y lo miré directo a los ojos, el con su dedo apartó un mechón de pelo que estaba en mi frente.
-lo siento mucho Sky por todo lo que te hecho, la rabia cierne mi cerebro cuando estoy enojado y no pienso con claridad. Todo se esfumó cuando ví que te morías en mis brazos, lo siento tanto.
Sus ojos decían que todo era verdad, me subí en su cintura y acaricié sus pómulos con mis dedos.
-aunque sea la misma estúpida Skyler de siempre, te voy a amar, lo siento por no decírtelo. Lo siento por ser tan inmadura, siento ser tan yo.- agarró mis mejillas y me besó, lento y salvaje al mismo tiempo. Me encantan sus besos.- no quiero ver a Alison y a Rachel en casa, por favor- susurré.
-ya las eché- le sonreí y seguí el beso.
-¿y quién será que dejo el cuerpo en pleno bosque?- preguntó Duke interrumpiendonos. Gruñí y lo miré, Damián sin bajarme comenzó a caminar, hacia Duke.
-Alison y Rachel podrían ser, pero ambas me tienen un miedo a muerte y dudo que se pongan a correr riesgos sabiendo que las despedazaré después, así que las descarto.
-tenemos un nuevo enemigo que quiere perjudicarte Sky- dijo Duke. Lo miré, ¿y por qué a mí?.
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Esclava del Vampiro
VampireYo, una chica normal. Él, unos de los vampiros más temidos. No sé que hice para meterme en esta situación, pero, me encontró, y de mil millones de mujeres en el mundo, me eligió a mí. Convirtiéndome, en la... Esclava del vampiro. Prohibida la copia...