Jaden evade la mirada curiosa e interrogante de Dinora (ella llegó sin previo aviso) desde que entró por la puerta vio con extrañe a su mejor amigo, noto demasiado brillo en esos ojos rosa-lila. Algo que no se veía muy a menudo en Jaden, por eso la curiosidad.
Dinora presentía que se había perdido de un buen espectáculo todo por culpa del tráfico, fue el culpable de que llegara unos minutos tardes a la casa de su amigo. No le quedaba de otra que preguntarle directamente a él.
—¡¿Ya usaste lo que te envié?!—Pregunta, sonriendo juguetona.—¿Es por eso que tus ojos brillan pero tu cuerpo se ve chupado peor que un mango maduro?—Suelta una carcajada.—Eres todo un velocista?
Su intuición era sorprendente y el sonrojo nada discreto de Jaden, le dieron una respuesta a las preguntas de ella, carcajeando todavía más ruidosa.
—¿No decías que te gustaban las chicas?—Aqueo su ceja.—Apuesto que fuistes tú quien lo sedujo.
Sus miradas no eran normales y mucho menos sus comportamientos, podía ver cierta tensión de querer comerse entre sí. Solo que no creí que darían ese paso tan rápido, bueno. Ya están esperando un hijo no podrían ir mas rápido que eso.
—Ya cállate María José.
La sonrisa en sus coquetos labios, fue borrada totalmente tras escuchar ese nombre, viendo con reproche a su mejor amigo.
—Y sí.—Cruza su pierna como todo una diva.—Fui yo quién lo sedujo, ¿es imposible no resistirse a sus encantos por lo tanto tenía que ser el primero y el único en disfrutar de sus caricias?
—No lo dudo.—También cruza su pierna sobre el otra.—Eres de las personas que van con todo cuando te interesa algo, no eres nada indeciso.
En eso ambos somos iguales, yo también voy por ello cuando algo llama mi atención. Es mejor darlo todo sin importar que no resulte como quieres a quedarte mirando y lamentándose de lo que pudo ser si no hubiese sido indecisa.
—¿Eres correspondido?—Hice una pregunta estupida es obvio que es correspondido.
No tendría esa expresión de júbilo y mucho menos esa sonrisa tonta en su rostro, eso es reconfortante. Me alegro saber que después de tantas penurias y dolencias por fin está viviendo su romance de película.
—Sí.—Mira el vaso en sus manos.—Ambos nos confesamos al mismo tiempo.—Sacude el jugo dentro de ese vaso.—Fuimos sinceros y nos prometimos seguir avanzando juntos, volviendo mas fuerte nuestros sentimientos.
Pero no podremos estar tranquilos hasta que esas molestias plagas dejen de acechar nuestro entorno, principalmente a la sandía que crece en mi interior...bueno, ese pequeño huevo que no tardará en nacer y tocara a Lavi incubarlo.
Lavi ya se encuentra buscando el lugar a donde iremos para ese entonces, será muy alejado de este país. Un sitio donde pueda transformarse en dragón y no terminar destruyendo donde pisa.
—Eso es lo importante.—Sonríe.—Estoy muy feliz por ti mi querido amigo.—Sirve vino en su copa (ella no es muy buena con el alcohol) ya lleva cuatro copas con esa.—Tienes que darme las gracias.
—¿Que? ¿Por qué?—No entiende.
—Es gracias a mi regalo que lograstes descubrir tales sensaciones...—Su boca fue sellada con un pedazo de tocino.
—Deja de beber alcohol y mejor come.—Agrego lechuga a la boca de Dinora.—Si te pones ebria no podrás manejar de regreso a tu casa.
Ya era demasiado tarde, ella ya se encuentra medio ebria. Sus mejillas de a poco se van empezando a teñir de rojo. Y su dulce mirada desorientada.
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¡Eres el padre, hazte responsable!
FantasyEstába tan emocionado, después de ahorrar tanto por fin podría ir a Alaska. Pero Dios, el destinó, no lo sé. Tenían unos planes completamente diferentes a los míos. El barco en el que iba terminó hundiéndose peor que el Titanic. Toda mi vida pasó fr...