prólogo

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En el horizonte se está empezando a levantar una puesta de sol, los extraordinarios colores se reflejan tanto en el cielo como en el amplió mar azul. Es estar viendo un hipnótico crepúsculo, un crepúsculo tan surrealista como los grades y redondos ojos de ese joven, que poseen un color rosa lila. Tan únicos como ese crepúsculo mismo.

Él no deja de observa ese cielo mientras toma muchas fotografías. No se veía algo así todos los días, ese azul mezcladose tan bien con ese color lila rosa. Por dónde quiera que vea, solo es azul mezclado con ese hermoso color.

No sé cómo quedaran estás fotos porque no soy tan bueno en ello, Maria José siempre se queja de que no encuentro el ángulo correcto a la hora de tomarle fotos....hablado del diablo, no se morirá tan pronto.—Presiona el auricular en su oído.

—¿Sí?—Sigue tomado fotografías, cuál aficionado.

—¡Jaden!—Casi lo deja sordo por ese grito—¿Ya llegaste? ¿Como se siente ir en primera clase?—Pregunta.

—Todavia no, ya casi llegamos sí. Y se siente fenomenal, es un sentimiento increíble. No comer bien por casi tres años, está valiendo la pena.

—¿Por qué no te fuistes en avión? De esa manera hubieses llegado más rápido.

—¿Por qué será? ¡Porqué le tengo miedo a las alturas, por eso!—Exclamó furioso—Deja de reírte, maldita.—Él también estaba sonriendo.

—¡Oye! Eres un imbécil, a las señoritas no se les insulta.

—¿Señorita? ¿De dónde?... María José.

—¡Soy Dinora!—Corrige molesta—Por ser tan odioso espero que ese barco se hunda cómo el Titanic....¿Que fue ese sonido?—Suena preocupada—¿Jaden?

—Maldita la hora en la que me hablaste—Sonríe con sarcasmos.—Se te cumplirá el deseó—Jaden vio en cámara lenta la manera en la que las olas, se levantan por encima del barco.

—¡No lo decía enserio, deja de estar bromeando! No es gracioso.

—Te iré a jalar los pies, maldita. Te quiero...María José—La enorme ola barrió con todas las personas en estribor, Jaden fue arrastrado por ella sin oportunidad de librarse.

El agua es fría, mi cuerpo se enfrió en cuestión de segundos, intento nadar contra la corriente o al lugar contrario. Pero no lo logró. El agua me sigue arrestado hacia el fondo. Estoy desesperado e intentó mantener la calma para tener mi mente en claro y poder encontrar un manera de salir a la superficie.

Solo que había un problema, el oxígeno. Me estoy quedando sin oxígeno, mi promedió de aguantar la respiración son de cinco minutos. Si el aire me está faltando significa que ya están por pasar cinco minutos y la superficie sigue viéndose cerca pero a la vez demasiado lejos.

Jaden sigue moviendo su cuerpo, no quiere darse por vencido tan fácil, solo que, el agua está demasiado fría y está empezando a congelar toda la sangre de su cuerpo. Los movimientos se vuelven cada vez más lentos. En sus ojos, se ve la desesperación pero también la resignación, lo sabía, sabía que moriría.

¿Voy a morir ahogado? ¿Congelado? Es irónico y un tanto gracioso, el agua y el frio son las das cosas que más me encantan....no quiero morir, tengo tantas cosas por hacer, decir. Dinora estará triste, se culpara por mi muerte, ella es muy supersticiosa.

Lo lamento Dinora....mi Maria José, no podré volverte a verte, te cuidare a dónde quiera que vaya. Padres, estaré con ustedes...pronto...¿Eh? ¿Qué es esa cosa brillante? ¡Se está moviendo! Quizás sea una medusa...¡¿Ojos azules?! La muerte me está haciendo alucinar.

Jaden cerró sus ojos, dejo de nadar y solo se entregó a la corriente. No quería sentir tanto dolor a la hora de perder el último suspiro. "En mi otra vida diré que conocí al rey del mar" Pensó con una sonrisa en sus labios.

—¡Felicidades, está embarazado!—Le hace saber, el anciano de cabellera castaña que está cubierto de canas blancas, al joven enfrete de él.

—¿Eh?—Preguntá confundido y sin saber dónde rayos se encuentra.—¿Embarazado quién? ¿Que embaracé a quién?—Jaden busca con la mirada a una señorita, después de todo estaban hablado de embarazos.

Jaden había sentido la desesperación de sentir como su corazón se volvía pequeño y su garganta apretada sin poder respirar por más que quisiera. Pero, ver el nuevo panorama lo ha dejado en trance, de ahogarse paso a ver un anciano sonriente.

Ahora me encuentro en consultorio de hospital, ¿no morí? No recuerdo casi nada después de ser arrastrado por las olas del mar.

¿Llegaron a tiempo ha rescatarme? Entonces, ¿Esto es una broma que me está jugando Dinora? Sí, eso debe de ser. Una vez comento que, después que despertara de un accidente, diría que estaba esperando un hijo como en esas historias locas que escribía y me obligaba a leer para que le dirá mi opinión al respecto.

—No embarazo a nadie.

—Gracias a Dios—Suspira aliviado.—Ya decía yo, que esto es una broma..

—Es usted quien está embarazado.

—¡YO!—Se señal así mismo.—Doctor, no se preste para esto, ¿dónde está la cama? Dinora, ya puedes salir...

—No sé quién es ella, pero no estoy bromeando—Está en shock—Le estoy diciendo la verdad, tienes dos meses de embarazo.

—Por si no lo sabe, tengo un miembro. No soy una mujer.—¿Oh, sí? Me toque ese lugar y si, en definitivamente soy un hombre.

—Lo sé. Pero no olvide que es un Doncel, los Doncel pueden procrear, joven Jaden.

—¡¿Qué?! ¿Doncel que?—Todo comenzó a dar vueltas, de un momento a otro mi visión se tiñó de negro.—¡Envíeme al fondo del mar, ahí estaré mejor....!

—¡¡Joven Jaden!!—Lo atrapó a tiempo.

Jaden se desmayó por el Shock, de por sí ya estaba más que solo confundido, recibir una noticia de tal magnitud, solo termino por sobrecargar su mente.

¡Eres el padre, hazte responsable!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora