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Mi sed estaba saceada o al menos eso creía yo, no me importaba, quería ver a mi bebé. Que pensandolo bien, no tenía nombre. Y eso, que ya está nacida.

Corrí persiguiendo a Damián, que de alguna forma era más rápido que yo. Cuando llegamos, me atreví a preguntar.

-¿por qué eres más rápido que yo?- le pregunté, me miró y sonrió.

-aparte de la fuerza sobrenatural, ese es mi don- Damián me sonrió.

-¿dones?- pregunté con cara de confundida.

-si, pocos vampiros poseen habilidades o dones, ya es mucho que tengan belleza para siempre, velocidad y fuerza, solo los agraciados tienen dones- musitó pensativo.

-¿tendré yo un don?- pregunté emocionada.

-ya quisieras ser tan cool como yo- me haló por el brazo, sonreí juguetona. Y nos besamos, pero no por mucho. Mela nos interrumpió.

-¡dejen de interrumpirnos por Dios!- les grité, a Duke y al parecer a Mela también se le ha dado por interrumpirnos cuando nos estamos besando. ¡Busquense una vida por Dios!, Mela rió y subió las manos en modo de que era inocente. ¡Inocente te voy a dejar la cara si sigues interrumpiendo de un solo izquierdaso!. Ay, ya mejor dejo de hablar tanta mierda. Damián entrelazó sus dedos con los míos, miré nuestras manos, tenemos la misma temperatura. Pero nadie habia hecho eso conmigo, era tan... hermoso.

Entramos a la casa y desde que Damián vió a Peter y a Loren, bufó.

-no me digan que los veré a cada rato por aquí perros- gruñó Damián, rodé los ojos. Eso es obvio Damián, Peter es mi mejor amigo y Loren comenzaba a ser como mi hermana también, así que quieto.

-por que Sky cambie ahora su forma de vivir, no significa que tambien voy a desaparecer de su vida, aunque sea un asqueroso vampiro, la seguiré amando como lo que fue siempre... mi mejor amiga- rodé los ojos ante "asqueroso vampiro", pero me conmovió todo lo que dijo. Le sonreí. Damián parecía celoso y Loren se mantenía al margen, ella sabe que aunque hubo... unos asuntos que gracias a Dios no pasaron a mayores,  nos dimos cuenta de que eso fue solo un error. Ahora él está con Loren, la compañera de su vida y yo con Damián, el amor de mi vida.

-¡basta de discusiones estúpidos!, quiero ver a mi bebé

Subí por la escaleras, no era necesario subir a modo vampiro, quería que esto fuera real, auténtico. Quiero que haya suspenso, subí los ultimos peldaños y comencé a caminar, lentamente por los pasillos de los dormitorios, hasta que encontré el mío, agarré la perilla y la giré, abrí lentamente la puerta, quería llorar. Mi bebé estaba arriba de la cama, caminando, con un biberón de sangre con la tetera colgando de sus dientes.

Un momento, ¿caminando?, ¿dientes?, debería de estar en su cuna durmiendo, pero se ve como una niña de 11 meses y camina perfectamente bien. Me acerco lentamente, mis lágrimas ya no aguantan más, deciden salir sin dueño y sin orden. Al sentirme mira hacia atrás. Sus ojazos son lo mas hermosos del mundo, un zafiro inconfundible, suspiro.

-m... mamá- murmuré, oh Dios mío, quiero llorar, me reconoce y ¡habla!, bueno un poco, ¡pero habla!, volteo al ver a Damián entrar con una sonrisa, se acerco a la bebé y la cargó.

-es una semi-vampiro, igual que tu padre- murmura mientras nos acerca.- salió a los dos, pero, tiene tu belleza Sky, es hermosisima- suspira Damián. Sonrío conmovida.

-¿Cómo ha crecido tan rápido?- preguntó, alzo un dedo y mi bebé se pone a jugar con el, su piel es suave, tersa y un poco fría.

-lleva el mismo crecimiento que tenía el feto en tu barriga, no sabemos con certeza cuando parará- musitó dándole un beso en la mejilla.

-Ojalá y sea pronto- murmuré, me miró y me sonrió, con su otra mano me agarró la cintura y nos acercó, puse una mano en su espalda y empece a jugar con la otra mano, con mi bebé hermosa.

-si el crecimiento de tu padre paró, me imagino que el de nuestra bebé tambien lo hará- musitó mirándome, sonreí triste, quería vivir cada año de su juventud con ella, pero al parecer no podremos.-sé lo que piensas Sky, yo también me planteé eso en la cabeza- pausó- la criaremos con amor, en todo lo que necesite, en su niñez, en su adolecencia- me acercó aún más y me dió un beso en la frente. Alejó su mano de mi espalda y cargó a la niña en el aire, brindandomela. La tomé con cariño, era la cosita más hermosa que había visto en el mundo. La voy a amar tanto que voy a explotar de amor, o ya debería de hacerlo ahora, la estoy amando como nadie ha amado en el mundo. Tenerla por un mes y varias semanas en mi vientre me hizo amarla y ver el fruto entre mis brazos, es lo más maravilloso que existe. Dios, creo que voy a llorar.

-m... mamá- murmuró con el biberón de sangre en su boca, Damián me miró con los ojos abiertos. Sonrió feliz.

-¡su primera palabra!, ¿no era papá el que decía primero?- preguntó con un puchero de molestia en su cara, aunque sabía que estaba feliz, se le notaba a kilomentros de distancia.-te recuerda Sky, a mi casi no me quiso, ella sentía cuando sufrías por mi culpa- bajó la mirada, con la otra mano libre, lo acerqué a mi y le robé un beso, me miró como si no pudiera decir nada. Se ha sonrojado, ¡Damián Sall se ha sonrojado!, ¡se va a morir una vaca!. Sonreí enternecida.

-cállate, ella sabe que te amo y que no te dejaré nunca, quita esa idea de la cabeza, olvídalo, recuerda siempre que ahora soy feliz contigo y con mi bebé- y lo volví a besar, mientras mi bebé me abrazaba.

Que tire la primera piedra el que este libre de pecado, no me arrepiento de haber conocido a Damián Sall, me ha hecho sufrir, un poco, pero fue por mi necedad y sé que es un idiota, un imbécil, pero es mi imbécil y no lo dejaré ir nunca. Es mío. Así que fuera Bitches.

Esclava del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora